viernes, 19 de febrero de 2010

Aznar es un impresentable


¿Cómo es posible que un ex-presidente de la nación reaccione así ante la provocación de un grupo de estudiantes universitarios? Si se tratara de hombrecillos dirigentes de la SGAE se entendería perfectamente, pero nuestro antiguo Conducator, aquel prócer que nos devolvió la confianza en nosotros mismos y la sensación de destino en lo universal reconquistando para la cristiandad la isla de Perejil... Por el Imperio hacia Dios. Ver para creer. De hecho, el hombre que aparece a su derecha en la fotografía se queda literalmente a cuadros.

Hace poco escribí un post sobre la izquierda incompetente, pero es que cuando hablamos de la derecha hay que utilizar el calificativo impresentable.

En esta imagen, José María Aznar se retrata en todo su esplendor. Apenas se escarba un poco y tras esa finísima capa de europeísmo y modernidad late la fuerza reaccionaria de toda la vida, la derecha obtusa y retrógrada, opuesta al diálogo y a los avances sociales. La misma derecha que se mofa de la existencia de un Ministerio de Igualdad, de la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo o de que en las filas de este gobierno haya participación equivalente de hombres y mujeres (por primera vez en la historia). La derecha que ignora olímpicamente las legítimas aspiraciones de los pueblos de España y a veces parece estar más cerca de Millán Astray que de la democracia. Que cuando viaja a Catalunya o a Euskadi exige que le hablen en castellano sin hacer el más mínimo esfuerzo por apreciar la enorme riqueza cultural que aportan otras tradiciones, otras sonoridades. Que se comporta con desprecio, mirando por encima del hombro como los paletos españoles cuando viajan a Portugal: no hacen ni un solo gesto de amabilidad con los naturales para decir una palabra en portugués, mientras que dan por supuesto que los portugueses deben comprender lo que dicen a la primera (como realmente sucede). Que se irrita hasta decir basta cuando los descendientes de la mitad de España que perdió la Guerra Civil exigen tener el mismo "privilegio" que tuvo la mitad vencedora: enterrar a sus muertos en paz. Aún se consideran el bando ganador, cuando no hubo sino perdedores, hermanos que asesinaron hermanos.

Esperanza Aguirre llamando hijoputa a su compañero de partido Alberto Ruiz Gallardón, los Gürtel de Valencia, el Padrino Fabra en Castellón, los ladrones que acudieron a la boda de la hija de Aznar en El Escorial, recuperando la memoria de aquellos días en que el sol no se ponía en España y un largo etcétera.

Mientras el PP admita en sus filas gentes de esta ralea el PSOE puede dormir tranquilo. Ya puede volar el país en pedazos que siempre se mantendrá en el poder. El resto de los partidos políticos lo tiene claro. Desde Durán i Lleida -el político mejor preparado y más convincente de todo el hemiciclo- hasta Izquierda Unida. Por esa razón, a pesar de la que está cayendo, se niegan a apoyar una moción de censura contra el gobierno.

Con esa abundante cabellera que todavía gasta, probablemente Aznar esté a tiempo de integrarse en algún grupo de hardcore punk antisistema. Punk nonagenario y de corte fascistoide.

Me cago en mi puta vida
te clavaré en mi pica en Flandes
te asfixiaré con mi malla de ballet
Y bailaré sobre tu tumba...!

Modales no le faltan a nuestro pequeño Cid Campeador. Se abre un mar de posibilidades en el aburridísimo panorama musical español -con la excepción de Miguel Poveda. Ha nacido una estrella.

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