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domingo, 20 de mayo de 2012

Había una vez... ¡un circo!


jueves, 13 de octubre de 2011

Spain, zero points

No tenía ni idea de que Steve Jobs y Zapatero eran familiares. Es mejor no ahondar en la cuestión del reparto genético. Lo hablamos en otro momento.



lunes, 11 de julio de 2011

Agonía

El gobierno Zapatero, herido de muerte, es un problema más para España. Uno más de los muchos que tiene. Los meses que transcurran hasta las elecciones generarán incertidumbre y las señales de confianza que esperan los mercados seguirán sin aparecer.

"Alfredo", el nuevo recambio del PSOE, dice cosas tales como "yo sé cómo acabar con el paro". Estupefacto que se queda uno. Si sabe qué hay que hacer por qué no lo ha hecho ya. ¿No lleva eones de tiempo ocupando las más altas responsabilidades en distintos gobiernos socialistas? ¿Cómo hay que interpretar esto? Él sabe y los demás compañeros no. Él lo guarda para sí mismo como si fuera "su tesoro". Se lo dice a sus compañeros de gobierno y los demás lo toman a chacota. ¿Qué clase de broma macabra es esta?

Alfredo quiere girar a la izquierda, pero el timón del PSOE parece demasiado pequeño para maniobrar a tiempo de no chocar con el iceberg. A buenas horas, "Alfredo", en el minuto 3 del décimoquinto asalto.

¿Y casos como el de la SGAE? ¿Acaso la ministra de cultura no tiene responsabilidad alguna? Es muy triste.

El destino del PSOE no tiene la menor importancia. Lo que importa es el conjunto del país y de los pueblos de España. Necesitamos gente imaginativa y resuelta en el puente de mando, sobre todo teniendo en cuenta el acoso y derribo de los mercados.

ZP empieza a parecerse a Teddy Bautista: corre el riesgo de cargarse todo lo bueno en aras de aguantar cabezonamente obviando el interés general.

La gente no es estúpida y, al igual que ocurrió con Acebes, el PP y sus burdas patrañas sobre la autoría del 11-M, cuando llegue la hora de votar el PSOE quedará convertido en una fuerza obligada a pactar imperiosamente o será arrinconada en la oposición como ocurre en Extremadura.

Amigo José Luis, ha llegado la hora de pensar en España, que pide un cambio a gritos. Si hubiera grandeza y altura de miras en la clase política española, sería la hora de un gobierno de concentración nacional, ya que estamos en pleno Mar de los Sargazos y hemos de navegar en ceñida. Pero eso es pedir demasiado. Es más fácil encontrar un hombre justo en la Junta Directiva de la SGAE.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

El gobierno y la realidad

En 2007, el presidente Zapatero afirmó que un café costaba 80 céntimos. Hoy, 29 de diciembre de 2010, Miguel Sebastián, titular de la cartera de Industria, ha dicho que la subida de la luz representa 1,7 euros por persona al mes, lo cual supone "poco más que un café". Una de dos, o el café ha experimentado en tres años un incremento descomunal o los miembros (y miembras) del Ejecutivo pagan muy pocos cafés de su bolsillo.

lunes, 4 de octubre de 2010

Tocado y hundido

El resultado de las elecciones primarias para elegir candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid favorable a Tomás Gómez (el candidato no oficialista que le echó un pulso al presidente del gobierno y ganó) pone de manifiesto de forma patética el momento de debilidad extrema que vive el ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Se trata de una nueva patada allí donde la espalda pierde su casto nombre. Queda por conocer cuántas necesita este hombre para tirar la toalla.

Sabido es que un animal herido resulta especialmente peligroso. A un año y medio de agotar la presente legislatura, así se encuentra ZP y el propio PSOE, que intenta cerrar filas en torno a un líder a escasos jabs del K.O. Inmediatamente después de la ¿huelga? ¿general? del pasado día 29 de septiembre, las encuestas situaban al PSOE a casi 15 puntos en intención de voto con respecto al principal partido de la oposición.

Tranquilos, que aquí viene Leire Pajín con cara de póker. Está todo bajo control. Qué descanso...

El presidente quiere inmolarse -"haré lo que tengo que hacer me cueste lo que me cueste", afirma. ¿Y qué? ¿A quién le importa que este señor se inmole? Sosomán se ha convertido Autistaman. Después de su esperpéntico segundo mandato se quedará con una pensión anual no inferior a 80.000 euros. No es la hora de los tozudos, sino de la inteligencia y de un gobierno de concentración nacional, porque parece que esta gente no se ha dado cuenta de la gravedad de la situación. Como cuando el propio ZP negaba la crisis en plena travesía de los mares del sur, intentando doblar el Cabo de Hornos con una patera. La oposición tampoco ayuda. Cada uno hace la guerra por su cuenta, como ha demostrado el PNV al prestar su apoyo a los nuevos presupuestos a cambio de prebendas. El espíritu de los estadistas que hicieron posible la cacareada transición española no se ve por ningún sitio. Una generación de políticos muy lamentable.

La economía española permanece atada a la disciplina del euro y no tiene la posibilidad de utilizar la devaluación de la moneda nacional como se ha hecho en otras crisis para equilibrar los tantos. Con un euro a 1,37 dólares es difícil que podamos vender un clavo (antes tendríamos que producirlo...).

¿Qué sentido tiene un gobierno ZP durante año y medio hasta 2012? Ya sabemos cuál es su receta: disminuir el gasto público y aumentar los impuestos. ¿Cómo piensa poner en marcha la rueda de la riqueza y el empleo con semejante plan de acción?

Los bancos españoles, otrora joyas de la corona que concedieron créditos de forma cuasi criminal, anuncian un 2011 peor que el presente año.

Hacen falta nuevas caras y aire nuevo. Rajoy no es una opción, su propio partido debería saberlo. En el bando conservador cualquiera resulta más creíble que el supuesto líder: Aguirre, Rato, Gallardón... Es necesario un gobierno de unidad nacional y la sustitución de los tontos por gente cualificada. Alguien que sepa de lo suyo, al menos.

En un reciente artículo, Joseph Stiglitz, que en su haber cuenta con algunas pequeñas cualificaciones más que ZP, Blanco o nuestra ministra de economía, como puede ser el caso de un insignificante premio NOBEL, nos dibuja un panorama plateado, muy plateado para la España de charanga y pandereta. Pero no se trata de haber alcanzado podio alguno: plateado por lo argénteo, por lo argentino.

Argentina, 2001. Corralito, 5 presidentes en una semana y los Picapiedra de postre. Está bien, los que estaban al mando del país en 2001 no podían distinguirse de los personajes de "Nueve Reinas". Es como poner a la banda de Marbella a dirigir la nación. La cosa no llega a tanto por aquí. El problema es la carencia de materia gris en este gobierno nuestro. Hasta las propias bases del PSOE piensan así y, de la misma manera que encumbraron a Zapatero hace 10 años en contra del criterio oficialista, apoyan ahora en Madrid a Tomás Gómez. La sonrisa de Trini se ha quedado congelada. En un gesto de dignidad, como tuvo en su momento Adolfo Suárez, el presidente haría bien en evitarnos el triste espectáculo de su agonía. Es antiestético. Y puede terminar de hundir al país. Menos mal que está Leire Pajín poniendo los puntos sobre las íes, que si no... Qui potest capere capiat.

He aquí lo que dice Stiglitz sobre la situación de España y las perspectivas de futuro del euro:

España podría afrontar una crisis como la que afectó a Argentina en 2001 por su incapacidad para crear empleo y para reducir con eficacia su déficit público, lo que la convierte eventualmente en presa fácil para los especuladores del mercado.

Así lo advierte el economista Joseph Stiglitz, ex economista jefe del Banco Mundial (BM) y premio Nobel de Economía, en una revisión de su libro "Freefall" (Caída libre), de la que publica hoy un extracto el rotativo británico "The Sunday Telegraph".

"España podría estar entrando en el mismo tipo de espiral mortal que afectó a Argentina hace sólo una década", escribe Stiglitz, que considera que el país es víctima de "las reglas del juego", que le obligan a recortar su gasto, lo que "casi con total seguridad conducirá a un incremento aún mayor del desempleo".

En este contexto "la economía española se ralentizará, pero la mejora de su posición fiscal será mínima", predice el economista estadounidense, que explica que "con menor crecimiento, los ingresos por vía impositiva caerán, el gasto social -como el subsidio de paro- se incrementará y los déficit seguirán siendo altos".

