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martes, 10 de abril de 2012

Aquí hay puestos de trabajo

La prima de riesgo (siempre quise tener una pero sólo conseguí un primo sonado) en números que queman, la posibilidad de intervención directa del IV Reich a la vuelta de la esquina y en vez de explicar cómo están las cosas, qué se está haciendo y qué nos cabe esperar -me estoy poniendo muy kantiano- Rajoy discute memeces con el PSOE en la Cámara del Senado, un organismo inútil y anacrónico que pagamos entre todos. Cementerio de elefantes parlantes.

Pero no todo es color de hormiga. El presidente ha decidido predicar con el ejemplo y, en una arriesgada apuesta por el mundo de los emprendedores, ha salido a la calle. Mariano nos indica por dónde se va al futuro. Así me gusta, levantado España.

viernes, 17 de febrero de 2012

Urdangarín


Karaoke para estos Carnavales

Ur-Urdangarín qué hay en ese maletín?
déjale algo a la Casa Real
Ur-Urdangarín escóndelo en el calcetín
antes de que te registre el fiscal.

lunes, 30 de enero de 2012

La reforma laboral

Expresándose con exquisita soltura tanto en inglés como en finés, lengua de origen no indoeuropeo sino urálico, nuestro galaico presidente Mariano Rajoy comenta lo que va a pasar cuando concluya su reforma laboral en las próximas semanas. El talento de un jugador de ajedrez o de bolsa está muy relacionado con la capacidad de anticipación.

Ver vídeo

Después, remata la faena con unas risas. La risa siempre es sana. Ande yo caliente y ríase la gente!

Alea jacta est.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Derecha e izquierda

¿Cuál es la diferencia entre izquierda y derecha hoy en día? ¿Tiene sentido hablar de modelos alternativos a la dictadura del mercado? ¿Qué perspectivas de futuro tiene la izquierda en la situación en que nos encontramos?

Mientras escribo estas líneas, las bolsas europeas caen por tercer día consecutivo y los gobiernos se arrodillan ante furibundos ataques especulativos. Irlanda, Portugal, Grecia, Italia... pero no sólo ellos: España, Francia, Bélgica, Austria... nadie está a salvo. Cuando los tiburones huelen la sangre atacan e intentan destazar al más débil.

A veinte años de la caída del Muro de Berlín que nos permitió ver qué era lo que había realmente en los países del llamado "socialismo real" -un desastre mayúsculo, tanto es así que después de años de hambre real, mafias de todos los colores, crecimiento negativo de la población y todo un escenario apocalíptico, NADIE en el este, exceptuando cuatro nonagenarios nostálgicos que desfilan el Día de la Victoria en la Plaza Roja, quiere regresar a los días del Imperio Soviético- cabe preguntarse sobre el papel de la izquierda. Porque nuestra izquierda, la izquierda europea, no plantea alternativa revolucionaria alguna, sino que intenta jugar aceptando las reglas del juego democrático.

El "juego democrático" quiere decir aceptar las normas que imponen los mercados que, como queda suficientemente demostrado en estos días, ponen gobiernos de rodillas, los destituyen, condenan al hambre a miles de ciudadanos, los privan de sus medios de subsistencia, de sus casas, etc.

Primera contradicción: si la izquierda de verdad pretende cambiar el orden establecido, aunque sea de forma light, es difícil hacerlo desde el "sí señor" que imponen los poderosos. La libertad no se obtiene con buenas palabras: se conquista a sangre y fuego. Así ha sido y así será por los siglos de los siglos. Ningún esclavo ha logrado la libertad por la bonhomía de su amo, sino que la ha arrancado poniéndole un cuchillo en el cuello a medianoche. Espartacos de la tierra...!

Pero el "mundo civilizado" sabe perfectamente cómo actuar en estos casos. Si los esclavos se emancipan, como ocurrió en Haití, primer país de América Latina que se liberó del yugo europeo, se les condena al aislamiento y se les deja morir lentamente. El resultado es de todos conocido: Haití es hoy el país más pobre del continente.

Llegamos entonces al problema de la izquierda socialdemócrata. ¿En qué se diferencia de la derecha si por definición acepta las reglas del juego? Esas mismas reglas del juego que hacen que la patronal y todos aquellos que tienen en sus manos el grifo del dinero estén esperando a los resultados del próximo 21 de noviembre para cambiar el paso.

