jueves, 9 de julio de 2009

Libertad e igualdad

Vivimos inmersos en una crisis de proporciones globales pero no se escuchan voces excesivamente críticas con el modelo económico actual. Es como si diéramos por sentado que el capitalismo es la única manera de hacer funcionar las sociedades humanas.
La injusticia social y la desigualdad en el reparto de la riqueza sigue siendo sangrante. Bien es verdad que hemos avanzado con respecto a las situaciones de miseria moral que Marx retrataba en El Capital, pero eso se ha logrado a base de grandes luchas e incontables sufrimientos. El problema es que "parece" no haber alternativa. Me explico.
El capitalismo, sobre todo en su versión más extrema, el liberalismo a ultranza, responde a modelos que están cerca de explicaciones biológicas. La evolución, la selección natural, los mecanismos adaptativos, la supervivencia de los más fuertes... Todo esto no parece sacado de un texto de Darwin, sino más bien del manual de cualquier encorbatado que se precie. Hay que trabajar como una bestia, hay que aplastar al de al lado...

Al que madruga, Dios le ayuda
Siempre que llegue primero
y le pise la cabeza
al que se quedó durmiendo


Hay que amasar dinero, hay que, hay que... y así hasta el infinito y más allá.
Wilson –no me refiero a la simpática pelota que le hacía compañía a Tom Hanks en “Náufrago”, sino a un entomólogo norteamericano- creó el concepto de sociobiología. Con la publicación en 1975 de Sociobiology: The New Synthesis, Wilson propone la evaluación de las conductas humanas a la luz de los principios de la mecánica evolutiva. El tema es largo. Se trata de la vieja controversia entre biología y cultura.
La cuestión es cómo organizamos las sociedades humanas. Si resulta que los sesudos profesores de Universidad nos terminan diciendo que los mismos conceptos estructurales -desde un punto de vista social- son aplicables tanto a una colonia de hormigas como a una población humana, entonces las conclusiones pueden ser devastadoras. El capitalismo salvaje sería la cumbre de esta clase de interpretaciones. Laissez faire, laissez passer. Que cada uno se busque la vida como pueda. A devorarse en la selva.


"Ernestito". Dibujo del artista nicaragüense Fernando Alemán. Publicidad de guerrilla
(imaginativa.imagen@gmail.com)

Bien. Por otro lado tenemos las interpretaciones marxistas de la historia. El problema es que estamos viviendo una situación de impasse debido al trauma que ha causado la caída de los países del llamado socialismo real. El impasse ya dura demasiado.
En un película magnífica, llamada Goodbye Lenin, se retrata con crudeza y lirismo lo que supuso el derrumbamiento de la RDA a partir de noviembre de 1989.
Cuando Gorbachov abrió la esclusa con su Glasnost y su Perestroika y pudimos ver lo que había detrás del telón de acero el golpe para la izquierda mundial fue demoledor. Aquello no sólo era un desastre terrorífico, sino que nadie quería estar ni un minuto allí. El paraíso de la clase obrera era dantesco. La pregunta era obvia, ¿por esta sociedad de mierda han estado sacrificándose los mejores jóvenes de nuestros países? ¿para construir desastres de esta magnitud los desaparecidos en Chile, en Argentina, los torturados en Brasil y suma sigue? La izquierda occidental no sabía cómo reaccionar. Desde hace veinte años no hay un solo intelectual de izquierdas con peso específico que haya sabido explicar semejante desastre. Silencio en la noche.
Europa occidental ha estado recibiendo miles de inmigrantes del este que salen de sus países de manera lastimosa y vienen al oeste a hacer trabajos que nadie quiere.
La discusión sobre el marxismo-leninismo es larga. La teoría no deja de tener vigencia: las situaciones de injusticia y desigualdad siguen dándose, mientras que la posesión de los medios de producción (es interesante analizar este punto desde la perspectiva de la revolución informática) continúa siendo un elemento a tener en cuenta. Por otro lado, las teorías de Marx estaban dirigidas a sociedades maduras, como la inglesa, la alemana o la francesa. La revolución "tendría" que haber surgido allí.
Como los amores, la historia es caprichosa y muchas veces absurda. La revolución se dio en Rusia, que pasó del neolítico a la carrera espacial en el término de cuarenta años. Además, con un sacrificio monstruoso, el pueblo ruso, bajo el estandarte del nuevo régimen, paró en seco el avance de los nazis y cambió el curso de la historia mundial.
Lo queremos todo. Lo queremos ya. La imaginación al poder (eso es de los pijitos del Barrio Latino). El hombre nuevo. Un nuevo ser humano, que no devore a sus semejantes como Saturno devora a sus hijos.
Pero parece que no... Vuelve la biología. Vuelve Wilson. En una sociedad igualitaria, unos son más iguales que otros. Hay cubanos –pocos, muy pocos- que viven razonablemente bien en la isla y no tienen grandes problemas para viajar al exterior, el resto a vivir con restricciones de todo tipo... No aprendemos. Nunca.
¿Qué perspectivas tiene la izquierda? Si el estado natural del hombre es ser un hijo de la gran puta, con sus terrenos, sus cochazos, sus miles de empleados y su corazón negro lleno de hiel y materia fecal, entonces mal lo tenemos. Es la teoría de la mafia. Es lo que está sucediendo en la Rusia actual. Fortunas que surgen de la noche a la mañana, mafias que convierten a Scarface en la Madre Teresa, en fin.
¿Acaso la única perspectiva es ir "humanizando" lentamente el capitalismo? ¿La crisis actual no supondrá cambio alguno? En qué quedamos, ¿no era que hay que dejar que el mercado funcione sin intervención estatal alguna? ¿...y General Motors? ¿...y la banca en EEUU? Ahora resulta que el contribuyente de a pie tiene que pagar los desastres de los tarados con master y todo.
Es necesario un análisis en profundidad de lo que significa el capitalismo popular, el acceso a la información, la manipulación de la identidad.
Hay que cambiarlo todo. La izquierda debe refundarse, lejos del modelo de salvador de la patria que permanece 90 años en el poder. Patético. La gente no es imbécil, compañero Fidel.
Hace cincuenta años salían a vitorear la Revolución en la calles de La Habana. Hoy hablan del Coma Andante. Ya están podridos de la misma canción.
Hay que superar el estadio de la controversia entre libertad e igualdad. No pueden ser magnitudes inversamente proporcionales. Hay que ponerlo todo en cuestión. Hay que empezar de cero.

