Alguien debería recordarle a Ángela Merkel y compañía que el cuarenta por ciento de los pasajeros de primera clase del Titanic también se hundió con "el buque de los sueños", aquel que "ni el mismo Dios podría hundir". ¿A quién piensa vender sus productos con una población europea exhausta?
¿Dónde está el límite de la austeridad en lo que respecta al gasto público? ¿En qué momento la austeridad puede volverse contraproducente e impedir una tímida recuperación? Sin consumo esto no funciona. Resulta tan obvio como la sempiterna cantinela de contención del gasto.
sábado, 26 de noviembre de 2011
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Derecha e izquierda
¿Cuál es la diferencia entre izquierda y derecha hoy en día? ¿Tiene sentido hablar de modelos alternativos a la dictadura del mercado? ¿Qué perspectivas de futuro tiene la izquierda en la situación en que nos encontramos?
Mientras escribo estas líneas, las bolsas europeas caen por tercer día consecutivo y los gobiernos se arrodillan ante furibundos ataques especulativos. Irlanda, Portugal, Grecia, Italia... pero no sólo ellos: España, Francia, Bélgica, Austria... nadie está a salvo. Cuando los tiburones huelen la sangre atacan e intentan destazar al más débil.
A veinte años de la caída del Muro de Berlín que nos permitió ver qué era lo que había realmente en los países del llamado "socialismo real" -un desastre mayúsculo, tanto es así que después de años de hambre real, mafias de todos los colores, crecimiento negativo de la población y todo un escenario apocalíptico, NADIE en el este, exceptuando cuatro nonagenarios nostálgicos que desfilan el Día de la Victoria en la Plaza Roja, quiere regresar a los días del Imperio Soviético- cabe preguntarse sobre el papel de la izquierda. Porque nuestra izquierda, la izquierda europea, no plantea alternativa revolucionaria alguna, sino que intenta jugar aceptando las reglas del juego democrático.
El "juego democrático" quiere decir aceptar las normas que imponen los mercados que, como queda suficientemente demostrado en estos días, ponen gobiernos de rodillas, los destituyen, condenan al hambre a miles de ciudadanos, los privan de sus medios de subsistencia, de sus casas, etc.
Primera contradicción: si la izquierda de verdad pretende cambiar el orden establecido, aunque sea de forma light, es difícil hacerlo desde el "sí señor" que imponen los poderosos. La libertad no se obtiene con buenas palabras: se conquista a sangre y fuego. Así ha sido y así será por los siglos de los siglos. Ningún esclavo ha logrado la libertad por la bonhomía de su amo, sino que la ha arrancado poniéndole un cuchillo en el cuello a medianoche. Espartacos de la tierra...!
Pero el "mundo civilizado" sabe perfectamente cómo actuar en estos casos. Si los esclavos se emancipan, como ocurrió en Haití, primer país de América Latina que se liberó del yugo europeo, se les condena al aislamiento y se les deja morir lentamente. El resultado es de todos conocido: Haití es hoy el país más pobre del continente.
Llegamos entonces al problema de la izquierda socialdemócrata. ¿En qué se diferencia de la derecha si por definición acepta las reglas del juego? Esas mismas reglas del juego que hacen que la patronal y todos aquellos que tienen en sus manos el grifo del dinero estén esperando a los resultados del próximo 21 de noviembre para cambiar el paso.
Se supone que la izquierda "reparte" mejor los recursos. Pero eso genera el problema de los propios recursos. Para repartir antes habrá que generarlos. Igual arriba que abajo que diría Hermes: es como el abuelo que hace fortuna dejándose la piel, los hijos ociosos y semisubnormales, aplastados por la personalidad patológica de su progenitor, que crecen a la sombra del "gran hombre" y los nietos que terminan por dinamitarlo todo y hundir el imperio familiar ahogándolo en deudas. Asimismo, se supone que la izquierda socialdemócrata es algo más respetuosa con las libertades individuales, sobre todo en el caso de colectivos secularmente tratados con el pie por la Iglesia, las fuerzas vivas y los "biempensantes".
No obstante, la alternancia, aunque sólo sea de las caras, es uno de los elementos positivos de nuestro sistema ¿democrático? Piénsese en Cuba o en la antigua Unión Soviética. Un mismo personaje instalado en lo alto del poder durante décadas. Infalible, inefable, inengendrado, inmutable, esférico... Así Fidel Castro y Stalin, rodeados de pelotas, genuflexos, esclavos, zánganos... Una invitación al "caligulismo", la conversión del Gran Líder en algo aún peor que lo que pretendia combatir: Viva Zapata. Et pourtant... ¿cómo estabilizar una revolución sin la figura del "hombre fuerte"?
Los llamados "indignados", con su más que justificable grito de hastío colectivo, terminan por hacerle el juego a la derecha. La derecha no tiene dudas. "Sabe" lo que hay que hacer. La derecha, encarnada en personajes como Esperanza Aguirre, actúa como en tiempos de Primo de Rivera "senior". "Al alba y con viento de levante..." Cuando fuimos grandes, cuando invadimos PEREJIL.
Sin embargo, para aplicar las recetas tradicionales de la derecha, ¿quién mejor que ellos mismos? Desde un punto de vista teórico incluso estarían mejor dispuestos ante la tentación de la corrupción. No deberían tener tanta necesidad de robar: alguien ya lo hizo por ellos en generaciones anteriores. Digo teórico porque para muestra un botón (el Bigotes, Castellón, el Govern Balear, los sutiles y cultivados espíritus inmobiliarios).
Al fin y al cabo, parece ser que todo es una cuestión de técnicos. Véase Monti o Papademos. Grecia la pensante, Roma la que actuaba y extendía la civilización... qué lejanos quedan esos días. La misma distancia sideral que hay entre Adriano y Berlusconi. Un filósofo y un payaso lascivo desprovisto de cualquier clase de gracia.
