martes, 31 de julio de 2012

Wanted

Draghi: Vicepresidente de Goldman Sachs Europa cuando esta empresa ayudó a una familia griega corrupta a engañar a la UE. Monti: Asesor de Goldman Sachs en el mismo periodo. Luis de Guindos: Miembro del consejo asesor de Lehman Brothers Europa hasta su quiebra. Rato: Director del FMI hasta que estalló la crisis. Presidente de Bankia hasta su quiebra y rescate.

Hoy como ayer


lunes, 30 de julio de 2012

Europa

Draghi no existe. Son los padres.

Zamba de mi Esperanza


Yo y mi mamandurria,

por Lorenzo Silva (El Mundo, 29 de julio de 2012).

Sí, yo también tengo una mamandurria. Exactamente 426 euros al mes. Gracias a ella, y al comedor de Cáritas y a la Cruz Roja, mi familia y yo tenemos ropa y comida, pagamos los recibos, recargamos los dos móviles prepago con los que nos apañamos los cuatro y nada más. Los ahorros que fui haciendo para cubrir mi vejez pagan por ahora la hipoteca y así al menos no nos tenemos que ver en la calle. Pero echo cuentas y unos días me sale que bastarán para amortizar todo el préstamo y otros días me sale que no. Dependerá de cómo vaya el Euribor.

Tengo cincuenta y tres años y soy o fui ingeniero, pero desde hace tres años, cuando la crisis fulminó a mi empresa y mi empresa me fulminó a mí, no encuentro trabajo. No es que no haya visto ninguna oferta, pero en todas prefieren a titulados recién salidos, que son los más adaptables a las condiciones, desde el salario basura hasta la jornada infinita, que el nuevo modelo de relaciones laborales lleva aparejado. En vano he intentado hacerles ver a mis potenciales empleadores que estoy dispuesto a pasar también por ese aro. Me ven las canas, me ven la tripa y acaso calculan que mi salud cardiovascular no es óptima para asumir semejante desafío. Que pase el siguiente.

También he visto que hay ofertas de empleo en el extranjero, pero ahí la juventud pesa todavía más. He pasado dos procesos en los que fui siempre batido por chavales más jóvenes. Entre otras cosas, como la ausencia de cargas familiares que los distraigan o los vayan a deprimir con la añoranza del terruño, aquí resulta definitiva la baza de los idiomas. Todos estos han pasado un año de Erasmus en Londres o en Edimburgo o en Manchester. A mí me dieron francés en el colegio y el bachillerato, y el inglés que chapurreo lo he ido aprendiendo a bocados por el camino. Con eso, no puedo medirme con ellos.

De modo que aquí sigo, y cada día las perspectivas son un poco peores. Con cinco millones ya muy largos de desempleados, toda la obra pública parada y la privada bajo mínimos, mi empleabilidad resulta igual a cero, pero he aquí que esta semana he aprendido que yo soy el problema. Yo, y mi mamandurria.
Que me perdone quien tenga que perdonarme, desde el Dios Todopoderoso que está en lo alto hasta el último de mis conciudadanos para los que represento una carga insufrible, pero no puedo evitar acordarme de lo que sé y he visto, cuando aún estaba en el mundo con un traje y una corbata y un maletín lleno de papeles.

Las comilonas pantagruélicas repletas de concejales y politicastros de diputación provincial que inexorablemente se contabilizaban como gasto deducible, disminuyendo la cuota a ingresar de la empresa. O los BMW o los Mercedes en renting o leasing, que disfrutaban los que dirigían el cotarro y cuyas cuotas también iban a mermar lo que al final del ejercicio se le abonaba al erario público (durante cuatro años, incluso tuve yo uno, aunque el mío era sólo un Citroën grande).

Una vez me contaron que en cierta empresa, un banco para más señas, se hacía lo mismo pero con el avión a disposición de la cúpula y con cosas aún más escandalosas. La gente se sorprendería, si supiera los impuestos que pagan quienes más dinero mueven. Cómo, año tras año, les llega a salir negativa la declaración.

Nada de eso son mamandurrias, claro. Eso se llama optimización fiscal. Como tampoco lo es que una diputada y ministra con nueve propiedades inmobiliarias, una de ellas en Madrid, reciba una indemnización por vivienda para que pueda alojarse dignamente en la capital. Mil ochocientos euros, o lo que es lo mismo, la limosna que yo recibo multiplicada por cuatro. Eso, insisto, no es una mamandurria. Eso es una indemnización.