Al igual que en el caso de Grecia, Stiglitz cree que los especuladores todavía no han abandonado la presa, convencidos de que la debilidad de la economía española -cuya solvencia fue rebajada esta semana por Moody"s de "AAA" a "Aa1"- juega en su favor.

"En estos momentos, España no ha sido atacada por los especuladores, pero puede que sea sólo una cuestión de tiempo", afirma el ex asesor del presidente estadounidense Bill Clinton.

Según Stiglitz, los ataques de los mercados financieros contra Grecia demostraron que los déficit no pueden ser ignorados, ya que pueden causar incrementos en los tipos de interés, lo que a la larga empeorará previsiblemente los problemas fiscales de los Estados.

"Las respuestas ingenuas -recortar el gasto y/o subir los impuestos- sólo empeorarán las cosas, como ha quedado dramáticamente de manifiesto con la respuesta del mercado al recorte español", escribe el hoy profesor de la Universidad de Columbia (EEUU).

Stiglitz considera que la raíz del problema para países como España o Grecia es que no pueden utilizar su divisa como un elemento de reajuste de sus economías, ya que el euro tiene un cambio fijo.

"Si a Grecia y España se les hubiera permitido devaluar su divisa, sus economías se habrían reforzado gracias a las exportaciones", afirma el economista, que vuelve a recordar el caso argentino: "sólo cuando Argentina rompió la paridad de su moneda con el dólar fue cuando pudo comenzar a crecer y a reducir su déficit".

Sobre el futuro de la moneda única europea, Stiglitz prevé un panorama "sombrío" y advierte de que el euro podría no sobrevivir si vuelve a haber una tormenta financiera como la de 2008.

Además, se muestra crítico con los Gobiernos europeos, por considerar que están aplicando reducciones del gasto público muy drásticos y muy precipitados en el tiempo, lo que, en su opinión, puede resultar en que las economías vuelvan a caer en la recesión.

"A consecuencia de que tantos países recorten el gasto de manera prematura, la demanda agregada global se reducirá y el crecimiento se ralentizará, incluso quizás derivando en una recaída en la recesión", escribe Stiglitz.

"EEUU puede haber causado la recesión global, pero Europa es ahora la responsable", argumenta el economista.

Stiglitz propone finalmente una solución: la salida de Alemania de la eurozona o la división de la eurozona en dos sub-regiones, la de las economías sólidas y la de las economía frágiles.

"El euro ha sido un experimento interesante, pero como el casi olvidado Sistema Monetario Europeo (SEM) que lo precedió, y que se derrumbó cuando los especuladores atacaron la libra esterlina en 1992, carece del apoyo institucional necesario para que funcione".

domingo, 18 de abril de 2010

De la suerte y otras yerbas

Como planteaba Woody Allen en la soberbia Match Point, a los occidentales nos cuesta horrores reconocer cuántas cosas dependen en nuestras vidas de la suerte. Deseamos conservar la ilusión de que tenemos el control, de que todo depende de nuestra voluntad. Die Welt als Wille und Vorstellung, que diría el genial Schopenhauer. Pero no es así.

Ahí tenemos el caso de los dos ¿líderes? de España. El presidente actual, que ya ha superado la línea de los seis años de gobierno, nació con una gran flor allí donde la espalda pierde su casto nombre.

La forma en que fue elegido secretario general del PSOE, derrotando al candidato "oficial" -el folklórico José Bono- de manera inesperada y sorprendente, ya anunciaba que los hados estaban de su parte. Y qué decir de la manera en que llegó a la Moncloa, against all odds... Marzo de 2004. Hizo falta el atentado más brutal de la historia contemporánea de España y una pésima y ridícula gestión de la crisis sin precedentes que se suscitó en los días posteriores al atentado y previos a las elecciones por parte del partido entonces en el gobierno, los tories españoles: el PP. Las probabilidades de que dos acontecimientos tan extremos -la madre de todos los atentados y Acebes en todo su esplendor- ocurran de forma simultánea son mínimas. Pero el cero también sale en la ruleta y el único mérito de ZP es haber estado allí, ser la única alternativa viable de gobierno.

