viernes, 8 de mayo de 2015

Mañana de mayo

Suena la voz de Charles Aznavour. Como un milagro. La bohème... sí, junto a tu ventana donde los pájaros solían bailar para nosotros.

El sol ya está asomando. Armenios de la diáspora. Nadie habla de ellos y fueron el ensayo general del espíritu que marcó el siglo XX. 1915.

Aznavour. Venecia sin ti. Nunca fui a Venecia. Taxi para Tobruk. El pequeño gran armenio sigue cantando a sus maravillosos noventa años. En tiempos de ruidos insoportables, un viejo crooner europeo nos recuerda cómo se tejen las cosas del alma: con sencillez, sin aspavientos.

Forma parte de mi historia.

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