Resulta ciertamente repugnante que la clase política de este país no se haya dado por enterada de qué significa el movimiento 15M y similares que han surgido espontáneamente en toda España y se extienden por Europa.
En el PP están exultantes ante la inminente perspectiva de regresar al poder, mientras que en el PSOE empiezan a aflorar todas las miserias humanas corregidas y aumentadas. Las ratas abandonan el barco del antiguo líder, actualmente bajo mínimos.
Ni una palabra sobre regeneración de la vida política, austeridad en el gasto suntuario, cambio de rumbo, límites a las exigencias de los poderes internacionales. Nada. Lo que se oye son ruidos de sables en los pasillos, perros hambrientos ansiosos de sustituir al ángel caído en desgracia. Perros del poder, perros de la oposición. Imposibilidad absoluta de darse cuenta de que sólo aunando fuerzas podríamos sacar al país del agujero. Ojalá tuvieran la nobleza de un perro.
Los bosques de Nemi, Frazer, La Rama dorada: un libro esencial. El poderoso sigue siendo eso, un sacerdote que duerme con un ojo abierto y cuya corona supone un estado de paranoia permanente. Hoy como ayer, "las primeras canas sellarán su sentencia de muerte". Sus problemas son cómo perpetuarse en la cima. Como ocurría en Alien a la hora de traer el monstruo a la Tierra, "el resto de las consideraciones quedan temporalmente anuladas".
Los que siguen cobrando del erario público -total, las "merecidas" vacaciones ya están cerca- hacen mal en despreciar la voz del pueblo. No se trata de "perros flauta" como dicen con mala idea los cachorros de la derechona. No. Se trata de replantear las bases éticas de la convivencia democrática.
Ignorando olímpicamente una manifestación espontánea y educada, el espíritu democrático del 15M, el poder se enroca y legitima indirectamente otros medios de lucha menos civilizados.
jueves, 26 de mayo de 2011
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