Cuando las papas queman, como se dice en mi país natal, se llama a los que saben (¿quiere eso decir acaso que durante el resto del tiempo hemos estado en manos de aficionados bienintencionados? Qué miedo...) Ya no es una cuestión de talante o de ser majete. Un cirujano no es "majete". Sabe que tiene una mínima oportunidad y entra a matar. Entrar, cortar, unir, suturar y salir. Visto y no visto.
El primer gobierno Zapatero lo hizo bien en muchos terrenos y por eso repitió. Pero por entonces todos éramos ricos y los perros se ataban con longanizas. Casi cuatro años más tarde el escenario es radicalmente distinto, casi opuesto.
El segundo gobierno Zapatero ha sido una catástrofe, empezando por negar la crisis, como si la crisis fuese un estado de ánimo. El caudal de ocurrencias, los continuos cambios de rumbo. Y aún así, diríase que nuestro gobierno resulta espectacularmente inteligente y bien preparado si se lo compara con los ejecutivos de Grecia o Italia. En el país de los ciegos, ya se sabe. La cuna de la civilización se convierte en su tumba, cerrando el círculo.
Todas las encuestas -hasta las que maneja el propio PSOE- hablan de una victoria arrolladora del PP el próximo domingo. El programa del PP no es ningún misterio: basta ver lo que están haciendo sus primos en Portugal o en el Reino Unido. Recortes de todos los colores, tasas universitarias por las nubes, "economía de guerra"...
En fin. Derecha e izquierda "democráticas". Ambas sometidas a la prima de riesgo y a las veleidades de Bruselas, que habla veinte idiomas y lanza veinte mensajes diferentes.
Y los problemas siguen ahí. En la propia Europa de los 500 millones de comunitarios hay pobreza, racismo, paro galopante, insolidaridad. El PP nos propone volver a una mentalidad más campesina. Habas contadas. Tanto tengo, tanto gasto. Si sabe gestionar el resto, es decir, todo aquello que hace a las libertades individuales, dispondrá de una oportunidad de oro para homologar la derecha española y convertirla finalmente en un fuerza democrática del siglo XXI (¡por fin!)
¿Y la izquierda? Al rincón a pensar... Es el momento de reorganizar fuerzas y reelaborar el mensaje. Hace falta una nueva estrategia. Nueva de verdad. Un retorno a la ideología de base, a la protección de quienes realmente lo necesitan, pero no con un modelo de subvenciones a la vagancia o a los productos infames como ocurre con el cine español de los últimos años que, salvo contadísimas excepciones, es un insulto comparado con las obras de Víctor Erice, Berlanga o Bardem, sino educando y generando oportunidades para que la gente pueda caminar por sus propios medios. Y hacer acto de contrición (hay que ir ambientándose con el nuevo vocabulario del Opus gubernamental) por todo lo que se ha hecho mal, que es mucho y muy variado. Rubalcaba sería un presidente de lujo para España, pero lo será justamente porque nunca llegará a serlo.
Como trabajador autónomo que paga sus impuestos y que tiene derecho a pegarse un tiro en la boca cuando no encuentra trabajo nunca he entendido ese mecanismo por el cual ciertos trabajadores tienen derecho a un subsidio a cambio de no hacer nada útil, ni siquiera para ellos mismos. Sospecho que nuestro 20 por ciento de paro es más estructural que coyuntural. Lo que se ha hecho hasta ahora no sirve, no funciona. Hay que intentar otra cosa.
¿Significa esto que el domingo votaré a la derecha? ANTES MUERTO. El corazón es superior a la cabeza. Al igual que Rhett Butler en Lo que el viento se llevó, hay que estar con el perdedor. Es una cuestión de vocación.
Mientras escribo estas líneas, las bolsas europeas caen por tercer día consecutivo y los gobiernos se arrodillan ante furibundos ataques especulativos. Irlanda, Portugal, Grecia, Italia... pero no sólo ellos: España, Francia, Bélgica, Austria... nadie está a salvo. Cuando los tiburones huelen la sangre atacan e intentan destazar al más débil.
A veinte años de la caída del Muro de Berlín que nos permitió ver qué era lo que había realmente en los países del llamado "socialismo real" -un desastre mayúsculo, tanto es así que después de años de hambre real, mafias de todos los colores, crecimiento negativo de la población y todo un escenario apocalíptico, NADIE en el este, exceptuando cuatro nonagenarios nostálgicos que desfilan el Día de la Victoria en la Plaza Roja, quiere regresar a los días del Imperio Soviético- cabe preguntarse sobre el papel de la izquierda. Porque nuestra izquierda, la izquierda europea, no plantea alternativa revolucionaria alguna, sino que intenta jugar aceptando las reglas del juego democrático.
El "juego democrático" quiere decir aceptar las normas que imponen los mercados que, como queda suficientemente demostrado en estos días, ponen gobiernos de rodillas, los destituyen, condenan al hambre a miles de ciudadanos, los privan de sus medios de subsistencia, de sus casas, etc.
Primera contradicción: si la izquierda de verdad pretende cambiar el orden establecido, aunque sea de forma light, es difícil hacerlo desde el "sí señor" que imponen los poderosos. La libertad no se obtiene con buenas palabras: se conquista a sangre y fuego. Así ha sido y así será por los siglos de los siglos. Ningún esclavo ha logrado la libertad por la bonhomía de su amo, sino que la ha arrancado poniéndole un cuchillo en el cuello a medianoche. Espartacos de la tierra...!
Pero el "mundo civilizado" sabe perfectamente cómo actuar en estos casos. Si los esclavos se emancipan, como ocurrió en Haití, primer país de América Latina que se liberó del yugo europeo, se les condena al aislamiento y se les deja morir lentamente. El resultado es de todos conocido: Haití es hoy el país más pobre del continente.
