Llevo demasiados días encerrado resolviendo cuestiones alimenticias. Luz al final del túnel: un proyecto de tango junto al inefable Doctor Cohen. Somos como los siete locos de Roberto Arlt pero en dos.
En medio de la vorágine de noches sin dormir escribe mi hermano. Casi simultáneamente llega la noticia de que le han detectado un cáncer de páncreas a mi tío José, la noticia de la metástasis y la noticia de su muerte. Tal cual.
Mi padre, que quería mucho a mi tío José, está realmente afectado. Nosotros, también. Porque José Aisenberg era un gran tipo, una persona que te hacía sentir bien y que siempre estaba al quite.
Descansa en paz, viejo y querido tío. Un abrazo al otro lado de la Estigia.
martes, 18 de octubre de 2011
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