miércoles, 28 de mayo de 2014

Pessoa en Cádiz

El amor quiere posesión. Pero no sabe lo que eso significa. Si yo no soy mío, ¿cómo sería tuyo o tú mía? Si no poseo ni mi propio ser, ¿cómo poseería el de otro? Si hasta soy diferente de alguien idéntico a mí, ¿cómo sería igual a aquel del cual soy diferente? El amor es un misticismo. Es una imposibilidad sólo posible en los sueños.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y el sexo como ancla con la realidad, con lo físico, o bien como apoteosis del misticismo. Hay que indagar, ¿no crees?
Precioso post!

Anónimo dijo...

Dice Szymborska: "Que la gente que nunca encontró el verdadero amor siga diciendo que no existe tal cosa. Con esa creencia les será más fácil vivir y morir".