Sí, vengan a por mí. Me lo tengo merecido.

domingo, 29 de julio de 2012

En manos de Dios


Durante el tiempo en que fui policía tuve un compañero muy religioso. Siempre que íbamos de patrulla llevaba una Biblia junto al corazón. En la unidad solíamos reírnos de él: éramos bastante capullos.
En cierta ocasión nos vimos envueltos en una situación fea. Un comando de ex-militares del este había robado un banco y mantenía rehenes en el interior. Era gente con la sangre muy fría, sabían lo que hacían en todo momento. Tenían armas de guerra, fusiles de asalto, en fin, un verdadero arsenal. Y disparaban como demonios...
Estábamos en nuestras posiciones y recuerdo que empezaron a volar los tiros. Cada uno pensaba en salvar el pellejo y nada más. En esas situaciones actúas por instinto.
Cuando amainó la tormenta, comprobamos que la Biblia que llevaba mi compañero paró en seco una bala que estaba destinada a destrozarle el corazón: nos quedamos todos de piedra.
Si aquel día hubiera tenido una Biblia junto a su rostro... ¡estoy convencido de que aún seguiría con vida!

miércoles, 25 de julio de 2012

El chiringuito

¿Qué se puede decir de este gobierno que los españoles no hayan pensado ya? Nuestro ministro de economia, con ese siniestro parecido a Domingo Cavallo -autor, entre otros, del famoso "corralito" argentino-, el ministro Yoda, nuestro presidente, indescifrable, inescrutable, esférico...

Supuestamente, todos los males de España eran causados por Zapatero y su buenismo... pues bien, en seis meses de gobierno PP hemos logrado duplicar la prima de riesgo (el diferencial con el bono alemán) y, si no aparece Superman o Linterna Verde en el ultimo instante, parece que estamos abocados a un rescate total en otoño o antes (entonces el ajuste sería simplemente brutal, véanse Grecia o Portugal).

Uno oye a MAFO, antiguo gobernador del Banco de España, dar explicaciones de cómo hemos llegado hasta aquí y se queda perplejo. Empezando por el tono empleado, de charla de amigos en un bar, nadie asume ninguna responsabilidad, aquí no pasa nada.

Para refrescar la memoria y hacernos una idea de dónde estamos:

- En 2003-2004 (cuando el gobierno debió hacer algo para evitar la burbuja que provocó esto), la prima de riesgo estaba situada en -5 puntos.

- En marzo de 2009 (cuando se acababa el mundo), la prima de riesgo estaba en 90 puntos.

- Cuando Zapatero se marchó a dar conferencias (y le pagan...), la prima estaba en 270 puntos.

- Hoy, día de Santiago de 2012, con Yoda, Cavallo II y La Esfinge dirigiendo la economía española -lo que Bruselas les deja-, la prima de riesgo abrió por encima de 630 puntos.

Al parecer, estamos a un paso del derrumbe. ¿Significa eso que el gobierno va a trabajar a pleno en agosto y lo que haga falta para sacarnos del pozo? ¿Se va a constituir un gobierno de salvación nacional para unir fuerzas y presentar una imagen de solidez de cara al exterior? No. Todo eso supone mucho esfuerzo y, después de un semestre agotador contribuyendo a hundir el país por acción u omisión, los políticos españoles (todos ellos) se han ganado con creces sus merecidas vacaciones. Sobre todo los senadores de España (parientes directos de los "seres racionales", dícese de aquellos que toman raciones en los bares), que trabajan tanto como un minero o un estibador, o incluso más, vete tú a saber... TV QVOQVE...?


