Creía que estábamos en crisis, pero no. No es así. La crisis es un estado de ánimo. La crisis es para pobres de espíritu y hombres de poca fe. Perdedores de mus.
Un país que puede pagar 8.434.280 millones de euros para el "sostenimiento" de la Familia y la Casa del Rey es un país poderoso, próspero.
Vuelve a no ponerse el sol sobre las tierras, las tierras de España.
Galeones cargados de oro remontan el Guadalquivir, especias, jubones, loros, papagayos, ricas sedas. Que no falte de nada. Gonzalo de Córdoba, Cortés, Solís, Pizarro, el Gran Almirante, el Cid, el Sursum Corda.
"... La Hispaniola es maravilla; las sierras y las montañas y las vegas y las campiñas, y las tierras tan hermosas y gruesas para plantar y sembrar, para criar ganados de todas suertes, para edificios de villas y lugares. Los puertos de la mar aquí no habría creencia sin vista, y de los ríos muchos y grandes, y buenas aguas, los más de los cuales traen oro..."
Es un motivo de orgullo que nuestro país sea capaz de tales dispendios en medio de la tormenta perfecta. ¡Salve! ¡Salve!
Orgullo y pasión.
¿Acaso los recientes realojos en el Museo de Cera entran en el Real Presupuesto?
A galopar...!
jueves, 29 de diciembre de 2011
martes, 27 de diciembre de 2011
miércoles, 21 de diciembre de 2011
Planetas exteriores
Esta mañana fui a ducharme y no salía agua. En mi ingenuidad, pensé que habían cortado el suministro general. Pero no. Se me habían helado las cañerías. A mí solito.
Antiguos ocupantes de la unidad de exploración experimental que me sirve de morada dejaron instrucciones al respecto: "En caso de que se te hielen las cañerías, no abras los grifos. Peligro de EXPLOSIÓN".
Empiezo a pensar que esto de vivir en medio de la nada quizás no sea una GRAN IDEA.
Desde mi invernadero autosuficiente reclamo una expedición de ayuda de la Agencia Espacial Europea. No contestan. A ser posible les pediría que dejaran de enviar simpáticas cucarachas robóticas y opten por astronautas de carne y hueso. "Las" astronautas.
El Sol aparece en el horizonte como un punto diminuto y pálido. La atmósfera es irrespirable. Las condiciones de trabajo son similares a las impuestas por las ETT terrestres a la sombra de la reforma del Tratado de la UE de 2014 que estandarizó los contratos por segundos y fijó las indemnizaciones por despido en 50 euros y un día en Gandía para toda la familia. Hace un frío sepulcral.
Me consuelo pensando en la sideral distancia que me separa del bueno de mi suegro. El espacio profundo tiene sus compensaciones.
Se prepara otra tormenta de metano. Voy a verme Mogambo por enésima vez. A ver si mañana logro afeitarme. Corto la transmisión.
Antiguos ocupantes de la unidad de exploración experimental que me sirve de morada dejaron instrucciones al respecto: "En caso de que se te hielen las cañerías, no abras los grifos. Peligro de EXPLOSIÓN".
Empiezo a pensar que esto de vivir en medio de la nada quizás no sea una GRAN IDEA.
Desde mi invernadero autosuficiente reclamo una expedición de ayuda de la Agencia Espacial Europea. No contestan. A ser posible les pediría que dejaran de enviar simpáticas cucarachas robóticas y opten por astronautas de carne y hueso. "Las" astronautas.
El Sol aparece en el horizonte como un punto diminuto y pálido. La atmósfera es irrespirable. Las condiciones de trabajo son similares a las impuestas por las ETT terrestres a la sombra de la reforma del Tratado de la UE de 2014 que estandarizó los contratos por segundos y fijó las indemnizaciones por despido en 50 euros y un día en Gandía para toda la familia. Hace un frío sepulcral.
Me consuelo pensando en la sideral distancia que me separa del bueno de mi suegro. El espacio profundo tiene sus compensaciones.
