El pasado sábado colaboré en el magnífico concierto que dio Chema Saiz, uno de los mejores guitarristas de este país. El Maravillas de Madrid es una sala mítica de mi juventud, así que el concierto estuvo plagado de recuerdos y de momentos emocionantes.
Entre 1989 y 1991 toqué en esa sala 4 pases todos los días, así que una parte de mí se quedó a vivir en ese lugar de Malasaña. Volver con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien. La foto es de Ernesto Cortijo Ballesteros, a quien ambos queremos mucho.
No hay que inquietarse mucho por el tango. Te espera. El tiempo que haga falta.
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