Recientemente murió Mandela, alguien digno de llamarse ser humano. Nuestro país tuvo sus propios Mandelas. Marcos Ana fue uno de muchos. La crueldad del régimen franquista con los vencidos en la Guerra Civil es un capítulo aparte en la historia de la infamia.
Un caso terrible: Marcos apenas era un niño cuando fue privado de la libertad y salió superados los 40.
Hay que oírlo hablar. Javier Gallego, el faro de Carne Cruda, trae su voz hasta nosotros.
Escarcha de tus dias. Hielo negro.
La voz de Marcos Ana.
Fausto Martín, amigo entrañable, poeta del rock'n'roll y un magnífico pintor, fue quien me envió este documento. Eres grande.
lunes, 30 de diciembre de 2013
domingo, 29 de diciembre de 2013
Ni sin ni con
Si a alguien le interesa conocer el estado actual de la pareja tradicional en España y su futuro igual a menos 10.000 no tiene más que ver Las brujas de Zugarramurdi, del bilbaíno Álex de la Iglesia.
Por más que los tarados de turno se empeñen en legislar y poner puertas al campo, la realidad es la que es.
Ya sé, Joseba, Álex es muy bestia, pero te aseguro que la película tiene escenas cumbre, como cuando fríen a tiros a Bob Esponja en plena Puerta del Sol. Impagable. Una suerte de justicia poética para los que hemos tenido que soportar la voz doblada y chillona de la dichosa esponja de sol a sol.
Además, la película está dedicada a un amigo que se nos fue hace poco, Jesús Robles, alma máter junto a María Silveyro de la librería Ocho y Medio. Un balón de oxígeno en medio de la nada.
También se murió Germán Coppini. Comme prima. Hay que joderse. Esto de estar jugando el segundo tiempo no mola nada.
Álex recupera los mejores momentos de Ochocientas balas, con un Sancho Gracia en estado de ídem. Tiene el pulso que Almodóvar, a juzgar por el bodrio aeronáutico, parece haber perdido. En el debe, como siempre, el exceso. A partir de cierto punto, la película se le va de las manos. Pero el exceso es la marca de la casa y hay que aceptarlo (o no...).
Algunos diálogos sobre la pareja y la redefinición de los roles de arriba abajo son tan reales que se hace difícil pensar que el director no conozca de primera mano las puertas del averno que se abren en una separación con hijos.
Hace mucho tiempo que no me reía tanto.
Y solo.
Gora Zugarramurdi!
Por más que los tarados de turno se empeñen en legislar y poner puertas al campo, la realidad es la que es.
Ya sé, Joseba, Álex es muy bestia, pero te aseguro que la película tiene escenas cumbre, como cuando fríen a tiros a Bob Esponja en plena Puerta del Sol. Impagable. Una suerte de justicia poética para los que hemos tenido que soportar la voz doblada y chillona de la dichosa esponja de sol a sol.
Además, la película está dedicada a un amigo que se nos fue hace poco, Jesús Robles, alma máter junto a María Silveyro de la librería Ocho y Medio. Un balón de oxígeno en medio de la nada.
También se murió Germán Coppini. Comme prima. Hay que joderse. Esto de estar jugando el segundo tiempo no mola nada.
Álex recupera los mejores momentos de Ochocientas balas, con un Sancho Gracia en estado de ídem. Tiene el pulso que Almodóvar, a juzgar por el bodrio aeronáutico, parece haber perdido. En el debe, como siempre, el exceso. A partir de cierto punto, la película se le va de las manos. Pero el exceso es la marca de la casa y hay que aceptarlo (o no...).
Algunos diálogos sobre la pareja y la redefinición de los roles de arriba abajo son tan reales que se hace difícil pensar que el director no conozca de primera mano las puertas del averno que se abren en una separación con hijos.
Hace mucho tiempo que no me reía tanto.
Y solo.
Gora Zugarramurdi!
Etiquetas:
Álex de la Iglesia,
Bilbao,
Jesús Robles,
Ocho y medio,
Zugarramundi
Mueve montañas
Lo conocí cuando era inspector de la 44, en los años posteriores al golpe de Tejero. La época en que los socialistas arrasaron en las urnas.
Márquez era un hombre de la vieja guardia. Iba a misa todos los días y estaba horrorizado ante la posibilidad de que España sucumbiera a "la horda roja", como la solía denominar. No perdía ocasión de comentarlo.
