sábado, 14 de abril de 2012
Mogambo
Llevo semanas dándole vueltas y más vueltas. Por fin, la solución. Si tu país se cae a trozos, la bolsa se hunde, la prima de riesgo se vuelve letal, la intervención está a la vuelta de la esquina, las empresas españolas en el extranjero se ven amenazadas, la gente pierde sus empleos o no cobra, lo mejor que uno puede hacer es irse de safari. No hay nada como un buen safari para relajar tensiones. Cómo no se me ocurrió antes. Pobre tonto, ingenuo charlatán. Era tan sencillo... ¡un safari!
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2 comentarios:
Los reyes... a la baraja.
Ya jode, ya, que Juancar se vaya a África a matar elefantes con su amiguita la princesa Corinna y su amiguito Aberto Cortina -quién en breve dirán que corría con todos los gastos o se inventarán que era una reunión secreta con el jeque de Abu Dabi para salvar el futuro de España y resolver un contrato crucial cualquiera-, jode más saber que Juancar le compra un ático a la tal Corinna en pleno centro de Londres por una cifra que cubriría los gastos de desempleo de un año de su amado país, jode saber que el ala oeste del palacio del Pardo, mantenido con nuestros impuestos, esté habilitada para sus encuentros y su vida con la tal Corinna, y jode igualmente conocer las comisiones de Juancar por cada barril de petróleo que se compra para España con la intercesión de los jeques amigos del alma o del mismísimo Aga Khan, jode que el monarca que presume de sensible social se vaya a los casoplones en las islas de Aga Khan a recuperarse de sus operaciones múltiples, y jode que el sábado, cuando regresó de su cacería en el avión con unidad cínica incorporada, vaya, quería decir clínica, (pese a que digan que no fue así) tuviesen que cerrar Barajas durante dos horas para que Juancar consiguiese aterrizar en Torrejón, jode que la tal Corinna sea alemana, me pregunto si no será un plan tramado por Merkel, y jode que a mí el rey incluso me caía bien, pero esto, esto colmó el vaso Majestad, no merece ninguno de mis respetos y espero que éste sea el despertar de muchos para que nos unamos y les demos la patada. A nuestros representantes los debemos elegir nosostros, y sobre todo, lo que debeos elegir es que nos dejen de tomar el pelo, usted, y toda su familia. Re-pública-ya
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