Con el talento natural para la política y la diplomacia que la caracteriza, Ana Botella vuelve a lucirse. ¿Cómo es posible que en medio de la crisis más brutal y prolongada desde la Guerra Civil esta señora se permita presumir de bajarse el sueldo un 2 por ciento, hasta situarlo en 100.000 euros brutos, retribución que supera el sueldo del Presidente del Gobierno de España?
Si habláramos de Iñaki Azkuna, recientemente fallecido, gran alcalde de Bilbao y persona respetada y querida por todos, tirios y troyanos, nacionalistas y prohombres del Partido Popular, otro gallo cantaría. Pero se trata de Ana Botella, alcaldesa no elegida por las urnas, la Ana Botella del café con leche in Plaza Mayor -sí, aquello realmente ocurrió-, la de la presentación de vergüenza ajena de Madrid 2020, la de la huelga salvaje del servicio de limpieza y un extenso etcétera.
Sabido es que Quod natura non dat, Salmantica non praestat, pero habría que preguntarse por quienes desde su propio partido permiten este estado de cosas. La conjura de los necios.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella (PP), ha anunciado esta mañana que retrasará un año la aplicación de la ley estatal que quita la dedicación exclusiva (y, por tanto, el sueldo íntegro) a 12 de 57 concejales de la capital. Botella revierte así su decisión inicial de ejecutar de inmediato el recorte, pese a que el Gobierno le permitió posponerlo hasta 2015. La alcaldesa planeaba cargar el peso del ajuste sobre la oposición, perjudicando particularmente a Izquierda Unida y Unión Progreso y Democracia. Por contra, Botella ha presumido hoy de bajarse el sueldo de 101.988 a 100.000 euros al año.
Con el reparto ideado por la alcaldesa para aplicar la ley estatal, sólo perderían su sueldo tres de los 31 concejales del PP (dos, además, pueden cobrar salario como diputadas), es decir, el 10%. En el PSOE, se verían afectados tres de sus 15 concejales (el 20%). Este reparto lineal en vez de proporcional al número de ediles laminaría a IU, que perdería tres de sus seis concejales a tiempo completo (el 50%) y a UPyD, que perdería a tres de cinco (el 60%).
Ante el rechazo unánime a este sistema de los grupos de la oposición, Botella ha optado finalmente por retrasar su aplicación hasta después de las próximas elecciones municipales, tal y como prevé la ley para aquellas ciudades que, como Madrid, cumple los requisitos presupuestarios fijados por el Ministerio de Hacienda.
Los partidos políticos se evitan así una batalla muy peligrosa de cara a la ciudadanía, puesto que si la capital cumple esos requisitos de Hacienda es precisamente, como ha reconocido hoy la propia alcaldesa, gracias a los sacrificios de los madrileños, que llevan tres años encajando fuertes recortes sociales y subidas de impuestos municipales.
Esta gresca podría transmitir la sensación de que los políticos maniobran para proteger sus salarios, algo que todos los grupos consideran injusto y querrían evitar.
Quién no ha podido evitar finalmente caer en esa tentación ha sido, paradójicamente, la propia alcaldesa, que ha presumido esta mañana de haberse bajado el salario pese a no tener la obligación de hacerlo.
Botella tiene un sueldo de 101.988 euros (sin contar sus trienios de funcionaria); el presidente del pleno, Ángel Garrido (PP), y la primera teniente de alcalde, Concepción Dancausa (PP), cobran 97.908 euros (sin trienios). Los otros cinco miembros del gobierno (todos del PP) ganan 93.829 euros, lo mismo que los tres líderes de la oposición. Los 21 concejales de distrito (todos del PP) cobran 91.789 euros. Al resto de ediles (todos de la oposición) les corresponde un salario de 62.014 euros.
La Ley 27/2013 de racionalización y sostenibilidad de la Administración local, que entró en vigor el 31 de diciembre, obliga a reducir el sueldo de la alcaldesa hasta los 100.000 euros. Al igual que permite retrasar el ajuste de concejales de dedicación exclusiva hasta 2015, la norma también prevé atrasar la bajada de salario a la alcaldesa.
Botella, sin embargo, ha alardeado esta mañana diciendo que, como “cabeza de la Administración municipal”, aceptará la rebaja de inmediato sin pedir prórroga. En realidad, la alcaldesa cobrará 1.998 euros brutos menos al año.
¿En qué se traduce esa rebaja? Botella pasará de ganar aproximadamente 5.000 euros netos al mes a cobrar alrededor de 4.900.
Sin embargo, su sueldo como alcaldesa se complementa con los trienios que le corresponde como funcionaria (pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado).