Si bien al resto de los inspectores la política les interesaba poco y nada, Márquez era muy apreciado, sobre todo cuando se trataba de hacer trabajos de calle. De alguna manera, se había corrido la voz de que si la cosa se ponía fea y llovían los tiros, tenía una suerte especial y solía salir bien parado.
Una noche, entre copas de sol y sombra, me confesó su secreto: siempre que estaba de servicio llevaba una Biblia junto al corazón. Al principio no daba crédito, pero terminó por mostrarme el ejemplar de tapa dura que escondía en un amplio bolsillo interior.
No todo está en los libros. No me pregunten cómo, pero pude comprobarlo personalmente. La noche del 2 de septiembre del 88 nos encomendaron una misión complicada. Narcos gallegos que venían a cobrar una deuda en Madrid. Del tipo de encuentros que nadie quiere.
El barrio estaba muy oscuro, pero él iba tranquilo y he de confesar que su tranquilidad resultaba contagiosa.
En cuanto aparcamos nos recibieron a tiro limpio. Uno alcanzó a Márquez a la altura del corazón, pero el libro sagrado lo paró en seco. Estaba ileso. Examinamos el agujero y nos miramos un instante.
—¡Qué potra!— alcancé a decir.
Estoy absolutamente convencido, vamos, me juego el cuello: si dos noches más tarde Márquez hubiera tenido una Biblia junto a su cara, hoy seguiría cagándose en los socialistas.
Márquez era un hombre de la vieja guardia. Iba a misa todos los días y estaba horrorizado ante la posibilidad de que España sucumbiera a "la horda roja", como la solía denominar. No perdía ocasión de comentarlo.
Si bien al resto de los inspectores la política les interesaba poco y nada, Márquez era muy apreciado, sobre todo cuando se trataba de hacer trabajos de calle. De alguna manera, se había corrido la voz de que si la cosa se ponía fea y llovían los tiros, tenía una suerte especial y solía salir bien parado.
Una noche, entre copas de sol y sombra, me confesó su secreto: siempre que estaba de servicio llevaba una Biblia junto al corazón. Al principio no daba crédito, pero terminó por mostrarme el ejemplar de tapa dura que escondía en un amplio bolsillo interior.
No todo está en los libros. No me pregunten cómo, pero pude comprobarlo personalmente. La noche del 2 de septiembre del 88 nos encomendaron una misión complicada. Narcos gallegos que venían a cobrar una deuda en Madrid. Del tipo de encuentros que nadie quiere.
El barrio estaba muy oscuro, pero él iba tranquilo y he de confesar que su tranquilidad resultaba contagiosa.
En cuanto aparcamos nos recibieron a tiro limpio. Uno alcanzó a Márquez a la altura del corazón, pero el libro sagrado lo paró en seco. Estaba ileso. Examinamos el agujero y nos miramos un instante.
—¡Qué potra!— alcancé a decir.
Estoy absolutamente convencido, vamos, me juego el cuello: si dos noches más tarde Márquez hubiera tenido una Biblia junto a su cara, hoy seguiría cagándose en los socialistas.
viernes, 27 de diciembre de 2013
Aniversario
Desde el día de ayer escucho en los medios -Radio Nacional, fundamentalmente- que hoy se cumplen dos años de la llegada de Ana Botella a la máxima responsabilidad al frente del Ayuntamiento madrileño. Por méritos propios.
Estos sesudos aprendices de Goebbels consideran que se trata de una noticia que debe ser comunicada a los cuatro vientos, cuando mejor sería ocultarlo como Segismundo en la torre. Un recordatorio del infausto caso del infante Don Carlos, protagonista de la Leyenda Negra. ¿Qué habría hecho Felipe II ante un caso como este? Ni como mascarón de proa de la Invencible.
"In de wol". Un in de wol ensayado hasta la saciedad, con un equipo de asesores pagados generosamente. Hacemos el ridículo internacional y tan ricamente. La vida sigue igual, que diría Julito.
Pero tranquilos, que hay para dar y tomar. Madrid llena de basura, el descenso estrepitoso del turismo en la capital del reino... and counting. Más nos valdría contratar a Mr. Magoo.
Éter flotando en un mar de vacío dentro de un enorme agujero negro. Crujir de dientes. El lado oscuro de la luna. El cero.
Planetas exteriores. Espacio interestelar.
El cero absoluto.