Llegamos entonces al problema de la izquierda socialdemócrata. ¿En qué se diferencia de la derecha si por definición acepta las reglas del juego? Esas mismas reglas del juego que hacen que la patronal y todos aquellos que tienen en sus manos el grifo del dinero estén esperando a los resultados del próximo 21 de noviembre para cambiar el paso.
Se supone que la izquierda "reparte" mejor los recursos. Pero eso genera el problema de los propios recursos. Para repartir antes habrá que generarlos. Igual arriba que abajo que diría Hermes: es como el abuelo que hace fortuna dejándose la piel, los hijos ociosos y semisubnormales, aplastados por la personalidad patológica de su progenitor, que crecen a la sombra del "gran hombre" y los nietos que terminan por dinamitarlo todo y hundir el imperio familiar ahogándolo en deudas. Asimismo, se supone que la izquierda socialdemócrata es algo más respetuosa con las libertades individuales, sobre todo en el caso de colectivos secularmente tratados con el pie por la Iglesia, las fuerzas vivas y los "biempensantes".
No obstante, la alternancia, aunque sólo sea de las caras, es uno de los elementos positivos de nuestro sistema ¿democrático? Piénsese en Cuba o en la antigua Unión Soviética. Un mismo personaje instalado en lo alto del poder durante décadas. Infalible, inefable, inengendrado, inmutable, esférico... Así Fidel Castro y Stalin, rodeados de pelotas, genuflexos, esclavos, zánganos... Una invitación al "caligulismo", la conversión del Gran Líder en algo aún peor que lo que pretendia combatir: Viva Zapata. Et pourtant... ¿cómo estabilizar una revolución sin la figura del "hombre fuerte"?
Los llamados "indignados", con su más que justificable grito de hastío colectivo, terminan por hacerle el juego a la derecha. La derecha no tiene dudas. "Sabe" lo que hay que hacer. La derecha, encarnada en personajes como Esperanza Aguirre, actúa como en tiempos de Primo de Rivera "senior". "Al alba y con viento de levante..." Cuando fuimos grandes, cuando invadimos PEREJIL.
Sin embargo, para aplicar las recetas tradicionales de la derecha, ¿quién mejor que ellos mismos? Desde un punto de vista teórico incluso estarían mejor dispuestos ante la tentación de la corrupción. No deberían tener tanta necesidad de robar: alguien ya lo hizo por ellos en generaciones anteriores. Digo teórico porque para muestra un botón (el Bigotes, Castellón, el Govern Balear, los sutiles y cultivados espíritus inmobiliarios).
Al fin y al cabo, parece ser que todo es una cuestión de técnicos. Véase Monti o Papademos. Grecia la pensante, Roma la que actuaba y extendía la civilización... qué lejanos quedan esos días. La misma distancia sideral que hay entre Adriano y Berlusconi. Un filósofo y un payaso lascivo desprovisto de cualquier clase de gracia.
Cuando las papas queman, como se dice en mi país natal, se llama a los que saben (¿quiere eso decir acaso que durante el resto del tiempo hemos estado en manos de aficionados bienintencionados? Qué miedo...) Ya no es una cuestión de talante o de ser majete. Un cirujano no es "majete". Sabe que tiene una mínima oportunidad y entra a matar. Entrar, cortar, unir, suturar y salir. Visto y no visto.
El primer gobierno Zapatero lo hizo bien en muchos terrenos y por eso repitió. Pero por entonces todos éramos ricos y los perros se ataban con longanizas. Casi cuatro años más tarde el escenario es radicalmente distinto, casi opuesto.
El segundo gobierno Zapatero ha sido una catástrofe, empezando por negar la crisis, como si la crisis fuese un estado de ánimo. El caudal de ocurrencias, los continuos cambios de rumbo. Y aún así, diríase que nuestro gobierno resulta espectacularmente inteligente y bien preparado si se lo compara con los ejecutivos de Grecia o Italia. En el país de los ciegos, ya se sabe. La cuna de la civilización se convierte en su tumba, cerrando el círculo.
Todas las encuestas -hasta las que maneja el propio PSOE- hablan de una victoria arrolladora del PP el próximo domingo. El programa del PP no es ningún misterio: basta ver lo que están haciendo sus primos en Portugal o en el Reino Unido. Recortes de todos los colores, tasas universitarias por las nubes, "economía de guerra"...
En fin. Derecha e izquierda "democráticas". Ambas sometidas a la prima de riesgo y a las veleidades de Bruselas, que habla veinte idiomas y lanza veinte mensajes diferentes.
Y los problemas siguen ahí. En la propia Europa de los 500 millones de comunitarios hay pobreza, racismo, paro galopante, insolidaridad. El PP nos propone volver a una mentalidad más campesina. Habas contadas. Tanto tengo, tanto gasto. Si sabe gestionar el resto, es decir, todo aquello que hace a las libertades individuales, dispondrá de una oportunidad de oro para homologar la derecha española y convertirla finalmente en un fuerza democrática del siglo XXI (¡por fin!)
¿Y la izquierda? Al rincón a pensar... Es el momento de reorganizar fuerzas y reelaborar el mensaje. Hace falta una nueva estrategia. Nueva de verdad. Un retorno a la ideología de base, a la protección de quienes realmente lo necesitan, pero no con un modelo de subvenciones a la vagancia o a los productos infames como ocurre con el cine español de los últimos años que, salvo contadísimas excepciones, es un insulto comparado con las obras de Víctor Erice, Berlanga o Bardem, sino educando y generando oportunidades para que la gente pueda caminar por sus propios medios. Y hacer acto de contrición (hay que ir ambientándose con el nuevo vocabulario del Opus gubernamental) por todo lo que se ha hecho mal, que es mucho y muy variado. Rubalcaba sería un presidente de lujo para España, pero lo será justamente porque nunca llegará a serlo.
