lunes, 31 de diciembre de 2018

Soles

Para ser el último día del año en el centro de todas las Hispanias hace muy buen tiempo. Esta mañana hasta jugué un rato al fútbol con los niños de los vecinos. Los críos me llaman "el nuevo fichaje argentino", jaja.

¿Qué significa este sol que apenas remonta como una cometa perezosa? ¿Querrá esto decir que se acabaron los inviernos y que a partir de ahora la vida será un siglo de primavera por decreto? ¿Acaso las navegaciones en círculos entre icebergs dignos vástagos del cambio climático tocan a su fin? No hay compartimientos estancos ni escotillas que eviten el naufragio de las almas.

Me duelen los ojos de tanto otear el horizonte. Muchos más de cien días hace que perdí la línea de costa. Y sin embargo.... ahí a lo lejos pareciera... una luz intermitente... sí, es posible. Un destello, un resplandor tenue.

Os deseo a todos una feliz singladura y el descubrimiento de grandes tesoros humanos en este nuevo año. A por ello. Cuando hay amor, cuando hay interés... todo puede ser.

¡Al noroeste cuarta al oeste seis grados y medio, señor Rasskin, como Fernando de Magallanes! ¡Más allá del horizonte, donde da la vuelta el aire!

Alguien lo dijo antes que yo (y, probablemente, antes que él). Uno se da cuenta de que está enamorado cuando descubre que otra persona es única. Irrepetible.

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