Estos sesudos aprendices de Goebbels consideran que se trata de una noticia que debe ser comunicada a los cuatro vientos, cuando mejor sería ocultarlo como Segismundo en la torre. Un recordatorio del infausto caso del infante Don Carlos, protagonista de la Leyenda Negra. ¿Qué habría hecho Felipe II ante un caso como este? Ni como mascarón de proa de la Invencible.
"In de wol". Un in de wol ensayado hasta la saciedad, con un equipo de asesores pagados generosamente. Hacemos el ridículo internacional y tan ricamente. La vida sigue igual, que diría Julito.
Pero tranquilos, que hay para dar y tomar. Madrid llena de basura, el descenso estrepitoso del turismo en la capital del reino... and counting. Más nos valdría contratar a Mr. Magoo.
Éter flotando en un mar de vacío dentro de un enorme agujero negro. Crujir de dientes. El lado oscuro de la luna. El cero.
Planetas exteriores. Espacio interestelar.
El cero absoluto.
La máquina del tiempo
H.G. Wells no podría haberlo soñado mejor. Gallardón y nuestro gobierno rancio de toda ranciedad nos demuestran día a día que los viajes en el tiempo son una realidad.
Los viajes en el tiempo, pero hacia atrás. Hacia épocas infames de oscuridades impenetrables. Momentos en que Iglesia y Estado se confundían en una masa informe e irreconocible.
Mientras que en el Vaticano soplan vientos de futuro -en la genuina estela de Juan XXIII- en la España Nacionalcatólica asistimos atónitos a leyes cada vez más retrógradas, que nada tienen que ver con el pulso de las calles.
Una cosa es bien cierta: con sus continuos guiños hacia posiciones extremas, este gobierno firma la sentencia de muerte del partido que lo sustenta. El PP no tiene futuro porque, lejos de parecer -cuando menos parecer, que no ser- una derecha ilustrada y moderna al estilo francés, alemán o inglés (la Italia post-Berlusconi desea volver a contar entre las naciones), se escora hacia posiciones ideológicas perimidas, enterradas en el pozo junto al péndulo.
Por desgracia, lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo no termina de morir.
En esta partida de ajedrez los jugadores son tan mediocres, tan meridianamente ineptos que, lejos de descartar la posibilidad de que cometan errores de principiante, hay que buscar los aciertos con la lámpara de Diógenes.
¡Regresad a vuestros infectos agujeros, cuervos de mal agüero, que nos tapáis el sol!
Los viajes en el tiempo, pero hacia atrás. Hacia épocas infames de oscuridades impenetrables. Momentos en que Iglesia y Estado se confundían en una masa informe e irreconocible.
Mientras que en el Vaticano soplan vientos de futuro -en la genuina estela de Juan XXIII- en la España Nacionalcatólica asistimos atónitos a leyes cada vez más retrógradas, que nada tienen que ver con el pulso de las calles.
Una cosa es bien cierta: con sus continuos guiños hacia posiciones extremas, este gobierno firma la sentencia de muerte del partido que lo sustenta. El PP no tiene futuro porque, lejos de parecer -cuando menos parecer, que no ser- una derecha ilustrada y moderna al estilo francés, alemán o inglés (la Italia post-Berlusconi desea volver a contar entre las naciones), se escora hacia posiciones ideológicas perimidas, enterradas en el pozo junto al péndulo.
Por desgracia, lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo no termina de morir.
En esta partida de ajedrez los jugadores son tan mediocres, tan meridianamente ineptos que, lejos de descartar la posibilidad de que cometan errores de principiante, hay que buscar los aciertos con la lámpara de Diógenes.
¡Regresad a vuestros infectos agujeros, cuervos de mal agüero, que nos tapáis el sol!
viernes, 20 de diciembre de 2013
Frontera de los besos
Una de las mejores canciones que conozco. Ni siquiera los terribles violines de este arreglo, que intentan "ascensorizar" el tema, pueden con la poesía de Miguel y la voz única de Serrat. El arte con mayúsculas sobrevive en entornos adversos.
Nuestras armas eran rudimentarias. Sin embargo, no dejamos de luchar ni un solo día.
De otro tiempo.
Hay otra España. Aún late.
Nuestras armas eran rudimentarias. Sin embargo, no dejamos de luchar ni un solo día.
De otro tiempo.
Hay otra España. Aún late.
