sábado, 14 de septiembre de 2019

Series de televisión

Interesante comentario de Carlos Boyero en El País de hoy. Habla de las series de televisión. Más bien habla de que está hasta los cojones de las series y de su pretendida genialidad. Este tema me ha hecho mantener algunas discusiones con amigos. Quitando cosas muy escogidas como Breaking Bad o la reciente miniserie Chernóbil, opino casi lo mismo que Boyero. El formato se me hace insufrible y los malabarismos de los guionistas para mantener funcionando el Deus Ex Machina me resultan tan artificiales que terminan desembocando en la pregunta esencial que se hace el ser humano contemporáneo, que no es otra que "¿Cómo como?". Duda existencial un tanto animal.

Homeland, por ejemplo, que arrancó de manera estupenda, se convirtió en un tostón. Sobre Juego de tronos... me reservo mi opinión. Digamos que me pilló unas cuantas décadas tarde. Dragoncitos... un cuarto de página de La Odisea y ya te vale. Sobre todo cuando Odiseo es secuestrado por Calíope en la isla del sexo desatado. Odiseo es el único varón y no le dejan escapar. Me pregunto por qué no me ha pasado a mí una cosa así. Me adaptaría en tiempo récord. Bueno... aún estoy a tiempo. Doy muy bien de Odiseo siberiano. Acaso el tango... No se meta usted en ciertos jardines, Mr. Rasskin. Por su bien se lo digo.

Se oye decir "el talento narrativo está ahora en las series de TV". Pero ¿qué talento? ¿Dónde...? Un buen libro y para de contar. Una película de Kubrick, de Billy Wilder. Cosas bien escritas con un cerebro potente detrás. Pero leer requiere esfuerzo y ahí con la Iglesia hemos topado, Sancho. El esfuerzo como que no es muy de esta época. La constancia, menos. La gente prefiere pildoritas, amiguitos, conversacioncitas. Emoticonos neuronales. Concentración y esfuerzo a fuego bajito.

Recuerdo haber leído que hacia el último tercio del XIX, la gente se enfrentaba apasionadamente en los cafés centroeuropeos defendiendo a Wagner o a Brahms. Y llegaban a las manos o los bastonazos.

Back to the future...
Maluma o Melendi? Decidíos, voto a Bríos. Os enviaré a mis padrinos. Al amanecer en el lago de la Casa de Campo (metro El Lago), donde la tribu de las Chochonis. Sentimiento, flor de Casa Campo. Alaska, personaje genial e irrepetible. Desde que el PP se instaló en el Ayuntamiento como si fuera su finca particular... miento. Relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor. Quien no se consuela es porque no quiere. Volvamos al duelo (Kubrick forever). Dónde estábamos... ah sí...  Habéis puesto en duda el honor y la integridad de Maluma... ¡Poneos en paz con Dios, brigante, bellaco! ¡Probaréis mi acero!

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