jueves, 11 de abril de 2013

Clarividencia



El actual gobierno de España avanza con la seguridad propia de un boxeador sonado y las encuestas comienzan a anunciar la posibilidad del fin del bipartidismo tradicional. Un cambio de rumbo.

Por si alguien se había olvidado, aquí va un breve recordatorio del personaje que gobernó España durante casi 8 años. Un cráneo digno de ser estudiado con la mayor atención. Un auténtico enigma.

Lo más grave es que su mano derecha -el verdadero cerebro gris del PSOE- pretenda ganar las próximas elecciones. El señor Rubalcaba no tuvo nada que ver con el gobierno ZP. Just passing thru...

Si todo esto supone el fin del PP y el PSOE, por mí perfecto. Se trata de dos formaciones que no son ejemplo de nada, antes al contrario. Campeones de la corrupción, la mentira y los palos de ciego. Los dos por igual.

Hacen falta formaciones ciudadanas que oxigenen el sistema y cambien las caras de una vez por todas, con reglas de hierro que impidan perpetuarse en el poder, estableciendo límites de permanencia. Con castigos realmente severos para los corruptos, que vayan más allá de un viajecito a Qatar o a Suiza todo incluido.

Hay que fundar el partido en el que le habría gustado militar a José Luis Sampedro o a Stéphane Hessel. Dos nonagenarios con la energía y el coraje que brillan por su ausencia en los políticos profesionales. Dos personas que nos han dejado pero que siguen aquí, sin tonterías dogmáticas ni discursos enfáticos. Provistos de una poderosísima arma secreta que constituye toda una novedad en el mundo de hoy: el sentido común.



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