Bar de la Castilla Profunda. Seis y cincuenta de la tarde. Suenan grandes éxitos de los años setenta. Es como el Túnel del Tiempo. Calor que raja las piedras. Campanario de Iglesia con mártires de la Cruzada Nacional.
- ¿Qué tal el pito?- pregunta uno de lo parroquianos a otro con un grito que hiela la sangre- ¿¡Qué!!? ¿Funciona? ¿Sigue funcionando...?
- No, ya no…- responde el viejo, resignado. –Yo ya no pinto nada…-
- ¡¡Pues, córtalo, coño!!- le dice el otro, terapéutico.
Para el resto del mundo, Martin Rasskin desde Castilla La Piedra.
miércoles, 3 de agosto de 2011
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