Como trabajador autónomo que paga sus impuestos y que tiene derecho a pegarse un tiro en la boca cuando no encuentra trabajo nunca he entendido ese mecanismo por el cual ciertos trabajadores tienen derecho a un subsidio a cambio de no hacer nada útil, ni siquiera para ellos mismos. Sospecho que nuestro 20 por ciento de paro es más estructural que coyuntural. Lo que se ha hecho hasta ahora no sirve, no funciona. Hay que intentar otra cosa.
¿Significa esto que el domingo votaré a la derecha? ANTES MUERTO. El corazón es superior a la cabeza. Al igual que Rhett Butler en Lo que el viento se llevó, hay que estar con el perdedor. Es una cuestión de vocación.
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martes, 15 de noviembre de 2011
¿Es que no hay nadie pilotando el avión?
Una interesante reflexión de Bárbara Ehrenreich sobre el uso y abuso de la "actitud positiva", tan de moda en tantos sitios. No se trata de ser apocalíptico, pero sí de llamar a las cosas por su nombre, algo novedoso en tiempos de corrección política y boludismo alegre.
"Si tienes cáncer y no te curas es porque no tienes una actitud positiva; si te despiden de tu trabajo y no encuentras otro es por la misma razón; si eres pobre es tu culpa, porque odias la riqueza". Bárbara Ehrenreich (Butte, Montana, 1941) es una representante clásica del pensamiento de izquierdas norteamericano y adora desmontar mitos y supercherías como las arriba señaladas. Bióloga de formación, pasó pronto a dedicarse al análisis político y a la crítica social. Es autora de más de una veintena de libros y acaba de publicar Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo (Turner).
Estuvo en Barcelona y dio una conferencia en el Centro de Cultura Contemporáneo (CCCB) insistiendo en que no es cierto que el vaso siempre esté medio lleno, nunca medio vacío. Ehrenreich tuvo cáncer de mama y le irritó profundamente el activismo positivo del que se vio rodeada durante su enfermedad, y descubrió que se trataba de un auténtico movimiento social, no solo relacionado con el cáncer. Su teoría es que no es más que una treta para justificar las desigualdades.
"Me irritó mucho esta filosofía, porque básicamente suponía que yo era responsable de mi enfermedad. Cuando empecé a investigar sobre el problema de los ejecutivos que perdían su empleo me di cuenta de que era lo mismo que con el cáncer: si te han despedido es porque no tienes un pensamiento positivo, les decían, y si no encuentras trabajo es porque no has visto lo que de positivo tiene esta oportunidad. Y sobre esto se ha creado una gigantesca industria que básicamente consiste en decir que uno puede conseguirlo todo si solo cambia su manera de pensar. Es simplemente cruel decirle a alguien que ha perdido su trabajo o a quien le han diagnosticado una enfermedad importante que debe trabajar en su actitud".
En su opinión, esta filosofía también está en el origen del desbarajuste económico y financiero que ha provocado la crisis por la que atravesamos. "A principios de la década de 1980 hubo un cambio profundo en la cultura de las grandes empresas norteamericanas, consistente en abandonar la racionalidad de manera plenamente consciente. 'No queremos pensar demasiado. Un auténtico líder no tiene que pensar demasiado porque es alguien genial que debe seguir su inspiración', decían. Todo lo que hasta entonces se había hecho: analizar los riesgos y estudiar las distintas opciones ya no servía, la palabra clave era carisma: las cualidades carismáticas del líder. Sobre este principio se creó una cultura del negocio que lleva a los empleados a retiros sobre el espiritualismo de los nativos americanos...".
Para Ehrenreich, los líderes empresariales y financieros que nos han llevado a esta situación son gente que vive en otro mundo. "Cuando vales cientos de millones de dólares no ocupas el mismo mundo que la gente corriente; no vas en vuelos comerciales, usas el helicóptero en la ciudad, te alojas solo en hoteles de cinco estrellas, vives en una burbuja en la que todo lo que deseas se hace realidad. Si estás en tu casa de Palm Beach y piensas que no tienes un buen borgoña para ofrecer a tus invitados, mandas a un empleado en tu avión privado a tu casa en la Costa Este para que traiga unas cuantas cajas a tiempo para la cena. Es mágico. Porque además esta gente es más rica que nunca y tiene auténticos poderes mágicos comparado con nosotros".
Cree que las soluciones al desbarajuste no tienen por qué ser demasiado radicales y que lo que exigen los jóvenes indignados es perfectamente razonable. "No se puede tener una economía basada exclusivamente en el juego, ni tampoco es posible mantener una proporción tan alta de pobreza en la población. Está afectando profundamente al sistema. Simplemente hay que parar y razonar. ¿Cómo es posible que funcione el sistema si no hay consumidores? Se ha olvidado el principio básico de Henry Ford, que pensaba que cualquiera de sus empleados debería ser capaz de comprarse uno de sus coches para que realmente su negocio, basado en la producción en cadena, pudiera funcionar".
¿Y cómo ha sido posible llegar a este punto? ¿No hay nadie pilotando el avión? "Esto es lo que estamos descubriendo ahora", responde, "que los grandes chicos listos, los masters del universo son gente de la que es imposible fiarse, y es precisamente a ellos a quienes les dimos nuestra confianza y nuestro dinero. Por eso ahora hay este movimiento de quienes se dan cuenta de que estos tipos son unos timadores y que esto no puede continuar".
