jueves, 29 de agosto de 2013

Boris Pahor

¿Por qué cree que sobrevivió?

Creo que sobreviví porque me concentraba al máximo en vivir el presente: no pensar en el pasado y mucho menos en el futuro. Sólo el hoy, el ahora y tratar de no sucumbir. Las cosas más terribles las he recordado después, escribiendo. Contarlo en voz alta era imposible. No tenía sentido porque el que no pasó por esa experiencia no lo puede comprender. Tal vez por eso muchos sobrevivientes luego se suicidaron. Lo más terrible de la vida en el lager no era el frío ni el hambre sino habituarse al horror.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Libres

¡Miguel ha vuelto! Ha regresado como Odiseo de un viaje de ensueño y con su relato me ha regalado veinte años. Así, de repente. Playas escondidas de infinita belleza, pueblos blancos que duermen al sol, masías mágicas como oasis, amigos inolvidables que se hacen en el camino, partidas de ajedrez hasta el amanecer. El Mediterráneo desde la Costa Brava hasta Italia y de postre Roma, siempre eterna. Piedras que paralizan.

¿Era yo así a los veinte años? ¿Quién se llevó las ganas de vivir? Él toma el relevo: ahora camino en él.

Frente a la mejor comida que he tomado en años (si vais a Lisboa no dejéis de visitar el restaurante Principe do Calhariz. Calcada do Combro no. 28. Sus guisos de arroz y sus chocos no son de este mundo. El 28 es el número mágico en Lisboa), Miguel me emociona hasta las lágrimas.

¡Gracias, pibe! Hasta oír el relato de tus aventuras, no tenía la menor idea de que estaba muerto.

Me trae sin cuidado lo que dure esta farsa. Voy a bebérmelo todo.


viernes, 23 de agosto de 2013

A bailar todo el mundo


jueves, 22 de agosto de 2013

Random

Un científico te explicará cómo funciona el azar mediante una compleja maquinaria de ecuaciones, una gigantesca estructura de información segmentada y dispersa reunida con paciencia de orfebre para desmontar la idea de Dios, un reloj a la inversa. Un teólogo te dirá que es imposible vislumbrar los pensamientos del Ser Supremo, que todo ocurre para bien -oh, Dr. Pangloss...-, aunque no podamos comprenderlo. Todo es inefable. Los teólogos se asemejan a los analistas de bolsa: sólo logran explicar las cosas a posteriori, a tiro hecho, y justifican cualquier resultado. Si la bolsa sube es porque estaba cantado, si baja estrepitosamente es porque el peligro mortal acechaba en las profundidades. Una manera simpática de ganarse la vida. Sin embargo, de ahí surge una certeza absoluta: la forma más sencilla de perder hasta la camisa es hacer caso a un especialista.

El genial pensador Ludwig Wittgenstein sentenciaría de forma contundente en la frase final de su fabuloso Tractatus: "De lo que no se puede hablar, mejor es callarse". Bye, bye metafísica. Escribe y manda fruta.

Pero existe una forma más sencilla de ilustrarlo.

El pasado lunes, Chancey Allen Luna, de 16 años, James Francis Edwards, de 15, y Michael Dewayne Jones, de 17, decidieron coger el coche y “matar a alguien para divertirse”, según confesó Jones a la policía. Minutos después, mientras conducían por un barrio de Duncan, al sur de Oklahoma, divisaron a Christopher Lane, de 22 años, haciendo jogging. “Ese es nuestro objetivo”. Luna le disparó por la espalda con una pistola del calibre 22 y, acto seguido, se dieron a la fuga.

Tres horas después, la policía los encontraba dentro del coche jugando con el arma. “No teníamos nada que hacer y decidimos matar a alguien”, le confesó Jones a los agentes. Las autoridades creen que, de no haber sido detenidos, habrían continuado matando a gente de manera aleatoria y por diversión.