Se supone que la izquierda "reparte" mejor los recursos. Pero eso genera el problema de los propios recursos. Para repartir antes habrá que generarlos. Igual arriba que abajo que diría Hermes: es como el abuelo que hace fortuna dejándose la piel, los hijos ociosos y semisubnormales, aplastados por la personalidad patológica de su progenitor, que crecen a la sombra del "gran hombre" y los nietos que terminan por dinamitarlo todo y hundir el imperio familiar ahogándolo en deudas. Asimismo, se supone que la izquierda socialdemócrata es algo más respetuosa con las libertades individuales, sobre todo en el caso de colectivos secularmente tratados con el pie por la Iglesia, las fuerzas vivas y los "biempensantes".

No obstante, la alternancia, aunque sólo sea de las caras, es uno de los elementos positivos de nuestro sistema ¿democrático? Piénsese en Cuba o en la antigua Unión Soviética. Un mismo personaje instalado en lo alto del poder durante décadas. Infalible, inefable, inengendrado, inmutable, esférico... Así Fidel Castro y Stalin, rodeados de pelotas, genuflexos, esclavos, zánganos... Una invitación al "caligulismo", la conversión del Gran Líder en algo aún peor que lo que pretendia combatir: Viva Zapata. Et pourtant... ¿cómo estabilizar una revolución sin la figura del "hombre fuerte"?

Los llamados "indignados", con su más que justificable grito de hastío colectivo, terminan por hacerle el juego a la derecha. La derecha no tiene dudas. "Sabe" lo que hay que hacer. La derecha, encarnada en personajes como Esperanza Aguirre, actúa como en tiempos de Primo de Rivera "senior". "Al alba y con viento de levante..." Cuando fuimos grandes, cuando invadimos PEREJIL.

Sin embargo, para aplicar las recetas tradicionales de la derecha, ¿quién mejor que ellos mismos? Desde un punto de vista teórico incluso estarían mejor dispuestos ante la tentación de la corrupción. No deberían tener tanta necesidad de robar: alguien ya lo hizo por ellos en generaciones anteriores. Digo teórico porque para muestra un botón (el Bigotes, Castellón, el Govern Balear, los sutiles y cultivados espíritus inmobiliarios).

Al fin y al cabo, parece ser que todo es una cuestión de técnicos. Véase Monti o Papademos. Grecia la pensante, Roma la que actuaba y extendía la civilización... qué lejanos quedan esos días. La misma distancia sideral que hay entre Adriano y Berlusconi. Un filósofo y un payaso lascivo desprovisto de cualquier clase de gracia.

Cuando las papas queman, como se dice en mi país natal, se llama a los que saben (¿quiere eso decir acaso que durante el resto del tiempo hemos estado en manos de aficionados bienintencionados? Qué miedo...) Ya no es una cuestión de talante o de ser majete. Un cirujano no es "majete". Sabe que tiene una mínima oportunidad y entra a matar. Entrar, cortar, unir, suturar y salir. Visto y no visto.

El primer gobierno Zapatero lo hizo bien en muchos terrenos y por eso repitió. Pero por entonces todos éramos ricos y los perros se ataban con longanizas. Casi cuatro años más tarde el escenario es radicalmente distinto, casi opuesto.

El segundo gobierno Zapatero ha sido una catástrofe, empezando por negar la crisis, como si la crisis fuese un estado de ánimo. El caudal de ocurrencias, los continuos cambios de rumbo. Y aún así, diríase que nuestro gobierno resulta espectacularmente inteligente y bien preparado si se lo compara con los ejecutivos de Grecia o Italia. En el país de los ciegos, ya se sabe. La cuna de la civilización se convierte en su tumba, cerrando el círculo.

Todas las encuestas -hasta las que maneja el propio PSOE- hablan de una victoria arrolladora del PP el próximo domingo. El programa del PP no es ningún misterio: basta ver lo que están haciendo sus primos en Portugal o en el Reino Unido. Recortes de todos los colores, tasas universitarias por las nubes, "economía de guerra"...

En fin. Derecha e izquierda "democráticas". Ambas sometidas a la prima de riesgo y a las veleidades de Bruselas, que habla veinte idiomas y lanza veinte mensajes diferentes.

Y los problemas siguen ahí. En la propia Europa de los 500 millones de comunitarios hay pobreza, racismo, paro galopante, insolidaridad. El PP nos propone volver a una mentalidad más campesina. Habas contadas. Tanto tengo, tanto gasto. Si sabe gestionar el resto, es decir, todo aquello que hace a las libertades individuales, dispondrá de una oportunidad de oro para homologar la derecha española y convertirla finalmente en un fuerza democrática del siglo XXI (¡por fin!)

