miércoles, 12 de septiembre de 2012

Plano de recurso

Jorge bebió su octava ginebra de la noche. Entonces se hizo la luz.

-No me dejó por otro. ¡Me dejó por mí!

Lo salieron del local.

-Sí, es verdad. Sí que importa el modo en que un hombre se hunde- alcanzó a trasegar su mente alcohólica antes de estrellarse contra el puño de un sofá con acento del Este.

1 comentario:

JS dijo...

-No me dejó por otro. ¡Me dejó por mí!

Demoledor