La falta de sentido. No hay otro sentido.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Himnos

Mi querido abuelo Lázaro y yo solíamos hablar mucho de música. Cuando se trataba de escoger himnos por la belleza de sus melodías o la fuerza del mensaje la lista finalmente quedaba reducida a dos: la Marsellesa y el himno de la Unión Soviética.

La Unión Soviética ya no existe, pero su himno nacional sigue teniendo una fuerza impactante. Una contundencia que refleja la mejor tradición sinfónica de la Europa oriental. Tchaikovsky, Rimsky, Rachmaninov, Shostakovich, Khachaturian, Stravinsky... la lista es inmensa. Y se trata de genios irrepetibles.

Los coros del ejército ruso tienen algo especial. Son voces como ganchos de izquierda. Suenan a carga de caballería persiguiendo a las tropas de Napoleón en el Berezina. Existen los tenores, los barítonos, los bajos... y luego están los cantantes del ejército ruso. Es un mazazo acústico, un muro de frecuencias. Un cóctel molotov armónico.

Si la vida te hace un quiebro, si te sientes como descolado mueble viejo, prueba a utilizar el himno de la Unión Soviética como despertador o desfibrilador emocional a cualquier hora del día.

Se han descrito casos de apetencias incontrolables de entrar en Berlín, tomar prestado el caballo blanco del mariscal Zhukov y volver a plantar la bandera en el Reichstag. Davai!

Advertidos quedáis.

viernes, 16 de agosto de 2013

Rosalía Mera

Una de las ilusiones más estúpidas que proporciona el dinero es la sensación de inmortalidad, de omnipotencia. Los ricos tienden a creer que la muerte no va con ellos. Que llegado el momento podrán pactar con Dios o con el diablo, o con quien haga falta. Como están tan acostumbrados a comprar y a mandar, consideran que la vida puede mercadearse como se compran las lealtades.

El día en que la ciencia permita clonar órganos hasta el infinito puede que eso sea una realidad, pero mientras tanto... Un tema interesante desde el punto de vista ético: viejos pudientes que se perpetúan eternamente con la complicidad de los científicos y la clase médica.

Recuerdo la fantástica escena de la segunda parte de El Padrino, cuando Michael Corleone, el nuevo Padrino, se encuentra en Cuba con Hyman Roth, el gángster judío. Roth se cae a pedazos y apenas puede tenerse en pie, pero no deja de repetir que estaría dispuesto a pagar una suma indecente por comprar 5 o 10 años más de vida. Incluso en la pista de despegue hacia el más allá, planea la muerte de Corleone para apoderarse de lo suyo. No puede dejar de ser quien es.

Los ricos creen que van a vivir para siempre. Pero mueren como todos los demás. Probablemente, el último pensamiento del rico estándar -ese espécimen que no mete la mano en el bolsillo ni en invierno- sea para todo lo que deja sin gastar, pero no por la posibilidad de haberlo disfrutado personalmente, sino porque se lo van a gastar OTROS. Otros a quienes juzga vagos, inútiles, incapaces de esforzarse, de HACER LO QUE HAYA QUE HACER... sus herederos.

En lugar de ver un túnel y una luz brillante lo último que alcanzan a vislumbrar es un montón de pasta, propiedades inmobiliarias, empresas, coches de alta gama, bonos del estado, Sicavs, acciones, depósitos, pólizas de seguros, fondos de inversión, cédulas hipotecarias y maletas de piel repletas de billetes de quinientos euros que pasan a manos de sus devastados descendientes, que son capaces de irse de viaje a Capri al día siguiente de leído el testamento para tratar de recuperarse del golpe como del rayo.

Qué muerte tan atroz. Cuánto dolor se agolpa en mi costado.

En vida, Rosalía Mera fue inmensamente rica. Pero no fue una persona rica al uso. Se dice que no era superficial y egoísta, sino todo lo contrario, una persona solidaria. No tuve el gusto de conocerla personalmente, pero durante el tiempo en que trabajé en cooperación traté con gente con la que se veía a diario. Oí historias extraordinarias de esta mujer.

Conocida es su etapa mano a mano con Amancio Ortega durante la fundación de Zara y lo que llegaría a ser la actual niña bonita del Ibex 35, Inditex.