En los presupuestos para 2014, su nómina ascendía a 106.500 euros, es decir, casi 5.000 más de lo que le correspondería como alcaldesa. Ese complemento no se verá afectado por la rebaja.
Si habláramos de Iñaki Azkuna, recientemente fallecido, gran alcalde de Bilbao y persona respetada y querida por todos, tirios y troyanos, nacionalistas y prohombres del Partido Popular, otro gallo cantaría. Pero se trata de Ana Botella, alcaldesa no elegida por las urnas, la Ana Botella del café con leche in Plaza Mayor -sí, aquello realmente ocurrió-, la de la presentación de vergüenza ajena de Madrid 2020, la de la huelga salvaje del servicio de limpieza y un extenso etcétera.
Sabido es que Quod natura non dat, Salmantica non praestat, pero habría que preguntarse por quienes desde su propio partido permiten este estado de cosas. La conjura de los necios.
Botella se rebaja el sueldo de 101.988 a 100.000 euros
por Bruno García Gallo, El PaísLa alcaldesa de Madrid, Ana Botella (PP), ha anunciado esta mañana que retrasará un año la aplicación de la ley estatal que quita la dedicación exclusiva (y, por tanto, el sueldo íntegro) a 12 de 57 concejales de la capital. Botella revierte así su decisión inicial de ejecutar de inmediato el recorte, pese a que el Gobierno le permitió posponerlo hasta 2015. La alcaldesa planeaba cargar el peso del ajuste sobre la oposición, perjudicando particularmente a Izquierda Unida y Unión Progreso y Democracia. Por contra, Botella ha presumido hoy de bajarse el sueldo de 101.988 a 100.000 euros al año.
Con el reparto ideado por la alcaldesa para aplicar la ley estatal, sólo perderían su sueldo tres de los 31 concejales del PP (dos, además, pueden cobrar salario como diputadas), es decir, el 10%. En el PSOE, se verían afectados tres de sus 15 concejales (el 20%). Este reparto lineal en vez de proporcional al número de ediles laminaría a IU, que perdería tres de sus seis concejales a tiempo completo (el 50%) y a UPyD, que perdería a tres de cinco (el 60%).
Ante el rechazo unánime a este sistema de los grupos de la oposición, Botella ha optado finalmente por retrasar su aplicación hasta después de las próximas elecciones municipales, tal y como prevé la ley para aquellas ciudades que, como Madrid, cumple los requisitos presupuestarios fijados por el Ministerio de Hacienda.
Los partidos políticos se evitan así una batalla muy peligrosa de cara a la ciudadanía, puesto que si la capital cumple esos requisitos de Hacienda es precisamente, como ha reconocido hoy la propia alcaldesa, gracias a los sacrificios de los madrileños, que llevan tres años encajando fuertes recortes sociales y subidas de impuestos municipales.
Esta gresca podría transmitir la sensación de que los políticos maniobran para proteger sus salarios, algo que todos los grupos consideran injusto y querrían evitar.
Quién no ha podido evitar finalmente caer en esa tentación ha sido, paradójicamente, la propia alcaldesa, que ha presumido esta mañana de haberse bajado el salario pese a no tener la obligación de hacerlo.
Botella tiene un sueldo de 101.988 euros (sin contar sus trienios de funcionaria); el presidente del pleno, Ángel Garrido (PP), y la primera teniente de alcalde, Concepción Dancausa (PP), cobran 97.908 euros (sin trienios). Los otros cinco miembros del gobierno (todos del PP) ganan 93.829 euros, lo mismo que los tres líderes de la oposición. Los 21 concejales de distrito (todos del PP) cobran 91.789 euros. Al resto de ediles (todos de la oposición) les corresponde un salario de 62.014 euros.
La Ley 27/2013 de racionalización y sostenibilidad de la Administración local, que entró en vigor el 31 de diciembre, obliga a reducir el sueldo de la alcaldesa hasta los 100.000 euros. Al igual que permite retrasar el ajuste de concejales de dedicación exclusiva hasta 2015, la norma también prevé atrasar la bajada de salario a la alcaldesa.
Botella, sin embargo, ha alardeado esta mañana diciendo que, como “cabeza de la Administración municipal”, aceptará la rebaja de inmediato sin pedir prórroga. En realidad, la alcaldesa cobrará 1.998 euros brutos menos al año.
¿En qué se traduce esa rebaja? Botella pasará de ganar aproximadamente 5.000 euros netos al mes a cobrar alrededor de 4.900.
Sin embargo, su sueldo como alcaldesa se complementa con los trienios que le corresponde como funcionaria (pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado).
En los presupuestos para 2014, su nómina ascendía a 106.500 euros, es decir, casi 5.000 más de lo que le correspondería como alcaldesa. Ese complemento no se verá afectado por la rebaja.
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