Porque antaño soñó mucho día y noche
QUÉ RUIDO TAN TRISTE
Qué ruido tan triste el que hacen dos cuerpos cuando se aman,
parece como el viento que se mece en otoño
sobre adolescentes mutilados,
mientras las manos llueven,
manos ligeras, manos egoístas, manos obscenas,
cataratas de manos que fueron un día
flores en el jardín de un diminuto bolsillo.
Las flores son arena y los niños son hojas,
y su leve ruido es amable al oído
cuando ríen, cuando aman, cuando besan,
cuando besan el fondo
de un hombre joven y cansado
porque antaño soñó mucho día y noche.
Mas los niños no saben,
ni tampoco las manos llueven como dicen;
así el hombre, cansado de estar solo con sus sueños,
invoca los bolsillos que abandonan arena,
arena de las flores,
para que un día decoren su semblante de muerto.
Luis Cernuda
Qué ruido tan triste el que hacen dos cuerpos cuando se aman,
parece como el viento que se mece en otoño
sobre adolescentes mutilados,
mientras las manos llueven,
manos ligeras, manos egoístas, manos obscenas,
cataratas de manos que fueron un día
flores en el jardín de un diminuto bolsillo.
Las flores son arena y los niños son hojas,
y su leve ruido es amable al oído
cuando ríen, cuando aman, cuando besan,
cuando besan el fondo
de un hombre joven y cansado
porque antaño soñó mucho día y noche.
Mas los niños no saben,
ni tampoco las manos llueven como dicen;
así el hombre, cansado de estar solo con sus sueños,
invoca los bolsillos que abandonan arena,
arena de las flores,
para que un día decoren su semblante de muerto.
Luis Cernuda
miércoles, 18 de diciembre de 2013
Teología de andar por casa
El extraño caso de la operación de compra de arte -espíritus exquisitos donde los haya- alentada por el hijo de Aznar y revelada en la prensa de hoy nos da ciertas pistas sobre cuál es la tarea del Padre, del Hijo y, tirando de imaginación, a qué dedica el tiempo libre el mismísimo Espíritu Santo.
Más o menos es así: Padre coloca a señor con nombre que recuerda a la Leche al frente de una Caja de Ahorros, Hijo recuerda a señor Blesa que fue su Padre quien le situó ahí y pretende cobrar el Favor Divino, pero el Padre ya no es lo que Era y ahora ya no tiene poderes sobre el Espíritu Santo, que hace lo que le viene en gana. Tan cierto como que quien hace favores en esas alturas de la merda institucional espera amortizarlos con creces.
Enternecedora la parte en que Blesa recuerda su condición de joven fogoso e irreflexivo a Aznar-Botella. "Algún día te arrepentirás de haber escrito este mensaje". Puede que ese día haya llegado. Blesa le habla como si fuera de la familia. Y así es, se trata de una familia. Quien tiene contactos tiene un tesoro.
E la nave va.
Testigos presenciales afirman haber visto a Buenaventura Durruti al frente de su columna entrando por los Pirineos. Vienen cantando Gallo rojo, gallo negro a voz en grito. Un creciente clamor se derrama por valles, cañadas, colinas, calveros del bosque. Nadie puede pararlos. Nadie.
Al tiempo.
Más o menos es así: Padre coloca a señor con nombre que recuerda a la Leche al frente de una Caja de Ahorros, Hijo recuerda a señor Blesa que fue su Padre quien le situó ahí y pretende cobrar el Favor Divino, pero el Padre ya no es lo que Era y ahora ya no tiene poderes sobre el Espíritu Santo, que hace lo que le viene en gana. Tan cierto como que quien hace favores en esas alturas de la merda institucional espera amortizarlos con creces.
Enternecedora la parte en que Blesa recuerda su condición de joven fogoso e irreflexivo a Aznar-Botella. "Algún día te arrepentirás de haber escrito este mensaje". Puede que ese día haya llegado. Blesa le habla como si fuera de la familia. Y así es, se trata de una familia. Quien tiene contactos tiene un tesoro.
E la nave va.
Testigos presenciales afirman haber visto a Buenaventura Durruti al frente de su columna entrando por los Pirineos. Vienen cantando Gallo rojo, gallo negro a voz en grito. Un creciente clamor se derrama por valles, cañadas, colinas, calveros del bosque. Nadie puede pararlos. Nadie.
