lunes, 15 de octubre de 2018

No sé más quién soy

Tengo una cuenta en LinkedIn que yo no he creado. No sé qué habrán puesto, ya que la mayor parte de las cosas que sé es absolutamente inútil. Es más, ni siquiera sé si las sé. Pero hete aquí que ahora descubro que hay una segunda cuenta en LinkedIn a mi nombre. Una le envía correos electrónicos a la otra intentando contactar con una parte de mi personalidad que a mí se me escapa. Va por épocas. A veces una cuenta se siente más sola y envía una andanada de correos pidiendo una cita, una oportunidad. Otras, se hace el silencio en la noche. Un espeso compás de espera insomne de prefiero aquellas noches en que tampoco dormíamos, pero lo hacíamos al unísono. Como cuando llenamos el cuarto de velas y se nos fue la mano y quemamos las sábanas y las almohadas que Ikea tuvo a bien obsequiarnos con un perrito caliente sueco. Conservo aquellas almohadas chamuscadas como un estandarte capturado al enemigo.


Soy el hombre sin personalidad. Un producto amansado de la posverdad.

No hay comentarios: