El animal arrastra su cuerpo. Sabe que no le queda mucho, pero se resiste a entregarse sin luchar. Su cuerpo aniquilado, sus huesos roídos por la artrosis, el peso de la existencia. De mil horas felices.
Por las noches deambula en un lastimoso duermevela, él y yo. Camina muy lentamente, la mirada perdida intentando que la muerte pase de largo, que se olvide de él, que se olvide de mí.
Mi perro y yo, los dos solos, navegamos océanos de tiempo, rodamos por el valle, nos embarramos hasta el alma y ahora queda el final. La ceremonia del adiós.
Hay instantes en que sus ojos recuperan el brillo de siempre. Parece decirme: vamos, despierta, vámonos al monte, volvamos al mar, como aquel viaje a Armaçao corriendo como posesos por la playa o esa vez que nos perdimos en los Montes Universales y logramos escapar a una muerte segura. Volvamos a la isla.
Nadie es más veloz que su propio destino. Nadie, excepto mi querido, mi queridísimo perro.
lunes, 20 de agosto de 2018
miércoles, 15 de agosto de 2018
Mundial
Nos separamos por el puto wasap el 13 de junio. El 14 empezó el Mundial. A la mierda todo. Me vi todos los partidos, incluyendo Groenlandia contra Papúa-Nueva Guinea, los entrenamientos, los comentarios, todo. Me daba igual. Me ponía a saltar y a gritar solo cada gol en casa, ebrio de admiración desde mi sillón de Ikea. Me aprendí el himno de Croacia. La calva de Sanpaoli con ese diodo semiconductor que tiene en el cerebro iluminaba la penumbra de mi pieza. El Mundial me salvó. Ahora a esperar otros cuatro años, porque no vas a volver.
lunes, 13 de agosto de 2018
Miss Aretha Franklin
Aretha Franklin. Adoro a esa mujer. Adoro su música, que transmite alegría de vivir. Las noticias que llegan de Detroit no son buenas.
En el vídeo sale un presidente que parece un ser humano. Buen viaje, Miss Franklin. Te vamos a echar mucho de menos.
En el vídeo sale un presidente que parece un ser humano. Buen viaje, Miss Franklin. Te vamos a echar mucho de menos.
viernes, 3 de agosto de 2018
Pajaritos por aquí
Más signos inequívocos del final de los tiempos. Según informan en España a las seis, con la fresca, un turista británico se precipitó desde el balcón de su habitación al intentar defecar en dirección al vacío. ¿Acaso se trata de un acto reinvindicativo, de una nueva forma de protestar por el estado de las cosas y la condición humana? "¡Me cago en todos vosotros!", pareciera decirnos. Como aportación a la historia del terrorismo es cuando menos original. Muy preferible a las bombas de clavos, los atropellos masivos o la guerra bacteriológica.
Y no es el primero. Van 15 muertos por balconing en este simpático estío.
Ahora bien... ¿qué son 15 individuos suicidas en más de 60 millones de turistas que vienen aquí a hacer -obviamente no en todos los casos- barbaridades que ni se atreverían a soñar en sus respectivos, grises y tristes países de origen? Un problema sería si de repente 5 o 6 millones de guiris decidieran tirarse de cabeza desde un décimo cual Wunderwaffen de destrucción masiva. Ahí bien podríamos hablar de emergencia nacional. Y habria que tomar cartas en el asunto convocando a todos los órganos consultivos del Estado Español (Corinna zu Sayn-Wittgenstein -¡anda! ¡como el filósofo! A ver si a la postre Carlos III termina perdiendo el título de REY ILUSTRADO- y Bárbara Rey incluidas). O no. Qué sabe nadie.. O no. Qué sabe nadie.
A Odín gracias vivo en la provincia menos turística de Hispania, tierra de conejos. Eso hace que ame este lugar con todo el criollo corazón.
