De vez en cuando conviene releer a Voltaire. Resultados electorales como el obtenido por el Partido Popular en Galicia -donde no sólo revalida la mayoría absoluta, sino que incrementa el número de escaños- indican que el Dr. Pangloss, tutor de Cándido, más Leibniziano que Leibniz, tenía razón: vivimos en el mejor de los mundos posibles. ¡Todo sucede para bien!
Da igual que, como le sucedió a Pangloss, suframos desgracias sin cuento: todo forma parte de un bien mayor, no existe propósito sin causa, todo responde a una utilidad específica. Encuentros con la Inquisición, sodomizaciones varias, una temporada en galeras y, de guinda, el terremoto de Lisboa de 1755.
España vota continuidad hacia el despeñadero. ¿Toda España? No. En el norte hay una serie de aldeas irreductibles pobladas de Obelix e Ideafixes -sobre todos de Ideafixes- que se niegan a seguir la corriente mayoritaria. Aunque sólo fuera por eso ya tienen un punto de interés sobre las masas que aceptan la inmolación como un mal necesario. La rebeldía es un grado. En cuanto al resto...
Pues nada. Que siga el baile.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Pero no nos gusta comer, ni nada
Publicar un comentario