Mera era un personaje interesante por sí mismo, no por ser la mujer de Ortega. De orígenes más que humildes, Rosalía Mera se hizo a sí misma. No perdió el tiempo. Cuando pudo se formó a conciencia, tuvo visión a largo plazo e invirtió en proyectos de alcance.

Los gallegos son gente especial, extremos, mágicos. Recuerdo a Manolo Fraga -fascista ilustrado, pero fascista al fin- llorando de emoción en su encuentro con Fidel Castro, cuando Castro todavía era Castro. El viejo Fraga se encontraba con su archienemigo, pero a fin de cuentas era otro descendiente de gallegos, de españoles y le plantaba cara a los americanos, así que no pudo evitar las lágrimas. Fraga tenía su corazoncito.

Por casa venía a menudo Laxeiro, el pintor de Lalín. Lo conocí durante mi juventud y lo recuerdo como una persona llena de magia. Los artistas hambreados que pasaban por el Café Gijón sabían que siempre estaba dispuesto a echar una mano. Además, a los quince años de edad, Laxeiro me reveló un truco ancestral para follar durante 15 horas seguidas (lo que tardaba el expreso de Vigo a Madrid). Pensaba llevármelo a la tumba pero tal como está la economía escucho ofertas.

En fin, que me voy por las ramas.

Mera fue una buena persona. Necesitamos más como ella. Descansa en paz.

La mujer que tejió un imperio

Nota necrológica publicada en El País, el 16 de agosto de 2013.

por 

Rosalía Mera Goyenechea (A Coruña, 1944) falleció en la noche de este jueves en su ciudad natal. Solía ser identificada como “la ex-esposa de Amancio Ortega”, pese a que coprotagonizó la mayor odisea empresarial de España. Era, según otra de las etiquetas, la mujer más rica de España, pero sus ideas no se correspondían con su cuenta corriente, si es que los multimillonarios tienen cuenta corriente.“Cuando se nace en las circunstancias en las que yo nací, no se puede ser otra cosa”. Rosalía Mera contestaba así a la pregunta, directa a la par que amable, como todas las de Iñaki Gabilondo, de si era de izquierdas. No se acogió al comodín de preguntarse retóricamente qué son las derechas e izquierdas en estos tiempos, o al de adscribirse al progresismo en unos aspectos ideológicos y al conservadurismo en otros. Rosalía Mera, la-mujer-más-rica-de-España, se limitó a invocar sus orígenes.

La mujer que fundó junto a su entonces marido lo que hoy es el imperio Inditex, nació en 1944 en Monte Alto, el barrio que los obreros coruñeses se construyeron al abrigo de la Torre de Hércules. La suya era una familia humilde, con un padre empleado en Fenosa, una madre que a base de más esfuerzos que conocimientos logró llevar una carnicería y un abuelo “que se dedicaba a llevar carne de cerdo salada a Cuba, se iba y ni siquiera se lo decía a su mujer. Le decía a mi madre que la avisara”, le recordaba divertida el pasado mes de agosto al músico cubano Paquito D´Rivera en el estudio de grabación del centro Mans que ella había fundado.

Pese al comercio ultramarino del abuelo y a los esfuerzos laborales de sus padres, Rosalía Mera tuvo que dejar los estudios con 11 años y entrar a trabajar en una de las tiendas de fama de A Coruña, La Maja, primero de costurera, y después de dependienta. Los anales del imperio Inditex cuentan como aquella guapa y resuelta dependienta de La Maja conoció a Amancio Ortega, empleado de otro clásico de la confección coruñesa, Gala, que de recadero había ascendido a dependiente. Juntos decidieron emprender una nueva vida, personal y profesional. Después de unos fracasos iniciales con avíos para bebé, Rosalía Mera, su marido y la familia de éste dieron con el modelo que lanzaría el proyecto, el Ford T de Zara (entonces Confecciones Goa, una empresa en un bajo): la bata de boatiné rosa con vivos azules.

