Estreno de España en el Mundial de Sudáfrica. Partido penoso. En ningún momento dio España sensación de poderío. Nada que ver con el sabor que dejó en la Eurocopa de 2008. Con un juego aturullado, impreciso y anodino.
El Niño Torres a por uvas...
Es lo que tiene ir de favorito, que aparece una selección discretita como la Suiza y te deja tiritando.
Cuando se trata de los mundiales, sobre España pesa una suerte de maldición. Da la sensación de que siempre es la misma historia: sufrir como condenados para pasar a la segunda fase y marcharse para casa a las primeras de cambio.
No en vano, el puesto más importante que alcanzó España en un Mundial data de 1950. Y se trata de una cuarta posición... En tiempos de Zarra, en el mismo Mundial en que la selección charrúa venció en la final a Brasil por un heroico 2 a 1. El famoso Maracanazo que dio a Uruguay su segunda Copa del Mundo.
Ahora queda Chile -que viene pegando fuerte y sería fantástico que su gente, después del desastre de febrero, tuviera un respiro de alegría- y Honduras.
Mucho tiene que mejorar España si quiere aspirar a un puesto de honor en el campeonato. Pero musho, musho, musho...
miércoles, 16 de junio de 2010
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