"Si tienes cáncer y no te curas es porque no tienes una actitud positiva; si te despiden de tu trabajo y no encuentras otro es por la misma razón; si eres pobre es tu culpa, porque odias la riqueza". Bárbara Ehrenreich (Butte, Montana, 1941) es una representante clásica del pensamiento de izquierdas norteamericano y adora desmontar mitos y supercherías como las arriba señaladas. Bióloga de formación, pasó pronto a dedicarse al análisis político y a la crítica social. Es autora de más de una veintena de libros y acaba de publicar Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo (Turner).
Estuvo en Barcelona y dio una conferencia en el Centro de Cultura Contemporáneo (CCCB) insistiendo en que no es cierto que el vaso siempre esté medio lleno, nunca medio vacío. Ehrenreich tuvo cáncer de mama y le irritó profundamente el activismo positivo del que se vio rodeada durante su enfermedad, y descubrió que se trataba de un auténtico movimiento social, no solo relacionado con el cáncer. Su teoría es que no es más que una treta para justificar las desigualdades.
"Me irritó mucho esta filosofía, porque básicamente suponía que yo era responsable de mi enfermedad. Cuando empecé a investigar sobre el problema de los ejecutivos que perdían su empleo me di cuenta de que era lo mismo que con el cáncer: si te han despedido es porque no tienes un pensamiento positivo, les decían, y si no encuentras trabajo es porque no has visto lo que de positivo tiene esta oportunidad. Y sobre esto se ha creado una gigantesca industria que básicamente consiste en decir que uno puede conseguirlo todo si solo cambia su manera de pensar. Es simplemente cruel decirle a alguien que ha perdido su trabajo o a quien le han diagnosticado una enfermedad importante que debe trabajar en su actitud".
En su opinión, esta filosofía también está en el origen del desbarajuste económico y financiero que ha provocado la crisis por la que atravesamos. "A principios de la década de 1980 hubo un cambio profundo en la cultura de las grandes empresas norteamericanas, consistente en abandonar la racionalidad de manera plenamente consciente. 'No queremos pensar demasiado. Un auténtico líder no tiene que pensar demasiado porque es alguien genial que debe seguir su inspiración', decían. Todo lo que hasta entonces se había hecho: analizar los riesgos y estudiar las distintas opciones ya no servía, la palabra clave era carisma: las cualidades carismáticas del líder. Sobre este principio se creó una cultura del negocio que lleva a los empleados a retiros sobre el espiritualismo de los nativos americanos...".
Para Ehrenreich, los líderes empresariales y financieros que nos han llevado a esta situación son gente que vive en otro mundo. "Cuando vales cientos de millones de dólares no ocupas el mismo mundo que la gente corriente; no vas en vuelos comerciales, usas el helicóptero en la ciudad, te alojas solo en hoteles de cinco estrellas, vives en una burbuja en la que todo lo que deseas se hace realidad. Si estás en tu casa de Palm Beach y piensas que no tienes un buen borgoña para ofrecer a tus invitados, mandas a un empleado en tu avión privado a tu casa en la Costa Este para que traiga unas cuantas cajas a tiempo para la cena. Es mágico. Porque además esta gente es más rica que nunca y tiene auténticos poderes mágicos comparado con nosotros".
Cree que las soluciones al desbarajuste no tienen por qué ser demasiado radicales y que lo que exigen los jóvenes indignados es perfectamente razonable. "No se puede tener una economía basada exclusivamente en el juego, ni tampoco es posible mantener una proporción tan alta de pobreza en la población. Está afectando profundamente al sistema. Simplemente hay que parar y razonar. ¿Cómo es posible que funcione el sistema si no hay consumidores? Se ha olvidado el principio básico de Henry Ford, que pensaba que cualquiera de sus empleados debería ser capaz de comprarse uno de sus coches para que realmente su negocio, basado en la producción en cadena, pudiera funcionar".
¿Y cómo ha sido posible llegar a este punto? ¿No hay nadie pilotando el avión? "Esto es lo que estamos descubriendo ahora", responde, "que los grandes chicos listos, los masters del universo son gente de la que es imposible fiarse, y es precisamente a ellos a quienes les dimos nuestra confianza y nuestro dinero. Por eso ahora hay este movimiento de quienes se dan cuenta de que estos tipos son unos timadores y que esto no puede continuar".
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lunes, 14 de noviembre de 2011
Se acabó la crisis
La Banca Mundial ha decidido coordinar esfuerzos para acabar con la crisis financiera mundial y salvar a la población del planeta. Como muestra, he aquí este telediario. Se anuncian nuevos e inminentes proyectos para poner fin al hambre, la ignorancia, las deficiencias sanitarias y la violencia ideológica o religiosa. Nadie se quedará sin casa, y la energía y la comida serán gratis. El tiempo antes dedicado a sobrevivir se dedicará -por decreto- a pensar en el bien común. No habrá Cielo ni Infierno.
Se acabó tener miedo. Lo ha dicho el Telediario. Amar lo inverosímil es avanzar hacia el Sol.
Se acabó tener miedo. Lo ha dicho el Telediario. Amar lo inverosímil es avanzar hacia el Sol.
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viernes, 11 de noviembre de 2011
Victimas invisibles
Se habla mucho de las víctimas de la crisis económica. Albañiles, maestros, empleados del sector servicios, arquitectos... Todo eso esta muy bien, pero la gente rica también sufre. Y si se trata de ricos forjados al calor de la cultura, mucho más, ya que su adiestrada sensibilidad a golpe de palco de Ópera y happening de La Fura se subleva ante la insoportable vulgaridad de la pobreza.
Hacer colas, comprar en supermercados baratos, llevar ropa de ¡dos temporadas atrás!, no poder viajar en primera, incluso no poder viajar y tener que quedarse en alguna de sus casas. ¡Qué fastidio! Como tenían más, pues sufren más. Por eso entendemos y apoyamos la reivindicación que aparece a continuación. Al César lo que es del César. ¡Solidaridad con el Directivo caído en desgracia!
