La obertura de Tannhäuser es una música poderosa, plena de premoniciones. Como lo es la música de Gustav Mahler. En mi opinión, algunas oberturas de las óperas de Wagner encierran verdaderos tesoros sinfónicos. Tannhäuser es una de mis favoritas y, al parecer, en Alemania se la considera un segundo himno.
Más allá de la eterna discusión sobre la ideología de Wagner -si analizáramos la vida privada de muchos artistas habría más de una decepción-, su música es grandiosa. Destinada a perdurar.
En esta ocasión, uno de los directores de orquesta más importantes del siglo XX, Sir Georg Solti, dirige la Orquesta Sinfónica de Chicago.
Queda la magia.
martes, 28 de octubre de 2014
lunes, 27 de octubre de 2014
sábado, 25 de octubre de 2014
E lucevan le stelle
Mañana de sábado otoñal en el hemisferio norte. La versión de Carlo Bergonzi de esta conocida aria de Tosca me sigue emocionando como el primer día. En un mundo pleno de ruidos de toda condición, la voz de Dios. La comparto con todos vosotros.
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viernes, 24 de octubre de 2014
Héroes del mar
No se trata de un fotomontaje. Está ocurriendo. Subsaharianos encaramados a la valla fronteriza de la ciudad española de Melilla -enclavada en el continente africano- mientras dos personas de bien de las de toda la vida juegan al golf. Un deporte de masas.
Los subsaharianos proceden de una variedad de países cuyas fronteras fueron trazadas a toda prisa durante el proceso de descolonización de África. Para llegar hasta Melilla han superado un verdadero infierno. Han atravesado desiertos de muerte, han sido extorsionados por las mafias de traficantes o cosas peores. Maltratados a uno y otro lado de la valla.
Tampoco tienen vuelta atrás, no hay retorno posible, porque estos seres humanos que se ven en la parte posterior de la fotografía son la única esperanza de salvación de sus familias. Sus padres literalmente los lanzan al desierto: si no logras llegar a Europa, no vuelvas... Esos son los códigos de la desesperación.
Si finalmente terminan cruzando el estrecho, su destino es vender La Farola, cuidar coches o ratear. Nadie se ocupará de ellos, porque nuestro sistema ya produce su propio material descartable.
Es de suponer que vivimos en un mundo post-ideológico, porque ya se sea de izquierdas o de derechas, el europeo de pro aspira al mismo desarrollo exclusivamente material: tarjetas opacas, coches de alta gama, urbanizaciones exclusivas, cruceros. El triunfo aplastante de la avaricia y la mediocridad.
Un mundo muy, muy feliz.
domingo, 19 de octubre de 2014
sábado, 11 de octubre de 2014
jueves, 9 de octubre de 2014
Gente luminosa
Escuchar al misionero agustino recoleto José Luis Garayoa emociona hasta lo más hondo. Alguien que trabaja en primera línea y mira al mal cara a cara.
Al mal en unas dimensiones desconocidas para los occidentales. Sierra Leona es zona cero en lo que al ébola respecta, pero ese SOLO es uno más de los terribles problemas que enfrenta su población: el mayor índice proporcional de SIDA en África, la mayor mortalidad en el parto, una altísima tasa de mortalidad infantil… Analfabetismo, falta de infraestructura sanitaria, malaria, tifus, cólera, desnutrición… los Cuatro Jinetes se quedan cortos.
Como otros tantos hombres y mujeres que arriesgan sus vidas y trabajan por los demás. Esta gente no es de este mundo y merecen toda la ayuda posible, así como todo el cariño y respeto. Son dignos de llamarse seres humanos.
Garayoa habla de Dios y de la fe como un San Manuel Bueno Mártir de nuestro tiempo. La ausencia de Dios sería insoportable viendo la miseria más extrema campar a sus anchas. Habría que inventarlo si fuera necesario.
Todos los libros de filosofía no valen una frase de este hombre. ¿Por qué existe el sufrimiento, el dolor, la muerte? ¿Cómo es posible que 2.000 millones de personas vivan a todo tren mientras más de 5.000 millones se debaten entre la pobreza y la miseria animal? Niños que mueren antes de haber comenzado a vivir.
Garayoa y otras personas como él son seres de luz. Indispensables. Únicos.
Al mal en unas dimensiones desconocidas para los occidentales. Sierra Leona es zona cero en lo que al ébola respecta, pero ese SOLO es uno más de los terribles problemas que enfrenta su población: el mayor índice proporcional de SIDA en África, la mayor mortalidad en el parto, una altísima tasa de mortalidad infantil… Analfabetismo, falta de infraestructura sanitaria, malaria, tifus, cólera, desnutrición… los Cuatro Jinetes se quedan cortos.
Como otros tantos hombres y mujeres que arriesgan sus vidas y trabajan por los demás. Esta gente no es de este mundo y merecen toda la ayuda posible, así como todo el cariño y respeto. Son dignos de llamarse seres humanos.
Garayoa habla de Dios y de la fe como un San Manuel Bueno Mártir de nuestro tiempo. La ausencia de Dios sería insoportable viendo la miseria más extrema campar a sus anchas. Habría que inventarlo si fuera necesario.
Todos los libros de filosofía no valen una frase de este hombre. ¿Por qué existe el sufrimiento, el dolor, la muerte? ¿Cómo es posible que 2.000 millones de personas vivan a todo tren mientras más de 5.000 millones se debaten entre la pobreza y la miseria animal? Niños que mueren antes de haber comenzado a vivir.
Garayoa y otras personas como él son seres de luz. Indispensables. Únicos.
Thomas Bernhard
"Cuando se está solo mucho tiempo, cuando se ha acostumbrado uno a estar solo, cuando se ha adiestrado uno para estar solo, se descubren cada vez más cosas por todas partes allí donde para los demás no hay nada".
En esta frase del escritor austríaco se inscribe su concepción del mundo. Un autor intenso, duro, incapaz de bajar el pistón. Enemigo de sí mismo.
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