Cada estrella tiene una zona habitable. Un rango de distancias a su
alrededor en el que las temperaturas no son ni demasiado calientes ni
demasiado frías.
Es una cuestión de equilibro.
La NASA y la ESA recomiendan evitar situaciones potencialmente desequilibrantes.
Pues eso.
miércoles, 8 de abril de 2015
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