Al tiempo.
martes, 17 de diciembre de 2013
Cuento de invierno
La guerra estaba ganada y Stalin disfrutaba de la gloria. Lo único que le quitaba el sueño era la creciente popularidad de Zhukov, el héroe de Berlín. Pero el tiempo de las purgas salvajes había pasado.
Cierto día, llamó al ministro de cultura soviético y se interesó especialmente por el cine.
—¿Cuántas películas producimos por año, camarada?
—Doscientas, más o menos.
—Y de esas doscientas, ¿cuántas son buenas?— inquirió el Zar rojo.
—Unas diez... Sí, cada año producimos diez películas buenas.
—Perfecto. El año que viene solo vamos a producir diez películas y nos olvidamos del resto. ¿Entendido?
—A tus órdenes, camarada.
Al año siguiente, Stalin convocó nuevamente al ministro.
—¿Cómo ha ido este año? ¿Cuántas películas hemos producido?
—Diez películas. Tal como ordenaste, camarada. Ni más ni menos.
—¿Y cuántas son buenas?
—Ninguna.
Cierto día, llamó al ministro de cultura soviético y se interesó especialmente por el cine.
—¿Cuántas películas producimos por año, camarada?
—Doscientas, más o menos.
—Y de esas doscientas, ¿cuántas son buenas?— inquirió el Zar rojo.
—Unas diez... Sí, cada año producimos diez películas buenas.
—Perfecto. El año que viene solo vamos a producir diez películas y nos olvidamos del resto. ¿Entendido?
—A tus órdenes, camarada.
Al año siguiente, Stalin convocó nuevamente al ministro.
—¿Cómo ha ido este año? ¿Cuántas películas hemos producido?
—Diez películas. Tal como ordenaste, camarada. Ni más ni menos.
—¿Y cuántas son buenas?
—Ninguna.
viernes, 13 de diciembre de 2013
Ya está bien
Las Vegas Sands abandona el proyecto de instalación en Madrid, los etarras salen de
las cárceles y Cataluña plantea un referéndum por la independencia.
¡Fuera Zapatero del Gobierno de España!
¡Fuera Zapatero del Gobierno de España!
martes, 10 de diciembre de 2013
Superior
En estos momentos están pidiendo por la megafonía del Soccer City de Johanna give me hope que por favor canten más bajito. Sobre lo de bailar no han dicho nada.
Aún.
Llueve a cántaros. Se han abierto las puertas del cielo de par en par.
Aún.
Llueve a cántaros. Se han abierto las puertas del cielo de par en par.
viernes, 6 de diciembre de 2013
Madiba
Se ha ido Mandela. Mi abuelo solía decir que cada año después de los 70 es un regalo especial de Dios. Mandela disfrutó de 25. Alguien que sonreía así cae bien en los cielos. Seguro.
Es una figura destinada a perdurar. En la estela de Gandhi. Alguien que pudo dedicarse a perpetrar una venganza implacable contra la minoría blanca que lo encarceló durante 27 años y generó el monstruoso sistema conocido como Apartheid, una palabra que da asco. Pero no lo hizo. Ahí radica la verdadera grandeza: a diferencia de los hombrecillos que se ciegan por el poder, Mandela pudo ser despiadado pero decidió no serlo.
Se nos ha ido una de las personas más importantes del siglo XX. La contracara del odio representado por Hitler, Stalin o aquellos que decidieron lanzar dos bombas atómicas contra población civil desarmada.
Mandela es un hombre que baila y se queda entre nosotros. Y alguien que baila desde el corazón no puede ser mala persona. Todos los tambores del mundo para ti.
¡Shikamoo, Madiba!¡Asante!
Es una figura destinada a perdurar. En la estela de Gandhi. Alguien que pudo dedicarse a perpetrar una venganza implacable contra la minoría blanca que lo encarceló durante 27 años y generó el monstruoso sistema conocido como Apartheid, una palabra que da asco. Pero no lo hizo. Ahí radica la verdadera grandeza: a diferencia de los hombrecillos que se ciegan por el poder, Mandela pudo ser despiadado pero decidió no serlo.
Se nos ha ido una de las personas más importantes del siglo XX. La contracara del odio representado por Hitler, Stalin o aquellos que decidieron lanzar dos bombas atómicas contra población civil desarmada.
Mandela es un hombre que baila y se queda entre nosotros. Y alguien que baila desde el corazón no puede ser mala persona. Todos los tambores del mundo para ti.
¡Shikamoo, Madiba!¡Asante!
jueves, 5 de diciembre de 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)