2 comentarios:

Sergio Lanza dijo...

En casi todo estamos de acuerdo, querido profesor. Hay que empezar de cero, de acuerdo. Pero... ¿cómo? La gente no es imbécil, no. Pero la gente de este lado tiene miedo y se aferra a su comodidad como a un clavo ardiendo. Y mucha de la gente del otro lado, sólo lucha por llegar a éste, simbólica o físicamente.
La Revolución desde este lado es imposible puesto que la gente seguirá siendo esclava de sus hipotecas, plasmas y demases artilugios bien aprovechados por la fagocitaria e implacable maquinaria con la que cuenta el capitalismo para generar necesidades ficticias. Somos yonquis. Y los yonquis no son libres, aunque crean que sí cada vez que consiguen su dosis. Es decir, pueden seguir jodiéndonos, apretando las tuercas lentamente, que aquí nadie se levanta. Y menos ahora que hay una terrible CRISIS (también bien aprovechada por los instrumentos de los que el sistema dispone para cogernos un poquito más por los cojones).
Cambio progresivo? Puede ser, pero de momento si el cambio se dirige hacia algún lado, no es precisamente al de equilibrar la balanza.
¿Empezar de cero? De acuerdo, pero muéstrame el cero, porque yo no lo veo. Entonces estaré el primero de la fila, dispuesto a darlo todo por un mundo mejor. Y como yo tantos otros...

Martin Rasskin dijo...

Querido Sergio, si hablamos de la cuestión ya hemos dado el paso del cero al uno. Hoy contamos con un arsenal bien nutrido para la discusión y el análisis de las ideas. Y son las ideas las que mueven al mundo.
Si tareas como las de Grameen o tareas como la de Vicente Ferrer, Casaldáliga, Romero y Ellacuría o Médicos sin Fronteras tienen todo el sentido, por ahí hay que empezar.
Hay que sacudir las conciencias de Occidente, ese extraño pedazo de tierra donde las gente es de derechas por naturaleza y las únicas preguntas que se hacen se centran en los horarios de la televisión.
Te aseguro que la partida se ve de forma muy diferente desde Nicaragua, Honduras, Argentina, Chile, etc.
Cuando Fidel era Fidel y combatía en Sierra Maestra, le comunicaron que el primer asalto a un cuartel de los sátrapas de Batista había proporcionado a los rebeldes 2 fusiles de repetición del año de la polka y un pistolón. "Ahora sé que no podemos perder", se dice que dijo el barbudo. Pues así ocurre. Hay que agarrar un bate de béisbol y destruir la televisión de casa, reunirnos en el plaza y cagarnos en todo. Al principio fue el caos... ya lo dijo la Biblia, ese best-seller del espíritu. La joven generación española es la más preparada de la historia. Comparemos el debate de las ideas que existe hoy con el que se daba en tiempos de la Segunda República. De llorar...
Ya estamos en el uno. Ahora no podemos perder.