Juan Antonio R. C., de 37 años, había conseguido una manera fácil y rentable de ganarse la vida. Este vecino de Vallecas (Madrid) ha sido detenido y acusado por la policía de haber robado en el último año al menos 3.000 carros de compra en distintos centros comerciales de la región que luego revendía a una chatarrería del sur de la capital, cuya propietaria y encargado también han sido detenidos. El montante de lo sustraído puede alcanzar, según los investigadores, unos 290.000 euros.
El precio de un carrito de hipermercado oscila entre los 80 y los 200 euros según su resistencia al peso, el kilo de metal para fundición se sitúa en los tres y cuatro euros y un carrito suele pesar más de 12. Las investigaciones se iniciaron por parte de la comisaría del distrito de Puente de Vallecas, en el este de la capital, al recibir diversas denuncias de supermercados y centros comerciales en las que relataban que estaban sufriendo robos de carros de manera continuada. Los agentes iniciaron una investigación y decidieron colocar un dispositivo GPS de manera aleatoria en un carro.
Una de las veces, este dispositivo de localización les llevó hasta una calle del Vallecas y, más concretamente, a una furgoneta. En su interior, hallaron dos carros listos para ser vendidos, por lo que detuvieron al propietario del vehículo. El presunto ladrón de carritos confesó que llevaba desde principios de año robándolos con una frecuencia de, al menos, dos al día.
Las pesquisas continuaron y permitieron llegar hasta la chatarrería, situada en Vicálvaro, y arrestar a la propietaria y del encargado de la empresa por un delito de receptación (comprar material robado a sabiendas). En el local se hallaron 29 carros de diversos establecimientos comerciales. Cuando adquirían los carros, los achatarraban y luego vendían este material, según la policía.
viernes, 2 de diciembre de 2011
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