Eduardo Teddy Bautista, presidente del consejo de dirección de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) hasta el pasado 12 de julio, cuando abandonó la entidad, ha interpuesto una demanda laboral contra esta sociedad en Magistratura por despido improcedente. Bautista solicita una indemnización de 1.200.000 euros -dos años de salario-. La decisión de Bautista se estudiará hoy martes en la reunión que tiene previsto celebrar la actual comisión gestora de la sociedad.
Sabino Méndez, portavoz de la actual junta directiva de la SGAE, ha confirmado la noticia. "Hace cosa de un mes ya nos comunicó su intención de que quería hacerlo". "Le instamos a que reflexionara, algo que creemos importante sobre todo con la que está cayendo", comenta Méndez, quien pensó, como otros miembros de la junta, que Bautista lo dijo porque estaba en un momento "caliente". La decisión de Bautista le va a enfrentar a sus antiguos compañeros de la junta directiva: "No encontramos razonable que lo haga, después de todo lo que ha pasado", añade Méndez.
Bautista, que dejó su cargo tras destaparse una trama de desviación de fondos de la entidad, anunció cuando dejó su cargo que se iba "como presidente del consejo de dirección de la SGAE", pero ahora parece que ello no significó que dejara la entidad. De hecho él siguió yendo al despacho unos días y también intentó hacer uso de algunas prerrogativas que tenía en su cargo anterior. La marcha de Bautista se produjo en la primera reunión de la nueva junta directiva -salida de las elecciones del 30 de junio-. Entonces afirmó que se iba para no perjudicar a la casa.
Teddy Bautista y otras ocho personas fueron detenidas el 1 de julio en la operación policial que llevó a cabo la Guardia Civil tras un registro en la sede de la entidad en Madrid. A Bautista se le acusaba de un presunto delito de apropiación indebida en relación con una causa que investigan la Fiscalía Anticorrupción y la Audiencia Nacional. El caso, denominado Operación Saga, lo dirige el juez Pablo Ruz, titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional.
Según el juez, Bautista "consintió e impulsó" que la supuesta trama de corrupción siguiera funcionando. Por ello se enfrenta a 10 años de prisión por supuestos delitos de apropiación indebida y de administración fraudulenta así como a un delito societario. Bautista fue músico, compositor y actor, pero dejó estas actividades para incorporarse a la sociedad de autores en 1977. En 1995 fue nombrado presidente, cargo que ha desempañado hasta que la comisión gestora lo apartó, aunque sin llegar a expulsarlo de la entidad. Desde el 3 de julio está en libertad con cargos.
Hacer colas, comprar en supermercados baratos, llevar ropa de ¡dos temporadas atrás!, no poder viajar en primera, incluso no poder viajar y tener que quedarse en alguna de sus casas. ¡Qué fastidio! Como tenían más, pues sufren más. Por eso entendemos y apoyamos la reivindicación que aparece a continuación. Al César lo que es del César. ¡Solidaridad con el Directivo caído en desgracia!
Eduardo Teddy Bautista, presidente del consejo de dirección de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) hasta el pasado 12 de julio, cuando abandonó la entidad, ha interpuesto una demanda laboral contra esta sociedad en Magistratura por despido improcedente. Bautista solicita una indemnización de 1.200.000 euros -dos años de salario-. La decisión de Bautista se estudiará hoy martes en la reunión que tiene previsto celebrar la actual comisión gestora de la sociedad.
Sabino Méndez, portavoz de la actual junta directiva de la SGAE, ha confirmado la noticia. "Hace cosa de un mes ya nos comunicó su intención de que quería hacerlo". "Le instamos a que reflexionara, algo que creemos importante sobre todo con la que está cayendo", comenta Méndez, quien pensó, como otros miembros de la junta, que Bautista lo dijo porque estaba en un momento "caliente". La decisión de Bautista le va a enfrentar a sus antiguos compañeros de la junta directiva: "No encontramos razonable que lo haga, después de todo lo que ha pasado", añade Méndez.
Bautista, que dejó su cargo tras destaparse una trama de desviación de fondos de la entidad, anunció cuando dejó su cargo que se iba "como presidente del consejo de dirección de la SGAE", pero ahora parece que ello no significó que dejara la entidad. De hecho él siguió yendo al despacho unos días y también intentó hacer uso de algunas prerrogativas que tenía en su cargo anterior. La marcha de Bautista se produjo en la primera reunión de la nueva junta directiva -salida de las elecciones del 30 de junio-. Entonces afirmó que se iba para no perjudicar a la casa.
Teddy Bautista y otras ocho personas fueron detenidas el 1 de julio en la operación policial que llevó a cabo la Guardia Civil tras un registro en la sede de la entidad en Madrid. A Bautista se le acusaba de un presunto delito de apropiación indebida en relación con una causa que investigan la Fiscalía Anticorrupción y la Audiencia Nacional. El caso, denominado Operación Saga, lo dirige el juez Pablo Ruz, titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional.
Según el juez, Bautista "consintió e impulsó" que la supuesta trama de corrupción siguiera funcionando. Por ello se enfrenta a 10 años de prisión por supuestos delitos de apropiación indebida y de administración fraudulenta así como a un delito societario. Bautista fue músico, compositor y actor, pero dejó estas actividades para incorporarse a la sociedad de autores en 1977. En 1995 fue nombrado presidente, cargo que ha desempañado hasta que la comisión gestora lo apartó, aunque sin llegar a expulsarlo de la entidad. Desde el 3 de julio está en libertad con cargos.
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viernes, 4 de noviembre de 2011
La clave está en Arteria
He aquí lo que publica la prensa sobre Arteria, el gigantesco proyecto de Teddy Bautista, antiguo mandatario de la SGAE que hoy está siendo investigado por la justicia española.
