Personas como el sacerdote Miguel Pajares enaltecen la condición humana. Es gracias a personas como él, generosas y entregadas al cuidado de los más débiles, de los que nada tienen, que el mundo aún subsiste.
Los héroes silenciosos no saben de vacaciones, cruceros y resorts. Para ellos no hay descanso, porque el dolor del mundo tampoco descansa.
Mientras se lucha a brazo partido por un espacio en las playas sucias, mientras se grita y se vocifera, hay personas que caminan día y noche para que el resto continúe durmiendo. Manos que consuelan niños, mujeres, hombres prestos a morir.
Un héroe contemporáneo. Un alma grande.
martes, 12 de agosto de 2014
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1 comentario:
esta es la voz de un mulato rufasalcoljoseluis@gmail.com
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