miércoles, 28 de enero de 2015

La Cançó del Lladre

Boadella se quedó corto en sus incontables obras, divertidísimas por cierto, en las que se ridiculizaba la figura de Jordi Pujol. Resulta muy lastimoso ver al señor Pujol y a su extraña familia dando explicaciones absurdas y amenazando con tirar de la manta, estilo si caigo yo aquí no queda nadie en pie.

¿En manos de qué clase de gente ha estado la política de este país? ¿Cómo es posible que personajes como Urdangarín hayan medrado año tras año metidos en todas las salsas? Las cajas de ahorros, creadas con una función social, dedicadas al ladrillo salvaje... no hay una que se salve.

Claro que cabría preguntarse por la naturaleza humana. ¿Quiere todo esto decir que el Señor de los Anillos es un compendio de sabiduría incontestable y todo insecto en contacto con un "tesoro" se vuelve majara e incluso transmite su locura a su prole? Un dilema digno de Darwin.

Si esto fuese así, todo aquel que tuviera responsabilidades ante los ciudadanos debería POR LEY estar lo más lejos posible de MI TESORO. Para evitar tentaciones. Porque aquí no tenemos a un solo Gandhi, que al parecer se acostaba con una joven para probarse que era capaz de superar el dictado de los instintos.

Ellos no tendrían la culpa de ser como son: roban porque responden a sus pulsiones y no pueden parar de hacerlo porque su cerebro está podrido, debido a la perniciosa influencia del maléfico anillo. Gollums in love. Lo que falla es el sistema que los pone ahí y los deja A SU AIRE, sin control alguno. El problema no está en la naturaleza desviada del ser humano, sino en la impunidad con que actúan y el dudoso castigo cuando son cazados in fraganti. Se transmite la idea de que si robas a lo grande, de alguna manera sales limpio de polvo y paja, porque aunque te encarcelen será por poco tiempo e incluso tendrás un buen pasar en la cárcel comprando voluntades. Tal cual.

Ya lo comentó un alto cargo de la judicatura: nuestro sistema está pensado para castigar al robagallinas, no al "gran criminal". En términos reales, el castigo es mayor para un pobre diablo que asalta una gasolinera. El ladrón de altos vuelos que deja un agujero de miles de millones que afecta a mucha gente prácticamente sale de rositas. El juicio tarda AÑOS en celebrarse. Algunos delitos PRESCRIBEN. Cuando hay condena, las cosas se arreglan con multas que se pagan con dinero. Claro, si has robado durante años y lo has hecho bien, tienes cofres repartidos por todo el planeta. No hay problema.

La respuesta es bien simple. Si el sistema permite que esto sea así, CÁMBIESE EL SISTEMA y que aquel reptil que en llegando a responsabilidades de gobierno meta la mano en la caja por cualesquiera circunstancia SEA COCINADO A FUEGO LENTO EN PLAZA MAYOR para disfrute y entretenimiento del personal.

Por cierto, la Cançó del Lladre es preciosa, una hermosa canción popular catalana. Serrat la canta maravillosamente y a comienzos el siglo XX Miguel Llobet hizo un arreglo íntimo y redondo para guitarra sola.

Nada que ver con toda esta merda.

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