viernes, 3 de agosto de 2018

Pajaritos por aquí

Más signos inequívocos del final de los tiempos. Según informan en España a las seis, con la fresca, un turista británico se precipitó desde el balcón de su habitación al intentar defecar en dirección al vacío. ¿Acaso se trata de un acto reinvindicativo, de una nueva forma de protestar por el estado de las cosas y la condición humana? "¡Me cago en todos vosotros!", pareciera decirnos. Como aportación a la historia del terrorismo es cuando menos original. Muy preferible a las bombas de clavos, los atropellos masivos o la guerra bacteriológica.

Y no es el primero. Van 15 muertos por balconing en este simpático estío.

Ahora bien... ¿qué son 15 individuos suicidas en más de 60 millones de turistas que vienen aquí a hacer -obviamente no en todos los casos- barbaridades que ni se atreverían a soñar en sus respectivos, grises y tristes países de origen? Un problema sería si de repente 5 o 6 millones de guiris decidieran tirarse de cabeza desde un décimo cual Wunderwaffen de destrucción masiva. Ahí bien podríamos hablar de emergencia nacional. Y habria que tomar cartas en el asunto convocando a todos los órganos consultivos del Estado Español (Corinna zu Sayn-Wittgenstein  -¡anda! ¡como el filósofo! A ver si a la postre Carlos III termina perdiendo el título de REY ILUSTRADO- y Bárbara Rey incluidas). O no. Qué sabe nadie.. O no. Qué sabe nadie.

A Odín gracias vivo en la provincia menos turística de Hispania, tierra de conejos. Eso hace que ame este lugar con todo el criollo corazón.

Además, fue el único lugar donde la República se enfrentó a las tropas fascistas y las sacó corriendo. Famosa es la historia de los voluntarios de Mussolini, que todavía los están buscando. Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero.

Según cuentan los más viejos del lugar, Franco nunca perdonó a los alcarreños su fervor republicano y la incontestable victoria en la batalla de Guadalajara. Y los condenó a un doble subdesarrollo.

Me despido con un poema muy sentido de mi admiradísima Gloria Fuertes, que nació aquí. Como Buero Vallejo, otra gloria de nuestras letras.

"Guadalajara, Guadalajara...
no tienes nada
pero TE QUIERO IGUAL".

Ole ahí, Gloria querida.

Tengo para mí que en este brevísimo terceto sin rima ni ná reside el secreto de una relación de pareja destinada a durar. Ojo. No hablo del mundo del tango. Ahí cualquier relación -incluyendo cortejo, fusión, vinculación, convivencia y autoafirmación- que supere los 40 días es un hito. Como el Arcipreste.

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