viernes, 20 de noviembre de 2009

No sólo argentino

Voy a una conferencia del escritor español Andrés Trapiello. Se celebra en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla. Por cierto: excelente exposición de libros renacentistas sobre astronomía, filosofía y ciencia. Emociona ver las tablas de posiciones celestes incluidas en libros de un diseño exquisito. Muy recomendable.
Pero volvamos a la charla-coloquio. Trapiello habla de la dualidad de la tradición literaria española, de lo cervantino y lo quevediano. De la capacidad de reírse de uno mismo y de la mala uva concentrada. Comenta matices sobre verosimilitud y veracidad. Nada sin poesía. Habla de su obra, de los personales diarios que viene publicando desde hace más de quince años, bla, bla, bla. Me invade un inmenso sopor, siento que mis párpados se cierran bajo el peso de veinte atmósferas, mis músculos se distienden. SUADENTQUE CADENTIA SIDERA SOMNOS...
Y sobre el cierre escucho la voz del plumilla: "cuando dentro de cien o doscientos años un lector se acerque a mi obra..."
Optimismos así dan gusto. Qué ruina para la industria química del antidepresivo en grageas. Por qué no dentro de mil años.
Claro. Dante, Shakespeare, Cervantes, Tolstoi, Balzac, Pessoa, Cortázar y por supuesto -faltaría más- ¡Andrés Trapiello!

Voltaire, où êtes-vous?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hombre, Martín. No sé cómo será Trapiello conferenciante, pero como escritor es un rato bueno. Su obra diarística algún día será reunida en uno o dos tomos, esos de hojas finas, letra pequeña y pastas rojas que se ponen al lado del mueble bar, y digo yo que alguien lo comprará, pongamos dentro de alrededor de cien años...

Un saludo,
Enric

Martin Rasskin dijo...

Amigo Enric, no pongo en duda la calidad como escritor de don Andrés. Lo que me resultaba simpático era destacar los extraños y siempre creativos senderos del ego humano, esa fuente de energía inagotable. Infinita.

Gracias por escribir!