sábado, 21 de julio de 2012

Fuimos


Después de tanta lluvia, encontrarte así, de repente, sin previo aviso. Nos quisimos tanto, por las esquinas, en los portales, en los cafés de un Madrid que despertaba. No sabíamos vivir separados. La primera vez te esperé para ver Missing, la película de Costa-Gavras sobre los desaparecidos en Chile, en un cine de Fuencarral. Recuerdo que llegaste tarde y que llevabas unas botas rojas que te hacían resbalar a las primeras de cambio, tanto es así que tenía que sostenerte en el aire (para mi gozo). Me quedé observándote. Eras tan guapa que quitabas el sentío: eras una bailaora. Siempre que he querido recordarte lo he hecho así, te he imaginado bailando por bulerías undós-undostrés-cuatrocincoséis-sieteochonuevediéz! y con el pelo recogido, como en aquella foto en la que aparecías junto a tu hermana pequeña. O aquella otra que te hizo Natalia en La Alhambra y que me gustaba encontrar traspapelada entre mis cuadernos pentagramados. Menos mal que Boabdil no llegó a conocerte. La caída de Granada se habría retrasado, ¡o adelantado! Vaya usted a saber...
Era diciembre. Dentro del cine hacía más frío que en la calle. La insoportable tensión de la historia nos hacía vibrar. Jack Lemmon en su particular descenso a los infiernos, buscando a un hijo luminoso que no volvería a ver con vida. Los amigos del barrio, los maestros de escuela, los poetas pueden desaparecer. Años más tarde recorrería las calles de Santiago y de Valparaíso buscando rastros de fantasmas, pero ya no éramos. Tu vida siguió un camino distinto del mío.
Sin sospecharlo, Malasaña sería el eje de los años compartidos: La Blanqueada, donde oímos tangos y bebimos absenta hasta hacernos sangre, la calle La Palma, los paseos en moto, la casa en la Glorieta de Bilbao 1907, los cafés en otoño, el Maravillas, la Dos de Mayo, con Daóiz y Velarde salvando a España de los franceses, te me irías con un francés a la postre... pero tú aún no lo sabías. Me mirabas y sonreías. ¡Cómo me gustaba verte sonreír! Nos besábamos una y otra vez cuando era extraño hacerlo en las calles cubiertas de neblina y latía el gallo negro. Pero nosotros estábamos a salvo, estábamos juntos. Teníamos todo el tiempo por delante. Todo el mar.

jueves, 19 de julio de 2012

Noche de verano

Es una hermosa noche de verano.
Tienen las altas casas
abiertos los balcones
del viejo pueblo a la anchurosa plaza.
En el amplio rectángulo desierto,
bancos de piedra, evónimos y acacias
simétricos dibujan
sus negras sombras en la arena blanca.
En el cénit, la luna, y en la torre
la esfera del reloj iluminada.
Yo en este viejo pueblo paseando
solo, como un fantasma.

Antonio Machado - Campos de Castilla

lunes, 16 de julio de 2012

Andrea Fabra, diputada del Partido de los Pobres

¡Qué fácil resulta ser diputado hoy en día! ¿Verdad, señora Fabra? Hace algún tiempo había que saber algo de retórica, utilizar un lenguaje respetuoso con el contrario –al enemigo que huye, puente de plata–, buscar el consenso antes que el enfrentamiento estéril. Se guerreaba con argumentos, empleando la dialéctica. ¡Contra te, Super te! Claro que para eso hace falta un mínimo de cultura y es poco probable que una llamada de papi a los amigos del partido solucione esta carencia estructural.

Destacar por lo que se es o por lo que se hace por los demás antes que por lo que se tiene. Azaña fue un escritor brillante y Fraga publicó más de ochenta libros. Al igual que en la Teogonía, los tiempos parecen ir de mal en peor. De Azaña e Indalecio Prieto hemos pasado a Zapatero, Pepiño y Rubalcaba. De Niceto Alcalá Zamora, Fraga y Areilza hemos llegado a Rajoy, la esfinge sin misterio, Rodrigo Rato y la familia Fabra. Si nos ceñimos a este deambular de personajes públicos, los hijos resultan ser mucho más tontos que los padres y los nietos parecen experimentos genéticos fallidos. Hesíodo tenía definitivamente razón.
Y hoy es usted diputada. Sin más credenciales que sus mechas rubias, un papi de posibles con pinta de Don Corleone levantino en época de rebajas y la sensibilidad social de un burdégano carpetovetónico extraviado en Sierra Morena.
“Que se jodan”, nos dice la “señora” Fabra a todos los españoles que abonamos impuestos y que pagaremos la crisis a escote. Después tarda usted 24 horas en publicar un comunicado afirmando que en realidad se lo dijo a los miembros de la oposición. Como si fuéramos todos tontos. Excusatio non petita... ¡ya lo sabían los romanos! Pero no creo que usted conozca de Roma más centuriones que Gucci, Versace o Berlusconi, a los que probablemente confunda con Buffon, Pirlo o Balotelli. Pero este último es negro –aunque tiene una cresta rubia, para disimular–... tenga cuidado Doña Andrea, ¿se imagina la cara de su padre si le presentara un novio de color NEGRO? ¡Qué disgusto más grande, madre mía del Amor Hermoso! ¡Un negro! ¡Como Machín...!

