Bueno, parece que en la Moncloa leen atentamente este blog. Ahora ZP anuncia subida de impuestos para "aquellos que realmente tienen más". Vale, José Luis. De acuerdo. Con horas de retraso, pero lo damos por válido. Aceptamos pulpo como animal de compañía. Sigamos por ese camino. Aunque el problema no está tanto en controlar a los que tienen nóminas, como bien apunta mi amigo Manuel de la Pascua, sino a los que teniendo el oro y el moro no aparecen en ninguna. Los que tienen sus reales a buen recaudo en paraísos fiscales. Al parecer, cierto alto cargo del PP con el riñón forrado de titanio figuraba como empleado en una tienda de fotocopias. Esa clase de cosas. O las "manos fuertes", los que especulan con toda clase de ventajas, distorsionando la percepción del concepto de valor. Los titulares de SICAVs, los que juegan con las cartas marcadas...
Ahora queda la supresión de los altos cargos que sobran, los asesores, los amiguetes, los favores recibidos creo habértelos pagado, la bajada drástica de sueldos de los altos funcionarios y la cuestión de las dietas. Así se podrá aligerar el yugo que pesa sobre la clase obrera. Todos somos niños yunteros.
Después viene lo de la cuenta de gastos de la familia real y, llegado el caso, el referéndum sobre el sentido de su propia existencia a estas alturas del partido. Podemos hacerlo por Internet para gastar menos. Ah... perdón. Olvidaba que el poder es divino y sólo Dios puede darlo o quitarlo. Qué cabeza la mía. El pueblo -todos nosotros- no debe osar pensar en estas cuestiones. Es indigno. El pueblo es tonto. Necesita protección, cobijo. Es un huérfano borderline, hijo y nieto de huérfanos, en la Inglaterra de la Revolución Industrial. Los epsilones de Huxley son aún más inteligentes.
Es como Kar-El, que desciende de Jor-El, y terminaría convirtiéndose en Superman, gloria y ornato del extinto Krypton. Claro. Ahora lo entiendo y veo absolutamente justificado pagar entre todos las cuentas de la Familia Elegida. Quién sabe si entre sus filas tenemos a un futuro superhéroe con superpoderes. Pero, un momento. ¿Y Letizia? Aunque cambió la "c" de su nombre por una "z" como símbolo de divinidad tengo entendido que es humana... ¿Cómo conciliar lo divino con lo humano? ¿La realidad con el deseo? ¿Pueden darse los ayuntamientos entre seres divinos y humanos? ¿Entre semidivinidades y humanillos? Y ¿en qué categoría entran los humanos divorciados? Contemplados desde la luz que ilumina nuestros pasos ¿acaso equivalen a ninfas, centauros, sátiros, hadas...? Es todo tan confuso...
Mira, ante la duda, lo mejor es dejar las cosas como están y seguir financiando regatas, viajes, palacios, gastos de representación, cochazos... vamos, lo que haga falta. Como los galeones cargados de oro siguen viniendo de América a diario qué problema hay... Además, hoy es la final de la Copa del Rey y el príncipe es del Atleti, un equipo humano, demasiado humano.
Pepelu, te doy estos consejillos completamente gratis. Esto de decir cualquier cosa y que el gobierno lo haga sin más, le hace sentir a uno powerful. Claro que también te hace pensar en el nivel mental de las gentes que están en el puente de mando del país. Hoy dicen una cosa, mañana la contraria, en el mismo día un vicepresidente contradice al Number One, que a su vez le enmienda la plana a un ministro, y así pasan los días. ¡A partir de ahora, la lengua oficial de España será el sueco! ¡Declaremos la guerra a Freedonia!
Dale candela. Intenta equilibrar la balanza. Luego hablamos de los bancos y de la fiesta en sesión continua. De los fondos de inversión y de las empresas españolas.
Pon a Díaz Ferrán como Ministro de Transportes. Oblígale a viajar en Air Comet. Todos los días de su vida.
Creo que el poder se me está subiendo a la cabeza.
Si ahora no... ¿cuándo?
miércoles, 19 de mayo de 2010
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2 comentarios:
¡¡¡Republicanazooo!!!
:-) :-) :-)
Aí (em Espanha) como aqui (em Portugal) passa o mesmo filme, com os mesmos actores já gastos que debitam as mesmas frases decoradas sem qualquer empenho, e com um argumento requentado de filme de série Z que de tão deprimente já nem graça tem!...
A julgar pelas opiniões dalguns “analistas económicos” e dos gestores dos bancos ("A festa acabou", afirmou com enorme cara de pau o presidente do Millennium), parece que afinal a culpa é do povinho que andou a viver acima das suas possibilidades e a gastar o dinheiro que não tinha... Parecem ter esquecido que quem fez a festa com os créditos fáceis, impingidos por campanhas de marketing hiper-agressivas, foram mesmo os bancos que andaram a movimentar o dinheiro dos outros por locais pouco recomendáveis e exibindo anualmente lucros milionários crescentes. E o Estado assobiava para o lado…
O dinheiro não é um fim é um meio e a crise não é económica é de valores e de percepção.
Sim, a festa acabou, mas as estrelas do firmamento da política não querem ver o óbvio e entraram em negação quais Glorias Swanson num remake barato do Sunset Boulevard ou como a orquestra do Titanic perante o desastre eminente…
Abraço ibérico.
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