Se prepara otra tormenta de metano. Voy a verme Mogambo por enésima vez. A ver si mañana logro afeitarme. Corto la transmisión.
domingo, 18 de diciembre de 2011
Sodade
Se acaba de marchar Cesaria Évora, la diosa de los pies descalzos. En el cielo deben estar de enhorabuena. En casa llueve dentro.
Una voz y una personalidad formidables. Inconfundible. La música caboverdiana es un cambio de agujas, una vela encendida en pleno día.
Un viaje de ida y vuelta.
Una voz y una personalidad formidables. Inconfundible. La música caboverdiana es un cambio de agujas, una vela encendida en pleno día.
Un viaje de ida y vuelta.
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viernes, 16 de diciembre de 2011
lunes, 12 de diciembre de 2011
Groucho y yo
En tiempos de penuria no hay nada como aprender a tomarse las cosas con cierta distancia. La gente que vivió la posguerra de la Guerra Civil española, donde no había nada de nada, suele recordar "el hambre que pasaba" y agregan a continuación "...y lo que nos reíamos...".
La radio jugaba un papel de primer orden como elemento de cohesión social y tengo la impresión de que, pese a las dificultades, la gente estaba más unida y se interesaba más por los problemas del vecino.
Hoy vivimos rodeados de aparatitos que dificultan el verdadero contacto humano. Preferimos los mails a una charla mano a mano y tenemos telefoninos que nos permiten navegar las 24 horas por un mundo de cifras e imágenes de cartón piedra. Es como comparar una fotografía digital con un buen cuadro. Estamos situados en el aparcamiento subterráneo de la caverna platónica. No llega la luz, ni el aire ni nada.
Si los tiempos de la posguerra española eran complicados, qué decir del cambio del siglo XIX al XX en Nueva York para una familia de inmigrantes judíos sin dinero. La gente aprendía a buscarse la vida casi al mismo tiempo que aprendía a andar. Si no se encontraba trabajo se inventaba. Se hacían masters en realidad a base de darse golpes.
La familia de Groucho Marx era algo especial. Las memorias que escribió, "Groucho y yo", me han acompañado a lo largo de diversas etapas. Las leí por primera vez cuando tenía 14 años y desde entonces siempre las he consultado para volver a reírme con alguna de sus historias, porque la propia vida de Groucho es el combustible de sus parodias.
Cabe imaginar a los padres del clan Marx y a los cinco hermanos riendo sin parar en alguna de las incontables casas en las que vivieron huyendo de los clientes de papá Marx, el peor sastre de Brooklyn. La madre fue quien aglutinó al grupo y negoció sus primeros contratos. Por los pasillos se oye a Chico y a Harpo practicar en instrumentos desvencijados. La casa es un caos lleno de vida.
Los relatos de Groucho acerca de la crisis del 29 y la manera en que fundió sus ahorros no tienen desperdicio y están de rabiosa actualidad. "Aquello no paraba de subir, la gente se había vuelto loca, y yo también. Todos comprábamos acciones apalancados...".
He aquí un link para descargar "Groucho y yo" en formato e-pub. Aparecerá una pantalla en donde basta pulsar el botón "Download" para descargarse el archivo. En la red hay varios e-reader gratuitos que leen este formato. Espero que lo disfruten y lo compartan con los amigos "reales".
Mientras permanezcamos en este mundo absurdo, la consigna es reírse todo lo que se pueda, hacer el amor más allá de lo médicamente aconsejable, conocer mundo, encontrar actividades que nos apasionen y disfrutar al máximo. Si somos capaces de ligar algo de esto con la solidaridad o la entrega a los demás (incluyo en este capítulo la entrega a los hijos, los padres, la familia o los amigos), entonces apaga y vámonos.
Que cuando llegue la parca encuentre la maquinaria con kilómetros de más, el embrague roto, el catalizador aplastado y la ITV caducada.
La radio jugaba un papel de primer orden como elemento de cohesión social y tengo la impresión de que, pese a las dificultades, la gente estaba más unida y se interesaba más por los problemas del vecino.