La historia del fenómeno Zara despegó con el primer establecimiento en 1975, hasta el actual número de tiendas en todo el mundo, que se queda obsoleto en cuanto se pone en papel impreso. En ella se basan los 4.700 millones de euros que se supone constituían la fortuna personal de la cofundadora del fenómeno. Pero la historia de Rosalía Mera se hizo independiente en 1986. Se separó de Amancio Ortega y de todo lo que suponía el trabajo de Inditex (el consejo de administración lo dejó en 2004). Se centró en sus dos hijos: Marcos, nacido con una parálisis cerebral profunda, y Sandra. Se psicoanalizó y estudió Magisterio.

Creó y se puso al frente de la Fundación Paideia Galiza, un centro de estudios sociales y pedagógicos. Unos más clásicos y otros menos. Por ejemplo, cuando el Gordo de la Lotería sembró de millonarios la zona de Rianxo (A Coruña), un equipo de Paideia se desplazó de forma permanente a la zona para asesorar a los agraciados de forma que no todo el dinero acabase en coches de alta gama y otras inversiones clásicas en estos casos, y se destinase a aplicaciones más productivas. El suyo propio, multiplicado por bastante cuando Inditex salió a Bolsa, se cobijaba bajo la sociedad Rosp Corunna, con inversiones en sectores hoteleros, energías renovables, tecnologías informáticas, y un largo etcétera que incluye sociedades de inversión mobiliaria en capital variable (Sicav), y una participación en los fondos manejados por el estafador Bernard Madoff. También poseía el 5% de la farmacéutica Zeltia, a la que apoyó cuando sus anticancerígenos experimentales estaban siendo cuestionados.

En 2004 fundó el Centro Mans, un centro de iniciativas empresariales enfocado principalmente a los sectores tecnológicos y culturales, que proporciona desde despachos a un estudio capaz de grabar hasta orquestas sinfónicas. Estas políticas tenían también sus detractores, que decían que la influencia de Rosalía Mera atraía a sus proyectos ayudas y subvenciones que no le eran necesarias. Deloa, una asociación para el impulso de las comarcas del sur de A Coruña, patrocinada por Paideia, que agrupa a dos docenas de empresas turísticas, gestionó inversiones por valor de 17 millones de euros en diez años de existencia. “Nuestras asociaciones o nuestras empresas también tienen derecho a optar a las ayudas públicas”, se defendía.

Tres de los cuatro multimillonarios que encabezan la lista española de Forbes viven en A Coruña. Ortega, Manuel Jove y Rosalía Mera. Los tres eran fácilmente localizables en sitios tan accesibles como la tribuna del estadio de Riazor, o la taberna Os Belés. Mera había dejado de frecuentar ese templo de la canción tabernaria porque, a raíz de las informaciones periodísticas, había gente que se pasaba por allí por si podía dejar caer una petición. Porque la niña de Monte Alto que se hizo adolescente cosiendo para las señoritas coruñesas profesaba aquella vieja creencia izquierdista de la redención por el trabajo.

No dejaba conferencia de prensa alguna sin que quedase patente su convicción de la necesidad del esfuerzo como motor en la vida. Y asistía a todas las que convocaba Paideia, y contestaba cualquier pregunta. Así arrojaba bombas verbales que a ella no se lo parecían —“no entiendo la repercusión, son cosas de los medios”—, como su apoyo del movimiento de los indignados y su disposición a sumarse a las acampadas. “Los niveles de corrupción tan extendidos son de muchas maneras, y de muchos colores. Tenemos que plantarnos y decir: así, no”, afirmó en junio de 2011. O “los recortes en el ámbito de la sanidad y la educación hacen un flaquísimo favor a la sociedad. No se puede es ir a la parte más fácil y a recortar por abajo. Estamos en un barco que o nos salvamos juntitos o aquí no podemos estar echando gente fuera”, dijo el mayo pasado, a la vez que expresaba su rechazo a la reforma del Gobierno de Rajoy de la ley del aborto.

