domingo, 17 de junio de 2018

Operación Bikini

Hoy, de madrugada y con viento de poniente, arriban los primeros refugiados del Aquarius al puerto de Valencia. El recuerdo de otras tragedias. La sierra de Aitana vista desde el mar como último fulgor de España. Los republicanos españoles rumbo al exilio.

Los cisnes negros... la imposibilidad de predecir los acontecimientos futuros. Hombres que combatieron a los sublevados franquistas, que se incorporaron a las tropas aliadas en la Segunda Guerra Mundial y que liberaron París con la esperanza de que, una vez acabados Hitler y Mussolini, le llegaría el turno a Franco. Pero la historia raramente tiene un comportamiento lógico o previsible.

Vivir lejos de España. ¿Cómo?

Nuestra Europa de hemorroides crónicas en el alma se queja de los inmigrantes, de las "hordas". Nadie se detiene a pensar en otros conflictos, en países como Líbano, Turquía, Pakistán, Irán o Uganda que, según cifras de ACNUR, acogen un número de refugiados infinitamente mayor que cualquier país de los 28 o 27 o nada. Turquía (2,9 millones), Pakistán (1,4 millones), Líbano (1 millón)...

Es muy interesante el mecanismo por el cual un ser humano se transforma en una masa informe, egoísta y pagada de sí misma. La gente de derechas al menos es sincera: odia al diferente, está muerta de miedo y lo expresa sin ambages. Vive en sus urbanizaciones con seguridad privada y el resto de la humanidad se la suda. Suelen ir mucho a la iglesia, incluso cuando veranean en su segunda o tercera residencia. Dios también les prepara un destino similar tras el cruce de la Estigia. Hasta podrán elegir nube en primera línea. Según el cerebro reptiliano del individuo de derechas ellos merecen todo lo que tienen y disfrutan y, por fuerza, eso debe tener un reflejo en el mundo del más allá. Por alguna razón se han reencarnado en elegidos, ergo lo Inefable los ama.

El fenómeno de los burgueses de izquierda, la "gauche divine" o los pijos progres es realmente fascinante. Se suelen dedicar a oficios relacionados con la "cultura" y reproducen el modo de vida de la derecha tradicional, con sus pisos en barrios de postín y su servicio doméstico (no vas a estar todo el día rodando documentales culturales o dirigiendo fundaciones y luego a lavar platos, qué cosas se te ocurren). Para limpiar su conciencia contribuyen con una mísera cuota a alguna ONG o se les llena la boca hablando de Podemos. Me gustaría ver lo que opinarían estos mismos pijo-progres en un gobierno de Podemos y teniendo que pagar el 80 por ciento de su sueldo en impuestos. Como Máxim (¿es con acento?). Ahí puede que menguara ostensiblemente su cacareado fervor revolucionario. Formentera y Menorca los esperan con los brazos abiertos.

Lógico. ¿Para qué vivir en el extrarradio pudiendo tener un casoplón y un Tesla aparcado en la puerta? Dónde va a parar...

En el fondo es un problema de modos de vida. La izquierda no ha generado un modo alternativo. Salvo excepciones contadas con los dedos de una mano como es el caso del ex-presidente Mujica (de la también única República Oriental del Uruguay), es muy raro que la izquierda predique con el ejemplo.

El caso de la reciente compra del chalet de capricho por parte de Pablo e Irene es de manual. ¿Cuáles son los valores alternativos? Cero. En cuanto puedo vivo como los burgueses a los que pretendo desacreditar. "Un proyecto familiar", dicen. Qué salaos. Como los proyectos familiares de Orcasitas, el Pozo del Tío Raimundo, Vallecas o Carabanchel. ¿Construiremos pues un país en el que los 47 millones de personas que habitan la piel de toro tengan un chalet en las afueras alicatado hasta el techo? Reactivaríamos definitivamente el sector, sin duda. Plan quinquenal.

Los refugiados no salen de su país a la desesperada porque sí. Hay que tener mucho coraje para hacer lo que ellos hacen, hay que ser de una pasta especial. En muchos casos, son la única esperanza de mejora social de toda su familia y sus padres les escupen a la cara: "si no logras cruzar, si no envías dinero como sea, no vuelvas, no regreses". Otros ni siquiera tienen familia, vienen solos, viajan solos y no tienen esperanza alguna. Se dejan arrastrar simplemente. Se arrullan cantando en voz muy baja, casi imperceptible.

Ninguno trae consigo la más mínima formación para incorporarse a un mundo que no entienden. Un mundo de viejos prematuros que se miran el ombligo y morirán definitivamente solos. Un mundo de viejos paseando perros, de esfinges con gato.

¿Imagen y semejanza? ¿De quién? ¿Acaso Dios es así? ¿Hay también en el cielo. como si de arquetipos de Platón se tratara, seres humanos de primera, de segunda y seres humanos con menos derechos que un animal de compañía?

Hace aproximadamente 50.000 años nuestros antepasados comenzaron un largo viaje que los llevó desde África hasta los confines del mundo. Ahora los neandertales somos nosotros, parapetados tras los muros invisibles de la Fortaleza Europa. Conocido es su destino: su rastro se estudia en los laboratorios.

Hoy, 17 de junio de 2018, llegan más desesperados a esta nave sin rumbo que es el mundo pretendidamente desarrollado. No es noticia siquiera.

Mañana habrá más. Muchos más.














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