Hoy vivimos rodeados de aparatitos que dificultan el verdadero contacto humano. Preferimos los mails a una charla mano a mano y tenemos telefoninos que nos permiten navegar las 24 horas por un mundo de cifras e imágenes de cartón piedra. Es como comparar una fotografía digital con un buen cuadro. Estamos situados en el aparcamiento subterráneo de la caverna platónica. No llega la luz, ni el aire ni nada.
Si los tiempos de la posguerra española eran complicados, qué decir del cambio del siglo XIX al XX en Nueva York para una familia de inmigrantes judíos sin dinero. La gente aprendía a buscarse la vida casi al mismo tiempo que aprendía a andar. Si no se encontraba trabajo se inventaba. Se hacían masters en realidad a base de darse golpes.
La familia de Groucho Marx era algo especial. Las memorias que escribió, "Groucho y yo", me han acompañado a lo largo de diversas etapas. Las leí por primera vez cuando tenía 14 años y desde entonces siempre las he consultado para volver a reírme con alguna de sus historias, porque la propia vida de Groucho es el combustible de sus parodias.
Cabe imaginar a los padres del clan Marx y a los cinco hermanos riendo sin parar en alguna de las incontables casas en las que vivieron huyendo de los clientes de papá Marx, el peor sastre de Brooklyn. La madre fue quien aglutinó al grupo y negoció sus primeros contratos. Por los pasillos se oye a Chico y a Harpo practicar en instrumentos desvencijados. La casa es un caos lleno de vida.
Los relatos de Groucho acerca de la crisis del 29 y la manera en que fundió sus ahorros no tienen desperdicio y están de rabiosa actualidad. "Aquello no paraba de subir, la gente se había vuelto loca, y yo también. Todos comprábamos acciones apalancados...".
He aquí un link para descargar "Groucho y yo" en formato e-pub. Aparecerá una pantalla en donde basta pulsar el botón "Download" para descargarse el archivo. En la red hay varios e-reader gratuitos que leen este formato. Espero que lo disfruten y lo compartan con los amigos "reales".
Mientras permanezcamos en este mundo absurdo, la consigna es reírse todo lo que se pueda, hacer el amor más allá de lo médicamente aconsejable, conocer mundo, encontrar actividades que nos apasionen y disfrutar al máximo. Si somos capaces de ligar algo de esto con la solidaridad o la entrega a los demás (incluyo en este capítulo la entrega a los hijos, los padres, la familia o los amigos), entonces apaga y vámonos.
Que cuando llegue la parca encuentre la maquinaria con kilómetros de más, el embrague roto, el catalizador aplastado y la ITV caducada.
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lunes, 5 de diciembre de 2011
El mudo
Roberto Díaz está en el hospital. Día gris. Su viejo está ingresado. Se juegan los minutos del descuento. No habrá prórroga.
Por la radio suena Gardel cantando "Milonga Sentimental".
Roberto le pregunta a su padre:
—¿Sabés quién canta?
—¡Gardel! ¡Qué pregunta...!— responde.
—¿Sabés quién soy yo?
—No— dice el viejo —¿Vos quién sos...?
—Tu hijo, papá.
Por la radio suena Gardel cantando "Milonga Sentimental".
Roberto le pregunta a su padre:
—¿Sabés quién canta?
—¡Gardel! ¡Qué pregunta...!— responde.
—¿Sabés quién soy yo?
—No— dice el viejo —¿Vos quién sos...?
—Tu hijo, papá.
domingo, 4 de diciembre de 2011
Se viene el frío
El río que pasa a la vera de mi puerta garantiza nieblas matutinas hasta las 11:30 como mínimo. Así que aquí estoy, intentando calentar la casa. La chimenea devora la leña casi a la misma velocidad con la que la traigo del bosque y el calor se concentra en un estrecho pasillo de cuatro metros cuadrados. El resto es SIBERIA o NUEVA ZEMBLA.
