Llevábamos un tiempo de horror. La misma intensidad que poníamos en el sexo la utilizábamos para lanzarnos misiles PERSHING a la yugular. Hasta que ella me dejó. Me dijo: "hasta aquí. VETE. No quiero volver a verte".
Entré en MODO SUICIDA/HOMICIDA TANGUERO. Tres días más tarde me llamó.
–No me dejes, por favor. ¡NO ME DEJES!
–¡Pero si me has dejado tú...!
–Sí, bueno, vale, OK. Pero tú NO ME DEJES.
–Pero vamos a ver... ¿cómo te voy a dejar YO si ya no somos nada de nada?
–Mira, no lo sé. Pero por LO QUE MÁS QUIERAS NO ME DEJES NUNCA. No puedo vivir sin ti.
–Oye... ¿a ti te pagan por hacer esto?
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