En cambio, los destinos de Mariano Rajoy, líder del PP, parecen estar presididos por el signo del marasmo. Es como esa gente que se acerca a un ordenador y este deja de funcionar, como por arte de magia. Es gafe, yeta, mufa. Un cenizo de pura cepa. Como pasaba con Méndez, infame presidente de la Argentina cuya simple mención abría las puertas del Averno. Ni siquiera estaba permitido decir en voz alta su verdadero nombre, ya que uno corría el peligro de caer fulminado por un rayo o ser desmaterializado o vaya usted a saber qué. Tenía terminantemente prohibido acudir a los partidos de la Selección Argentina ya que, en tal caso, el combinado albiceleste podía perder con Tonga por 13 a 0.

Rajoy es un ¿líder? absurdo. Con una crisis como la que afecta a España en los 2 últimos años debería acumular una ventaja en la intención de voto de quince puntos o más. Pero no. Ha estado bailando en 2-3 puntos como mucho. Si no logra convencer de que es la alternativa en semejante tormenta perfecta, apaga y vámonos.

Lo que resulta más preocupante de Rajoy es su ausencia de carácter. La manera en que está gestionando el caso Gürtel en Valencia -donde el impresentable Camps sigue al frente de los destinos de la comunidad autónoma- o el caso Matas en Baleares resulta paradigmática. Qué se puede esperar de alguien que admite en las filas de su partido corruptos de semejante ralea.

"Lo nuestro es muy bonito", le decía Camps a "El Bigotes" mientras las contratas a dedo y los regalos de postín volaban de un lado a otro. Sinvergüenzas y torpes, muy torpes. Un cocktail letal. Matas, Bárcenas, El Bigotes, Don Vito, Costa, el siniestro de Castellón, una lista interminable.

Si es una cuestión de hado, Zapatero volverá a ganar en 2012 y Rajoy volverá a perder por tercera vez. Sería estupendo para la ¿izquierda? que en el PP se empeñen en mantener a Rajoy tras una nueva derrota. Habría PSOE hasta el año de la Olimpiada de Madrid con Gallardón en el asilo. Da igual que el déficit del estado quintuplique los límites marcados por Europa y que no haya norte en el "plan" para sacar al país de la recesión. Aún así, el PSOE está obteniendo cierto éxito en la preservación de la paz social. Aunque hay situaciones desesperadas, muchas de ellas afectando a gente que se metió en la espiral de la especulación sin el más mínimo sentido común, España aún está lejos de vivir un 2002 argentino. Al menos, eso parece.

La cuestión de la reforma del mercado laboral es una patata caliente para el PSOE, que intenta ganar tiempo e implora al cielo que cambien los vientos.

Pero nuestra teoría de la suerte no lo explica todo. Ahí está la tercera en discordia, Rosa Díez, ex dirigente del PSOE que, con la proyección alcanzada de las últimas elecciones, podría aspirar a convertir su nueva formación -UPyD, el nombre ya es raro, depresivo y no suena a "Gardel" o "Elvis"- en partido bisagra inutilizando a Izquierda Unida. Con viento en popa, Rosa Díez se encargó de echar por tierra dicha teoría al demostrar que la propia estupidez es una poderosa fuerza a tener en cuenta. Por la boca murió el atún. Alguien que podría haber capitalizado el descontento de los no nacionalistas y los desencantados del PSOE y del PP -es decir, más de media España-, eliminó toda su credibilidad de un plumazo al señalar que "Zapatero podría ser "gallego" en el sentido más peyorativo del término". Brillante. Los gallegos encantados, of course, con muchas ganas de encontrarla paseando por las calles de Santiago y abrazarla. Hay que ser...

¿Quiere hacer amigos? ¡Pregúnteme cómo! UPyD.

Hay muchas maneras de ganar una batalla. Verbigracia, Lao Tsé. En esta partida de ajedrez no se trata de Fischer, Spassky, Karpov, Kasparov, Capablanca o Alekhine. No. Aquí se trata de simples aficionados que se benefician de la torpeza del contrincante. No ganan por la propia genialidad o el arrojo de sus sacrificios. Es el error garrafal del contrario lo que les otorga alguna posibilidad de maniobra. Errores de principiante, de tipos que se dejan la mitad de las piezas por el camino.

Eso y una gran flor primaveral.