“Soy una desclasada”, le decía al escritor Suso de Toro en una entrevista en EL PAÍS en 2004. “Pero si me tengo que identificar, me identifico mucho más con ese entorno que ha sido mi mundo y del que tampoco he querido moverme demasiado porque me nutre, me sostiene”. Ahora, la mujer más rica de España (bastante más que su madre, porque se supone que también es heredera de Amancio Ortega) se llama Sandra Ortega Mera. No sale en las revistas, es psicóloga, tiene tres hijos que van a un colegio público y siempre fue la mejor consejera de su madre.

jueves, 15 de agosto de 2013

De la creación

En cierta ocasión, un ya anciano Samuel Beckett le dijo a la joven coreógrafa Maguy Marin: “con respeto no se logran las cosas bellas”.

 Ahí queda eso.

domingo, 11 de agosto de 2013

Alien


Ash: Lo leíste bien. Está muy claro. Prioridad: traer de regreso al alien. Las demás consideraciones anuladas.

Parker: Es la maldita compañía. ¿Y nuestras vidas, hijo de puta?

Ash: Lo repito: el resto de las consideraciones quedan anuladas.

Ripley: ¿Cómo lo matamos? Tiene que haber alguna forma de matarlo ¿Cómo lo hacemos?

Ash: No podéis. Aún no comprendéis con lo que os enfrentáis... ¿No es cierto? Un organismo perfecto. Su perfección estructural es sólo comparable a su hostilidad.

Lambert: Tú le admiras...

Ash: Admiro su pureza. Es un superviviente al que no afectan la conciencia, los remordimientos... o las fantasías de moralidad. No tenéis ninguna posibilidad. Pero... ¡contáis con mi simpatía...!

Ventana mirando al mar


Ole


Lo que Nadal no pueda hacer es que no se puede hacer. Eres grande, chaval!

sábado, 10 de agosto de 2013

Falú

Se nos fue Eduardo Falú, un compositor, cantante y guitarrista argentino de gran calidad. Alguien que formó parte de mi infancia. Nunca fui a Salta y sin embargo la llevo en el alma.

A guitarrear con el viejo Yupanqui en los fogones estelares. Aunque el viejo era para echarle de comer aparte...

El dia que Manuel Picón vino a despedirse iba a encontrarse con Falú en el Teatro de la Villa. Justamente ese compromiso acortó la visita. Desde entonces sus canciones forman parte de mi paisaje habitual.

La muerte de Eduardo Falú.

El truco más viejo del mundo

Si me cuentas de verdad lo que pasó, te perdono todo.

Para dos días

Dos indigentes encuentran 700 euros y se los gastan en comida y en clubs de alterne.

viernes, 9 de agosto de 2013

Sindical

Y descubrió que la vida, la vida en pareja, era una permanente negociación entre sindicatos y patronal. Una negociación bronca, a cara de perro, donde no se hacían prisioneros.

Una de las partes terminaba por ceder. Por puro agotamiento.

No. No era ella.

jueves, 8 de agosto de 2013

Antes de que se acabe la vida

Antes de que se acabe la vida deseo pocas cosas. Una compañera de viaje. Amigos para guitarrear hasta el amanecer. Caminar sin reloj. El mar.

Deseo las montañas, una casa sencilla, la risa de mis hijos.

Aprender a vivir. Sí.

martes, 6 de agosto de 2013

Partida

Juego al ajedrez en Marsella. Muy cerca del Chateau d'If, donde Edmond Dantès comenzó a fraguar la venganza. Después de veinte años.

Me basta cerrar los ojos para salir a navegar.

Alimentos del futuro


Científicos holandeses presentaron hoy en Londres la primera hamburguesa creada y desarrollada artificialmente en un laboratorio a partir de células madre vacunas.

domingo, 4 de agosto de 2013

René Char

Los que vienen al mundo para no cambiar nada no merecen ni atención, ni paciencia.

Campaña

Vote a Goldman Sachs, ¡elimine al intermediario!

Duelos y quebrantos

Cuando una loca se va,
queda un buraco vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otra loca.