¿Y la izquierda? Al rincón a pensar... Es el momento de reorganizar fuerzas y reelaborar el mensaje. Hace falta una nueva estrategia. Nueva de verdad. Un retorno a la ideología de base, a la protección de quienes realmente lo necesitan, pero no con un modelo de subvenciones a la vagancia o a los productos infames como ocurre con el cine español de los últimos años que, salvo contadísimas excepciones, es un insulto comparado con las obras de Víctor Erice, Berlanga o Bardem, sino educando y generando oportunidades para que la gente pueda caminar por sus propios medios. Y hacer acto de contrición (hay que ir ambientándose con el nuevo vocabulario del Opus gubernamental) por todo lo que se ha hecho mal, que es mucho y muy variado. Rubalcaba sería un presidente de lujo para España, pero lo será justamente porque nunca llegará a serlo.

Como trabajador autónomo que paga sus impuestos y que tiene derecho a pegarse un tiro en la boca cuando no encuentra trabajo nunca he entendido ese mecanismo por el cual ciertos trabajadores tienen derecho a un subsidio a cambio de no hacer nada útil, ni siquiera para ellos mismos. Sospecho que nuestro 20 por ciento de paro es más estructural que coyuntural. Lo que se ha hecho hasta ahora no sirve, no funciona. Hay que intentar otra cosa.

¿Significa esto que el domingo votaré a la derecha? ANTES MUERTO. El corazón es superior a la cabeza. Al igual que Rhett Butler en Lo que el viento se llevó, hay que estar con el perdedor. Es una cuestión de vocación.

lunes, 11 de julio de 2011

Agonía

El gobierno Zapatero, herido de muerte, es un problema más para España. Uno más de los muchos que tiene. Los meses que transcurran hasta las elecciones generarán incertidumbre y las señales de confianza que esperan los mercados seguirán sin aparecer.

"Alfredo", el nuevo recambio del PSOE, dice cosas tales como "yo sé cómo acabar con el paro". Estupefacto que se queda uno. Si sabe qué hay que hacer por qué no lo ha hecho ya. ¿No lleva eones de tiempo ocupando las más altas responsabilidades en distintos gobiernos socialistas? ¿Cómo hay que interpretar esto? Él sabe y los demás compañeros no. Él lo guarda para sí mismo como si fuera "su tesoro". Se lo dice a sus compañeros de gobierno y los demás lo toman a chacota. ¿Qué clase de broma macabra es esta?

Alfredo quiere girar a la izquierda, pero el timón del PSOE parece demasiado pequeño para maniobrar a tiempo de no chocar con el iceberg. A buenas horas, "Alfredo", en el minuto 3 del décimoquinto asalto.

¿Y casos como el de la SGAE? ¿Acaso la ministra de cultura no tiene responsabilidad alguna? Es muy triste.

El destino del PSOE no tiene la menor importancia. Lo que importa es el conjunto del país y de los pueblos de España. Necesitamos gente imaginativa y resuelta en el puente de mando, sobre todo teniendo en cuenta el acoso y derribo de los mercados.

ZP empieza a parecerse a Teddy Bautista: corre el riesgo de cargarse todo lo bueno en aras de aguantar cabezonamente obviando el interés general.

La gente no es estúpida y, al igual que ocurrió con Acebes, el PP y sus burdas patrañas sobre la autoría del 11-M, cuando llegue la hora de votar el PSOE quedará convertido en una fuerza obligada a pactar imperiosamente o será arrinconada en la oposición como ocurre en Extremadura.

Amigo José Luis, ha llegado la hora de pensar en España, que pide un cambio a gritos. Si hubiera grandeza y altura de miras en la clase política española, sería la hora de un gobierno de concentración nacional, ya que estamos en pleno Mar de los Sargazos y hemos de navegar en ceñida. Pero eso es pedir demasiado. Es más fácil encontrar un hombre justo en la Junta Directiva de la SGAE.

martes, 24 de mayo de 2011

"Le misme"

Pasaron la elecciones. El PP arrasó. Cuando la izquierda se atomiza la derecha adelanta en dirección prohibida.

Aquí no pasa nada. Los políticos a lo suyo, que nada tiene que ver con los problemas del país.

-Que por qué el presidente no convoca elecciones o se somete a una moción de confianza- dice la portavoz de los ganadores.

-Que si tienen lo que hay que tener, que presenten una moción de censura- replica el adalid de las huestes derrotadas. Ole ahí ese machote. ¡Torero!

A ninguno de nuestros políticos le importa en lo más mínimo que la gente se haya lanzado a las calles de forma pacífica y educada -impresionantemente educada- para poner en cuestión las prácticas, las políticas y los modos. Para decir que ya está bien de engaños y chanchullos.