Además, fue el único lugar donde la República se enfrentó a las tropas fascistas y las sacó corriendo. Famosa es la historia de los voluntarios de Mussolini, que todavía los están buscando. Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero.
Según cuentan los más viejos del lugar, Franco nunca perdonó a los alcarreños su fervor republicano y la incontestable victoria en la batalla de Guadalajara. Y los condenó a un doble subdesarrollo.
Me despido con un poema muy sentido de mi admiradísima Gloria Fuertes, que nació aquí. Como Buero Vallejo, otra gloria de nuestras letras.
"Guadalajara, Guadalajara...
no tienes nada
pero TE QUIERO IGUAL".
Ole ahí, Gloria querida.
Tengo para mí que en este brevísimo terceto sin rima ni ná reside el secreto de una relación de pareja destinada a durar. Ojo. No hablo del mundo del tango. Ahí cualquier relación -incluyendo cortejo, fusión, vinculación, convivencia y autoafirmación- que supere los 40 días es un hito. Como el Arcipreste.
Y no es el primero. Van 15 muertos por balconing en este simpático estío.
Ahora bien... ¿qué son 15 individuos suicidas en más de 60 millones de turistas que vienen aquí a hacer -obviamente no en todos los casos- barbaridades que ni se atreverían a soñar en sus respectivos, grises y tristes países de origen? Un problema sería si de repente 5 o 6 millones de guiris decidieran tirarse de cabeza desde un décimo cual Wunderwaffen de destrucción masiva. Ahí bien podríamos hablar de emergencia nacional. Y habria que tomar cartas en el asunto convocando a todos los órganos consultivos del Estado Español (Corinna zu Sayn-Wittgenstein -¡anda! ¡como el filósofo! A ver si a la postre Carlos III termina perdiendo el título de REY ILUSTRADO- y Bárbara Rey incluidas). O no. Qué sabe nadie.. O no. Qué sabe nadie.
A Odín gracias vivo en la provincia menos turística de Hispania, tierra de conejos. Eso hace que ame este lugar con todo el criollo corazón.
Además, fue el único lugar donde la República se enfrentó a las tropas fascistas y las sacó corriendo. Famosa es la historia de los voluntarios de Mussolini, que todavía los están buscando. Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero.
Según cuentan los más viejos del lugar, Franco nunca perdonó a los alcarreños su fervor republicano y la incontestable victoria en la batalla de Guadalajara. Y los condenó a un doble subdesarrollo.
Me despido con un poema muy sentido de mi admiradísima Gloria Fuertes, que nació aquí. Como Buero Vallejo, otra gloria de nuestras letras.
"Guadalajara, Guadalajara...
no tienes nada
pero TE QUIERO IGUAL".
Ole ahí, Gloria querida.
Tengo para mí que en este brevísimo terceto sin rima ni ná reside el secreto de una relación de pareja destinada a durar. Ojo. No hablo del mundo del tango. Ahí cualquier relación -incluyendo cortejo, fusión, vinculación, convivencia y autoafirmación- que supere los 40 días es un hito. Como el Arcipreste.
jueves, 2 de agosto de 2018
España y olé
Sáhara central, 1 de agosto. Acompaño a mi hijo al dentista. El autobús viene puntual. Me arrellano en sus cómodas butacas. Nivel de estrés: menos 15. Agresividad vial: ¿qué es eso? No hay hilo musical. Silencio en la noche, ya todo está en calma, el músculo duerme, la ambición descansa.... tangazo!
A medio camino de la ciudad monta un chico negro, con pinta de recién llegado. Más perdido que turco en la neblina. Y entonces se da una escena conmovedora. El pasajero le pregunta al conductor por una dirección que está situada donde Napoleón perdió el gorro y este pone la luz de advertencia, echa el freno de mano y consulta Google Maps. Y le explica al chico cómo llegar a su destino con lujo de detalles. Con un buen rollo y una mano tendida que daban ganas de abrazarlo (aunque yo suelo dar abrazos de oso ruso de más allá de los Urales y son un peligro). El resto del pasaje y el que suscribe colaboramos: el pasajero hablaba tres idiomas, ninguno de ellos español. Vamos, lo normal en la Piel de Toro.