Pero qué digo un novio, si usted está casada y bien casada, con otro señor muy bien “colocao” y un bronceado impecable. Qué descanso, tía Gertrudis...
Recuerda el tono del exabrupto de la niña bien al “muera la inteligencia" de Millán-Astray. Otro premio Adonais paciendo por la piel de toro.
Conocida es la respuesta de Miguel de Unamuno: “Venceréis, pero no convenceréis”, y se murió para no tener que vivir en la España del gallo negro.
Doña Andrea Fabra, que Dios le dé a usted y a los suyos setenta veces siete de lo que usted, en su infinita arrogancia e inefable torpeza, desea al trabajador español, que somos todos los que no hemos nacido en cuna de oro, es decir, la inmensa mayoría de este santo país y que, entre otras miles de cosas, pagamos su sueldo de di putada para que pueda insultarnos a gusto en horario infantil.

Al menos DE MOMENTO. También existió una Francia antes de 1789.

martes, 10 de julio de 2012

La ceremonia del adiós

Las primeras canas sellarían su sentencia de muerte. Desde hacía ya tiempo no se podían soportar. Era un malestar sordo, un cansancio infinito. De siglos. No puedo entender quién eres tú, ni qué tienes que ver conmigo. Nunca más playas, fogatas, guitarreadas. Habían sido sustituidos por un infierno de reproches y una falta de respeto mutua constante, casi deseando la desaparición física del otro, que era otra forma de desear el propio fin.

Distinto de mí hasta la saciedad y sin embargo tan extrañamente familiar.

Definitivamente había comenzado la ceremonia del adiós.

lunes, 9 de julio de 2012

La última tanga

Cuando creíamos que ya estaba todo inventado en la historia del crimen siempre hay espacio para la sorpresa. Parece ser que últimamente ciertos bandoneonistas argentinos tienen la sensación de que sus bandoneones han desaparecido. Ya sé, no me digás... En el 510 y en el 2.000 también...

Publicado en Clarín, 09-07-12


El músico Néstor Marconi sentía que estaba en la lista, que en cualquier momento le podía pasar. Muchos de sus colegas ya habían sufrido el robo de instrumentos. “Toda persona que haya pasado por mi casa pudo haberme escuchado tocar el bandoneón”, dijo al especular sobre quién pudo ser el que entró a su casa, en Olivos, el último fin de semana de junio.

Marconi creía que podía ser víctima ya que hace dos años que los bandoneones comenzaron a ser objeto de deseo . Porque están a precio dólar, porque son requeridos por los turistas y porque son costosos y difíciles de conseguir . Tras la Segunda Guerra Mundial se habían dejado de importar.

Durante los cinco días siguientes al robo a Marconi, al menos tres familias tocaron la puerta del luthier Oscar Fischer. Todas querían vender sus bandoneones. Pero Fischer comenzó a preocuparse por la extinción de bandoneones hace más de una semana. “En los 80 y los 90 los músicos viajaban a Europa sabiendo del auge del bandoneón. Iban y armaban una feria en el hall del hotel y vendían todo”, cuenta a Clarín en La Casa del Bandoneón, sobre la calle Salta.

Por eso, en 2004 pensó en impulsar una ley. Y en 2008 se sancionó la Ley de Protección del Bandoneón, que todavía no se reglamentó. “Si los músicos de elite hubieran apoyado la ley y el registro de instrumentos, lo de los robos se podría controlar un poco. Pero se les terminaba el negocio”, según Fischer, para quien la difusión que tuvo la ley hizo que los delincuentes se hayan enterado de lo rentable que podía ser robar un bandoneón.

Norberto Vogel dice que desde noviembre busca todos los días por Internet los cuatro bandoneones que le robaron de su casa. Cada músico asaltado sube a redes sociales y páginas de profesionales fotos y modelos del bandoneón robado. En el ambiente se estipuló un código, que tampoco significa que se cumpla: ningún músico puede comprar bandoneones robados .

Vogel dice que lo fundieron: que se llevaron una inversión de 20 mil dólares y tuvo que endeudarse y sacar créditos para comprar nuevos materiales de trabajo. “No sé cómo los reducen. No sé si se paran en el aeropuerto y los ofrecen, o si los roban por encargo. Cuando quisieron desmantelar los desarmaderos la Policía fue a Warnes. El mundo del bandoneón es mucho más chico que el de las autopartes. Apenas hay 5 o 6 casas que los arreglan, y 3 o 4 locales que compran y venden instrumentos”, comenta.

