Alguien que creía. Creía en el orden. En el orden de la pintura y el orden de las palabras, que no con otra sustancia se hace pintura. Creía en la redención. En el fondo, puede que hasta creyera en el progreso.
La casualidad, por el contrario, es la libertad total a la que estamos abocados por nuestra propia naturaleza. La casualidad no obedece ley alguna y si las obedece nosotros las desconocemos.
Es como Dios manifestándose cada segundo en nuestro planeta... Un Dios incomprensible, con gestos incomprensibles dirigidos a criaturas incomprensibles. Un orfanato a medianoche, con osos clavados en el techo. Para que sirvan a los niños que han de venir.
La casualidad, por el contrario, es la libertad total a la que estamos abocados por nuestra propia naturaleza. La casualidad no obedece ley alguna y si las obedece nosotros las desconocemos.
Es como Dios manifestándose cada segundo en nuestro planeta... Un Dios incomprensible, con gestos incomprensibles dirigidos a criaturas incomprensibles. Un orfanato a medianoche, con osos clavados en el techo. Para que sirvan a los niños que han de venir.
1 comentario:
me encantó... improvisar música es uno de mis oficios...
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