Esa es la esencia de España. Gente de mano franca y dispuesta a echar un cable donde haga falta.
¿Lo pillas...? bromeaba el conductor con su acento caló. Ole, ole y reole. Y el autobús estalló en una sonora carcajada.
Mientras en otras partes del globo discuten si permitir que cualquier enfermo mental tenga acceso a armas de fuego indetectables, aquí la gente pone el corazón encima de la mesa en cada gesto cotidiano.
Por eso, entre otro millón de cosas, España es un país único. TODOS los pueblos que componen España. ¿Racistas? Haberlos, haylos. Pero ni punto de comparación con otros lares...
Hasta Pablo Casado tiene su corazoncito. O entendí mal o dijo que está dispuesto a financiar con fondos de procedencia X la llegada de millones de seres humanos. ¿Qué importancia tiene el origen de esos dineros si es amor la empresa? ¡Bravo, Pablito coño, cago en tó lo que se menea...! Tío grande. ¡El pijerío de escuela concertada, de Conde Orgaz en ristre, de Moraleja frondosa, de Fuente el Fresno del Proletariado de abajo te hace la ola desde Villa Potato in the Mouth! De Cifuentes lo único que se comenta es que sigue rebuscando concienzuda y sistemáticamente -con la sistematicidad cartesiana que caracteriza su pluma- en cajas y más cajas y el ensayo candidato al Pulitzer no aparece. Madre mía del Amor Hermoso... ¡Que aparezca ya, por Dios! Trata de arrancarlo, Carlos...!
A medio camino de la ciudad monta un chico negro, con pinta de recién llegado. Más perdido que turco en la neblina. Y entonces se da una escena conmovedora. El pasajero le pregunta al conductor por una dirección que está situada donde Napoleón perdió el gorro y este pone la luz de advertencia, echa el freno de mano y consulta Google Maps. Y le explica al chico cómo llegar a su destino con lujo de detalles. Con un buen rollo y una mano tendida que daban ganas de abrazarlo (aunque yo suelo dar abrazos de oso ruso de más allá de los Urales y son un peligro). El resto del pasaje y el que suscribe colaboramos: el pasajero hablaba tres idiomas, ninguno de ellos español. Vamos, lo normal en la Piel de Toro.
Esa es la esencia de España. Gente de mano franca y dispuesta a echar un cable donde haga falta.
¿Lo pillas...? bromeaba el conductor con su acento caló. Ole, ole y reole. Y el autobús estalló en una sonora carcajada.
Mientras en otras partes del globo discuten si permitir que cualquier enfermo mental tenga acceso a armas de fuego indetectables, aquí la gente pone el corazón encima de la mesa en cada gesto cotidiano.
Por eso, entre otro millón de cosas, España es un país único. TODOS los pueblos que componen España. ¿Racistas? Haberlos, haylos. Pero ni punto de comparación con otros lares...
Hasta Pablo Casado tiene su corazoncito. O entendí mal o dijo que está dispuesto a financiar con fondos de procedencia X la llegada de millones de seres humanos. ¿Qué importancia tiene el origen de esos dineros si es amor la empresa? ¡Bravo, Pablito coño, cago en tó lo que se menea...! Tío grande. ¡El pijerío de escuela concertada, de Conde Orgaz en ristre, de Moraleja frondosa, de Fuente el Fresno del Proletariado de abajo te hace la ola desde Villa Potato in the Mouth! De Cifuentes lo único que se comenta es que sigue rebuscando concienzuda y sistemáticamente -con la sistematicidad cartesiana que caracteriza su pluma- en cajas y más cajas y el ensayo candidato al Pulitzer no aparece. Madre mía del Amor Hermoso... ¡Que aparezca ya, por Dios! Trata de arrancarlo, Carlos...!
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