Arteria, la sociedad de la SGAE responsable de su ambiciosa red de teatros, es el nuevo objetivo de las investigaciones del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz y de la Fiscalía Anticorrupción. Al parecer, la aparición de un denunciante que aportó datos incriminatorios y creíbles sobre irregularidades en la gestión de Arteria fue la razón por la que el magistrado decidió abrir una pieza separada y secreta.
Con esta decisión se cumplen las previsiones, adelantadas por ABC en su momento, en el sentido de que las irregularidades detectadas en la SDAE no eran sino la punta del iceberg de lo que ha estado ocurriendo en los últimos años en la Sociedad General de Autores y Editores. «Arteria, al menos en cuanto a volumen de dinero que se ha movido, es mucho más importante que lo que se había investigado hasta ahora», sostienen las fuentes consultadas. Y añaden: «A medida que avanza el análisis de la investigación intervenida se ve que es toda, o muy buena parte de la SGAE, la afectada por las irregularidades. Se ha actuado durante muchos años con impunidad y nadie ha ejercido el mínimo control externo, a pesar de que el Estado había delegado en ella una de sus funciones, como es la recaudación de una tasa».
Precios fuera de mercado
Sobre Arteria, lo primero que resulta extraño es su propia existencia: «Es llamativo que una sociedad que gestiona derechos de autor tenga que tener una red de teatros propia, pagada con el dinero de sus asociados», sostienen las fuentes consultadas. Pero este asunto, sin duda discutible, se complica aún más si, como parece, se han producido desviaciones injustificadas y millonarias de los presupuestos de espacios escénicos adquiridos por la SGAE: «Según los primeros indicios disponibles, que habrá que confirmar con la investigacíón abierta, se han hecho pagos por trabajos a un precio claramente fuera de mercado; se han modificado proyectos que han encarecido obras de forma significativa y sin una razón clara para ello, y se ha beneficiado a empresas que podrían estar relacionadas directa o indirectamente con responsables de la sociedad de autores». Pero no solo se habrían beneficiado empresas implicadas en los proyectos, sino también algunas que recibían importantes concesiones.
La situación es especialmente preocupante porque «el dinero que se ha movido, y el que presuntamente ha llegado a manos de los sospechosos es muy superior al que se detectó en la operación del 1 de julio de este año que afectaba a la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE)».
En realidad, lo que se cocía en Arteria —como sucedía en el caso de la SDAE— corría de boca en boca entre quienes se mueven en esos ambientes. Sin embargo, hasta ahora no se disponía de una denuncia formal con datos concretos con los que poder abrir una investigación con visos de tener resultados positivos.
La SGAE de Teddy Bautista tenía entre sus objetivos crear la mayor red de espacios multifuncionales en torno a la sociedad Arteria Promociones Culturales, fundada hace doce años. Los fondos para su puesta en marcha y consolidación eran transferidos desde la propia SGAE a través de la Fundación Autor y de la asunción, por parte de la fundación, de una deuda financiera superior a los cien millones de euros.
Entre los objetivos de Arteria estaba convertirse en la mayor red iberoamericana de espacios escénicos y para lograrlo gastó más de 400 millones de euros. Con ellos se han comprado suelos, edificios, empresas inmobiliarias, se han pagado cánones municipales y ejecutado las obras de los proyectos. Entre sus operaciones, que comenzaron en 2002, destaca la compra del cine California, en la calle de Andrés Mellado de Madrid, y de algunas inmobiliarias.
Concesiones municipales
En la mayoría de los casos, Arteria hizo las adquisiciones a través de concesiones municipales, con el pago de un canon anual y la financiación compartida de las obras con las Administraciones, como sucedió con el teatro Campos Elíseos de Bilbao, que requirió de 23,4 millones, o con otro en Barcelona, cuya remodelación costó 12 millones.
Además, la red Arteria se completa, entre otras instalaciones, con una sala en Santiago de Compostela, el teatro Häagen-Dazs Calderón, en Madrid, el Manhattan Center de Nueva York, el Metropolitan de Buenos Aires y La Casona en México. Y aún hay proyectos en México y Buenos Aires, y un auditorio en la isla de la Cartuja de Sevilla, que ha requerido de más de 60 millones. Su finalización está pendiente de demandas tras la renuncia del arquitecto Santiago Fajardo.
«En cualquier caso, aún se está al principio de esta investigación», subrayan las fuentes consultadas, que consideran que «lo lógico es que, salvo que se encuentren pruebas claras pronto en la documentación disponible, no haya resultados a corto plazo». Hay que tener en cuenta además que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil aún tiene que analizar todo lo intervenido en los registros de la operación de julio.
Cultura, ahora, sí hace preguntas
Una de las cosas que más llaman la atención en el «caso SGAE» es cómo el Ministerio de Cultura no ha ejercido ningún control sobre la SGAE, a pesar de que se les ha cedido una de sus atribuciones, como es la de cobrar tasas. Pues bien, según las fuentes consultadas la actitud del ministerio ha cambiado y ha comenzado a pedir documentación a la Sociedad General de Autores y Editores. Paralelamente, también se ha producido un cambio en el seno de la SGAE, que ha comenzado a atender algunas de las peticiones de los encargados del caso.
Lo que sí ha llamado la atención es la actitud de dos de los miembros de los actuales responsables de la sociedad general de autores sobre la demanda presentada por Teddy Bautista en la que pide 1.200.000 euros por despido improcedente. Esas dos personas, una de ellas Caco Senante, se mostraron a favor de pagar esa cantidad a su antiguo jefe. «Resulta curioso que dos de los que en principio estarían entre los perjudicados por la gestión de Bautista, que está acusado entre otros cargos de apropiación indebida, quieran ahora que la SGAE le pague ese dinero».
