domingo, 31 de octubre de 2010

Olas


Plato único, bacalao, patatas y mucha cebolla, contigo pan. Aceite de oliva. Vino recio. Viento en el rostro y lluvia que cae de hostigo contra las ventanas de la casa de Rua da Saudade, que amenaza romper amarras e internarse en el Océano.

Llueve en el Tajo y sentimos la tierra rodar mientras hacemos el amor con maestría de generaciones en el cuarto amarillo. Antes de nosotros, todos los locos del planeta enarbolando grito y risa.

Vendrá más tarde Álvaro Fonseca para llevarnos a ver el mar. Junto a acantilados que reciben todas las afrentas sin pestañear. La poción mágica que cura todas las heridas.

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