Además de dar conciertos en tanguerías, Vogel da clases particulares. En noviembre pasado, un hombre lo contactó para que le enseñara a tocar a su sobrino. Tres personas llegaron a su casa de Villa Urquiza: primero entró el mayor, de 65 años, quien lo había llamado, diciendo que sus sobrinos estaban estacionando. Se fue y llegaron los alumnos, ambos de 25 años. Todos vestían de traje. Después de la hora de clase sacaron un arma y un cuchillo. “ Vinieron por los cuatro bandoneones. No me pidieron la billetera, ni electrodomésticos, nada . Hace un mes un colega sufrió un robo igual en su casa de Almagro. Era la misma banda, con el mismo cuento del sobrino”, acotó.

La familia Weckesser lleva al menos tres generaciones de luthiers. Julia es la nieta del alemán Jorge Weckesser, que instaló un taller de reparación y afinación de bandoneones en el barrio de Barracas. “Nos llegan mails en cadena cuando roban un bandoneón. Es una nueva modalidad.

Se está lucrando con un patrimonio cultural. Los bandoneones tienen un número de serie, pero está grabado en la madera, y se puede borrar o truchar tranquilamente ”. Además, al no estar registrados, hasta un luthier con poca experiencia puede pintar, “maquillar” o cambiarle alguna pieza para que el bandoneón parezca otro y pueda venderse en algún sitio de Internet.

Fischer recuerda a un particular que se dedicaba a la compraventa y le robaron de su casa entre 10 y 13 bandoneones. Para él, no hay mafias ni bandas organizadas .En todo caso, hay complicidad . Argumenta que cuando le propuso a sus 480 clientes instalar GPS en los instrumentos, no juntó diez que estuvieran dispuestos a gastar los 600 pesos de instalación.

Además, comenta que han aparecido bandoneones robados en locales de la calle Sarmiento y los barrios de Belgrano y San Telmo. Y que fueron sus propios dueños los que llegaron hasta allí tras sufrir un robo. Los músicos saben que, al igual que el robo automotor, o de ruedas, el de bandoneones cuenta con distintas patas cómplices. De lo contrario, no habría delito.

jueves, 5 de julio de 2012

Silestone

Un anuncio para Silestone. Me encargué de hacer la BSO. Hablando el otro día con un amigo mío -uno de los propietarios de la agencia Struendo- me comentaba literalmente que el mundo de la producción videográfica "ha desaparecido de España". Ahora todo son virales. "Proyectos 0 euros..."

Silestone

Martin Rasskin | Myspace Music Videos

miércoles, 4 de julio de 2012

Súper Ratón

El clamor popular se ha traducido en hechos. Los presuntos ladrones donde tienen que estar, en un presunto tribunal o en la presunta cárcel ya que presuntamente han estafado hasta a sus propias presuntas abuelas, en el improbable caso de que tuvieran una presunta familia porque para venderle preferentes con vencimiento NUNCA a indefensos jubilados con el viejo truco de la primera parte de la parte contratante presuntamente hay que tener el alma muy negra o carecer (presuntamente) de ella.

No hay peor ladrón que el ladrón "legal", aquel que roba con la protección y las bendiciones del sistema. Cuando esto ocurre -sobre todo a la escala de la actual debacle bancaria española, que nos condena a todos a vivir peor y a pagar los platos rotos- cabe recordar lo que hacían los rusos con los miembros de las SS en su imparable marcha hacia Berlín. La lectura de "sus derechos" era rabiosamente breve... y además se hacía en RUSO.

Pero no hay miedo... al igual que Urdangarín (presunto mangante real), estos individuos podrán jugar al golf este verano o visitar el Londres olímpico. Han trabajado hasta la extenuación -estafar cansa- y se merecen un descanso o como mínimo un fin de semana caribeño en compañía de un robusto guardaespaldas... ¡pillines!

Rato, Olivas y Acebes son citados por el caso Bankia.
La Audiencia Nacional imputa a Rato, Olivas, Acebes y otros ex 30 directivos de Bankia

martes, 3 de julio de 2012

El guardián entre el centeno

Días de fuego en Castilla. El río baja perezoso. Por las noches refresca y salimos a contar estrellas. Hace tiempo que renuncié a vivir en las ciudades.

Mis hijos juegan y no paran de reír. Me limito a velar su sueño.

Asombro de estar vivo.