Parece ser que si se hace una protesta civilizada nadie te tiene en cuenta. ¿Qué necesitan nuestros políticos para asumir que el verdadero problema son ELLOS? Pero TODOS ELLOS. ¿Una revuelta popular estilo Comuneros o Revolución Francesa?

"Que concreten", dicen los biempensantes sobre la gente de la Puerta del Sol. Como comenta Carlos Taibo, los partidos tradicionales sí que son concretos, por ejemplo, "CENTRADOS EN TI", he ahí algo muy concreto que proporciona tranquilidad y seguridad metafísica. Slogan esférico, inengendrado, inmutable...

¿Qué receta aplicará el Partido Popular cuando llegue a La Moncloa? ¿Acaso alguien tiene alguna duda? Me hace gracia lo de la "agenda secreta". No hace falta demasiada imaginación.

Un fenómeno digno de estudiar por los psiquiatras es el de los votantes de la derecha que pertenecen a las clases más desfavorecidas. Insólito, aunque recurrente en tiempos de penuria. Que un tipo de La Moraleja, que caza animales, va a toda hostia en su 4x4 y desprecia al resto de la humanidad vote a la derecha resulta previsible y hasta "normal", pero que un padre de familia en paro del extrarradio de las grandes ciudades haga lo mismo... ¿Qué hará el PP para cuadrar las cuentas? Lo de siempre. Fuera subsidios, menos becas, ayudas las justas. El que tenga dinero podrá pagar una buena educación, una excelente sanidad, una vivienda digna con seguridad y muros bien altos. El que no lo tenga se joderá. Sin más.

La respuesta no está en los partidos tradicionales. Ellos seguirán con sus paniaguados y sus prebendas, ajenos al dolor de la gente común. La respuesta está en otro sitio. Soplando en el viento. Hay que aprender a escuchar una nueva música, con otros oídos, una nueva sensibilidad. El sonido de lo que vendrá.

viernes, 29 de abril de 2011

Los problemas son puramente psicológicos



Los príncipes ya se han casado y ya me siento mucho más tranquilo. En su etapa de muerte, el gobierno español lo está haciendo genial y Messi es un dios. La oposición ayuda lo suyo, ya que sólo le interesa el bien general. Unos por otros...

Hay 5.000.000 personas muy ilusionadas con la boda real inglesa (¡yo también!). La gente se muere del amor...

Si alguien no encuentra trabajo en la piel de toro debe ir al psicólogo (esteeee... guau....). El problema es suyo y sólo suyo.

La crisis económica hostiga aún al mercado laboral, pese a encadenar ya más de tres años de destrucción de empleo. Y el paro pulveriza, otra vez, cualquier registro precedente: en el primer trimestre alcanzó los 4,91 millones de personas, tras sumar 213.500 desempleados más. Eso supone un 21,3% de la población activa, una tasa que también se sitúa entre las peores de la serie estadística. Como había sostenido el Gobierno, no se llegó a los cinco millones de desempleados, pero solo porque cundió el desánimo y la población activa retrocedió.

La Encuesta de Población Activa (EPA), que acaba de divulgar el Instituto Nacional de Estadística, revela además que entre enero y marzo hubo un notable descenso del número de personas con empleo, al registrarse 256.500 ocupados menos. La crisis se ha llevado ya por delante 2,37 millones de empleos, una medida inapelable de su voracidad.

La economía española apura el amargo trago de la Gran Recesión. Y el paro es el síntoma de que la crisis internacional ha encontrado aquí motivos para enraizarse. España es el país industrializado que más aporta al cómputo de empleos destruidos desde 2008. La comparación con las grandes economías es esclarecedora: en un extremo, España, con una tasa de paro que escala al 21,3%; en el otro, Alemania, el gran vencedor de la crisis, con una proporción de desempleados que baja al 7,1%. Además, atiza la inflación (un 3,8% en abril), del crecimiento económico apenas hay noticias y la desconfianza nunca se ha ido de los mercados financieros. Una realidad contundente que empequeñece cualquier atisbo de recuperación.

El primer trimestre suele ser el peor para el mercado laboral por razones estacionales (menos obras por el mal tiempo, menos consumo de las familias tras las fiestas navideñas, menor actividad turística y comercial). Y este año no ha escapado a la costumbre; más aún cuando la Semana Santa, que arrastra empleos en el sector servicios, se ha retrasado a abril. Es lo que ya habían anticipado, mes a mes, los datos de afiliación a la Seguridad Social.