A ver... 4 de diciembre... faltan 17 días para el solsticio... fenomenal. Luego los días alciónicos, después más nieve, hielo. El día de la marmota.
Lo fantástico de este frío es que uno aprecia el sol en lo que vale. Ahora mismo, 14:56 de un domingo, tenemos un sol espléndido que invita a caminar hasta el infinito y más allá mientras Europa hace glub-glub.
Para ser feliz hace falta un fuego y una bicicleta.
A ver... 4 de diciembre... faltan 17 días para el solsticio... fenomenal. Luego los días alciónicos, después más nieve, hielo. El día de la marmota.
Lo fantástico de este frío es que uno aprecia el sol en lo que vale. Ahora mismo, 14:56 de un domingo, tenemos un sol espléndido que invita a caminar hasta el infinito y más allá mientras Europa hace glub-glub.
Para ser feliz hace falta un fuego y una bicicleta.
viernes, 2 de diciembre de 2011
Autoempleo en el final de los tiempos
Juan Antonio R. C., de 37 años, había conseguido una manera fácil y rentable de ganarse la vida. Este vecino de Vallecas (Madrid) ha sido detenido y acusado por la policía de haber robado en el último año al menos 3.000 carros de compra en distintos centros comerciales de la región que luego revendía a una chatarrería del sur de la capital, cuya propietaria y encargado también han sido detenidos. El montante de lo sustraído puede alcanzar, según los investigadores, unos 290.000 euros.
El precio de un carrito de hipermercado oscila entre los 80 y los 200 euros según su resistencia al peso, el kilo de metal para fundición se sitúa en los tres y cuatro euros y un carrito suele pesar más de 12. Las investigaciones se iniciaron por parte de la comisaría del distrito de Puente de Vallecas, en el este de la capital, al recibir diversas denuncias de supermercados y centros comerciales en las que relataban que estaban sufriendo robos de carros de manera continuada. Los agentes iniciaron una investigación y decidieron colocar un dispositivo GPS de manera aleatoria en un carro.
Una de las veces, este dispositivo de localización les llevó hasta una calle del Vallecas y, más concretamente, a una furgoneta. En su interior, hallaron dos carros listos para ser vendidos, por lo que detuvieron al propietario del vehículo. El presunto ladrón de carritos confesó que llevaba desde principios de año robándolos con una frecuencia de, al menos, dos al día.
Las pesquisas continuaron y permitieron llegar hasta la chatarrería, situada en Vicálvaro, y arrestar a la propietaria y del encargado de la empresa por un delito de receptación (comprar material robado a sabiendas). En el local se hallaron 29 carros de diversos establecimientos comerciales. Cuando adquirían los carros, los achatarraban y luego vendían este material, según la policía.
El precio de un carrito de hipermercado oscila entre los 80 y los 200 euros según su resistencia al peso, el kilo de metal para fundición se sitúa en los tres y cuatro euros y un carrito suele pesar más de 12. Las investigaciones se iniciaron por parte de la comisaría del distrito de Puente de Vallecas, en el este de la capital, al recibir diversas denuncias de supermercados y centros comerciales en las que relataban que estaban sufriendo robos de carros de manera continuada. Los agentes iniciaron una investigación y decidieron colocar un dispositivo GPS de manera aleatoria en un carro.
Una de las veces, este dispositivo de localización les llevó hasta una calle del Vallecas y, más concretamente, a una furgoneta. En su interior, hallaron dos carros listos para ser vendidos, por lo que detuvieron al propietario del vehículo. El presunto ladrón de carritos confesó que llevaba desde principios de año robándolos con una frecuencia de, al menos, dos al día.
Las pesquisas continuaron y permitieron llegar hasta la chatarrería, situada en Vicálvaro, y arrestar a la propietaria y del encargado de la empresa por un delito de receptación (comprar material robado a sabiendas). En el local se hallaron 29 carros de diversos establecimientos comerciales. Cuando adquirían los carros, los achatarraban y luego vendían este material, según la policía.
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