Titular de hoy, día de Todos los Santos, en la prensa nacional:
El Senado se gasta casi medio millón de euros en renovar su página web
Un organismo inútil, cementerio de elefantes para premiar servicios prestados y atender compromisos adquiridos, que se gasta un dineral en su estúpida e inútil página web en plena era de los blogs gratuitos y de los servicios de programación automática en hiperlenguajes que ofrecen antiguos operadores como Arsys.
Un despilfarro intolerable.
Se descuenta dinero a los pensionistas, se les cobra por las recetas, se recortan prestaciones a dependientes, a gente que cobra 300 euros al mes o incluso menos. Se recortan o eliminan ayudas escolares. Se exprime a la clase media hasta la extenuación. Sin embargo, tenemos la mitad de población que Alemania y un número superior de políticos.
¿Cómo es posible que en tiempos de crisis no se reduzcan las instituciones políticas a la mínima expresión y se elimine por decreto toda clase de duplicidades municipales, autonómicas o nacionales?
Las propias instituciones son las primeras en saltarse a la torera las normas de austeridad que imponen al resto de la población a sangre y fuego. Si bien años de telebasura y el dudoso honor de ser el país que tiene la liga de fútbol más cara de Europa (y el número de parados más elevado de los 27) han hecho mella en el inconsciente colectivo, atenazando al común de los ciudadanos, paralizados por el miedo a perder sus empleos, a perder sus casas, a perder sus vidas, la gente no es estúpida. Si los gobernantes continúan tratando al pueblo español como ganado se exponen a cualquier cosa y no habrá suficiente policía para contener la indignación.
¡Aguirre o la cólera de Dios!
jueves, 1 de noviembre de 2012
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