Pero en más de un sentido, el dato es peor de lo esperado. La crisis llegó a su punto de ebullición en el primer trimestre de 2009, cuando desaparecieron 766.000 empleos de un golpe. Y solo empezó a ceder en el otoño de aquel año: a partir de entonces, la pérdida de puestos de trabajo siguió contándose por decenas de miles, pero fue siempre menor que en el mismo periodo del año anterior. La destrucción de empleo se moderaba paso a paso, antes de dar comienzo a la ansiada recuperación de puestos de trabajo. Pero ahora esa tendencia se ha quebrado: en el primer trimestre de este año se perdieron más empleos (256.500) que en el mismo periodo de 2010 (251.700).

El rastro de la destrucción de empleo por sectores deja también noticias preocupantes. La industria, donde se concentran los primeros síntomas de recuperación económica, se dejó 82.000 empleos. El desplome de la construcción (78.500 empleos menos) no tiene fin, pese a haber acaparado más de la mitad de los puestos de trabajo destruidos desde 2007. Ambos sectores perdieron más empleo que los servicios (74.600), que ocupa a un 70% de las personas con trabajo en España. De hecho, este sector es el único en el que el número de trabajadores es ahora mayor que un año antes.

A diferencia de otras etapas de destrucción de empleo, entre los asalariados se perdieron más puestos de trabajo indefinidos (193.400), que temporales (54.300). Mientras la tasa de temporalidad sigue anclada en el 24,8%, es en la contratación a tiempo parcial donde se registra una novedad reseñable. Este tipo de contratos, impulsados por un plan de bonificación de las cotizaciones sociales aprobado por el Gobierno en febrero, aumentó casi un 5%, con especial incidencia entre los hombres (un 15% más). Sin embargo, esta medida no fue suficiente para revertir la incidencia de la crisis entre los más jóvenes. El 80% de la destrucción de empleo en el trimestre se concentró en los menores de 34 años. Y el paro juvenil (hasta 25 años) llegó otra vez al 45%, un récord desde 1994. De hecho, la ocupación solo creció entre los mayores de 50 años.

En suma, no se llegó a los cinco millones de parados, la última barrera psicológica de contención a la que se ha agarrado el Gobierno, aunque la vicepresidenta económica, Elena Salgado, ya evitó esta semana mostrar señal de alivio alguna. "Eso no puede ocultar la gravedad de la cifra de paro, es inasumible", dijo el jueves. Más aún cuando, como ocurrió el trimestre anterior, el crecimiento del paro vino acompañado de una reducción de la población activa. Para los expertos, éste es un síntoma preocupante: en la primera mitad de 2010, el número de personas que tenía o buscaba un empleo había aumentado, lo que se tomó como una señal de que lo peor quedaba atrás. Pero desde otoño pasado vuelve a reinar el desánimo. Y muchas personas dejan de buscar trabajo porque no creen que lo vayan a encontrar.

En el arranque de este año, la población activa disminuyó en 42.900 personas; casi el 70% de ese retroceso se concentró en la población inmigrante. Desde que estalló la crisis, solo en el tercer trimestre de 2009 se registró una caída mayor. Si esta vez se hubiese seguido la pauta del trimestre inicial de 2009 y 2010 (en ambos periodos se sumaron más de 30.000 personas a la población activa), el número de parados habría estado mucho más cerca de los cinco millones de personas. Lo que sí acreditan las cifras del primer trimestre es que el paro volvió a aumentar más en las mujeres (123.800) que en los hombres (89.900), en contra de lo que pasaba en la fase inicial de la crisis.

Algunas estadísticas revelan que la situación bordea, para muchos, lo insostenible, después de tres años de crisis. El número de hogares con todos sus miembros en paro volvió a subir y se sitúa ya en los 1,38 millones. Hay más de dos millones de personas que llevan buscando trabajo más de un año. Y la red de seguridad empieza a resquebrajarse. Según los datos suministrados por el Ministerio de Trabajo, un millón de parados no percibe ni prestación ni subsidio por desempleo, ya sea por no haber cotizado lo suficiente, ya por haber agotado el tiempo de derecho a cobro. Y con el ajuste del déficit público como prioridad en la agenda política (y en la de los mercados financieros), es cada vez más improbable que la Administración vaya en su auxilio.

viernes, 15 de abril de 2011

Ideas creativas


En México DF tienen una imaginativa forma de combatir el paro. Estas son las Wunderwaffen que el Gobierno de España prepara para la campaña veraniega. ¡Estamos salvados!

miércoles, 6 de abril de 2011