Arteria, la sociedad de la SGAE responsable de su ambiciosa red de teatros, es el nuevo objetivo de las investigaciones del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz y de la Fiscalía Anticorrupción. Al parecer, la aparición de un denunciante que aportó datos incriminatorios y creíbles sobre irregularidades en la gestión de Arteria fue la razón por la que el magistrado decidió abrir una pieza separada y secreta.
Con esta decisión se cumplen las previsiones, adelantadas por ABC en su momento, en el sentido de que las irregularidades detectadas en la SDAE no eran sino la punta del iceberg de lo que ha estado ocurriendo en los últimos años en la Sociedad General de Autores y Editores. «Arteria, al menos en cuanto a volumen de dinero que se ha movido, es mucho más importante que lo que se había investigado hasta ahora», sostienen las fuentes consultadas. Y añaden: «A medida que avanza el análisis de la investigación intervenida se ve que es toda, o muy buena parte de la SGAE, la afectada por las irregularidades. Se ha actuado durante muchos años con impunidad y nadie ha ejercido el mínimo control externo, a pesar de que el Estado había delegado en ella una de sus funciones, como es la recaudación de una tasa».
Precios fuera de mercado
Sobre Arteria, lo primero que resulta extraño es su propia existencia: «Es llamativo que una sociedad que gestiona derechos de autor tenga que tener una red de teatros propia, pagada con el dinero de sus asociados», sostienen las fuentes consultadas. Pero este asunto, sin duda discutible, se complica aún más si, como parece, se han producido desviaciones injustificadas y millonarias de los presupuestos de espacios escénicos adquiridos por la SGAE: «Según los primeros indicios disponibles, que habrá que confirmar con la investigacíón abierta, se han hecho pagos por trabajos a un precio claramente fuera de mercado; se han modificado proyectos que han encarecido obras de forma significativa y sin una razón clara para ello, y se ha beneficiado a empresas que podrían estar relacionadas directa o indirectamente con responsables de la sociedad de autores». Pero no solo se habrían beneficiado empresas implicadas en los proyectos, sino también algunas que recibían importantes concesiones.
La situación es especialmente preocupante porque «el dinero que se ha movido, y el que presuntamente ha llegado a manos de los sospechosos es muy superior al que se detectó en la operación del 1 de julio de este año que afectaba a la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE)».
En realidad, lo que se cocía en Arteria —como sucedía en el caso de la SDAE— corría de boca en boca entre quienes se mueven en esos ambientes. Sin embargo, hasta ahora no se disponía de una denuncia formal con datos concretos con los que poder abrir una investigación con visos de tener resultados positivos.
La SGAE de Teddy Bautista tenía entre sus objetivos crear la mayor red de espacios multifuncionales en torno a la sociedad Arteria Promociones Culturales, fundada hace doce años. Los fondos para su puesta en marcha y consolidación eran transferidos desde la propia SGAE a través de la Fundación Autor y de la asunción, por parte de la fundación, de una deuda financiera superior a los cien millones de euros.
Entre los objetivos de Arteria estaba convertirse en la mayor red iberoamericana de espacios escénicos y para lograrlo gastó más de 400 millones de euros. Con ellos se han comprado suelos, edificios, empresas inmobiliarias, se han pagado cánones municipales y ejecutado las obras de los proyectos. Entre sus operaciones, que comenzaron en 2002, destaca la compra del cine California, en la calle de Andrés Mellado de Madrid, y de algunas inmobiliarias.
Concesiones municipales
En la mayoría de los casos, Arteria hizo las adquisiciones a través de concesiones municipales, con el pago de un canon anual y la financiación compartida de las obras con las Administraciones, como sucedió con el teatro Campos Elíseos de Bilbao, que requirió de 23,4 millones, o con otro en Barcelona, cuya remodelación costó 12 millones.
Además, la red Arteria se completa, entre otras instalaciones, con una sala en Santiago de Compostela, el teatro Häagen-Dazs Calderón, en Madrid, el Manhattan Center de Nueva York, el Metropolitan de Buenos Aires y La Casona en México. Y aún hay proyectos en México y Buenos Aires, y un auditorio en la isla de la Cartuja de Sevilla, que ha requerido de más de 60 millones. Su finalización está pendiente de demandas tras la renuncia del arquitecto Santiago Fajardo.
«En cualquier caso, aún se está al principio de esta investigación», subrayan las fuentes consultadas, que consideran que «lo lógico es que, salvo que se encuentren pruebas claras pronto en la documentación disponible, no haya resultados a corto plazo». Hay que tener en cuenta además que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil aún tiene que analizar todo lo intervenido en los registros de la operación de julio.
Cultura, ahora, sí hace preguntas
Una de las cosas que más llaman la atención en el «caso SGAE» es cómo el Ministerio de Cultura no ha ejercido ningún control sobre la SGAE, a pesar de que se les ha cedido una de sus atribuciones, como es la de cobrar tasas. Pues bien, según las fuentes consultadas la actitud del ministerio ha cambiado y ha comenzado a pedir documentación a la Sociedad General de Autores y Editores. Paralelamente, también se ha producido un cambio en el seno de la SGAE, que ha comenzado a atender algunas de las peticiones de los encargados del caso.
Lo que sí ha llamado la atención es la actitud de dos de los miembros de los actuales responsables de la sociedad general de autores sobre la demanda presentada por Teddy Bautista en la que pide 1.200.000 euros por despido improcedente. Esas dos personas, una de ellas Caco Senante, se mostraron a favor de pagar esa cantidad a su antiguo jefe. «Resulta curioso que dos de los que en principio estarían entre los perjudicados por la gestión de Bautista, que está acusado entre otros cargos de apropiación indebida, quieran ahora que la SGAE le pague ese dinero».
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jueves, 3 de noviembre de 2011
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