El nadador

El nadador, una película de Frank Perry interpretada por Burt Lancaster en estado de gracia. Cualquier comparación con las películas que se estrenan en la actualidad, ofende. Si tienen ocasión, vean este viaje a la locura y a la noche hábilmente disfrazado de intrascendencia y superficialidad. Un homenaje a los pijos/fresas/reconchetos/betos, aquellos seres que no merecen nada de lo que tienen -habitualmente heredado- y cuya ausencia nadie nota. En ninguna circunstancia.

La soledad, el paso implacable del tiempo, las lolitas, las estúpidas convenciones burguesas, las cicatrices del alma... todo contado en una atmósfera onírica y exageradamente lenta. Como si el espectador estuviera flotando en LSD. Para tener en cuenta.