Oigo a menudo que el debate entre izquierda y derecha es algo superado, del pasado. No es cierto. Tenemos tecnología y conocimiento de sobra y sin embargo el mundo sigue muy mal repartido.
Se puede tener dinero y ser de derechas. Es comprensible. Tienes un montón de dinero y no estás dispuesto a compartirlo. Natural. Muy humano. Además, eres muy religioso y piensas que un Dios justo y bondadoso te premiará en la otra vida por haber sido un cabrón egoísta y avaro. La falta de oxígeno en el cerebro causa estragos.
Pero ¿qué decir del que no tiene nada y es de derechas? Un pobre diablo que defiende las ideas y las propiedades del amo.
La explicación es de carácter teológico. En su infinita sabiduría, Dios creó al pobre de derechas porque en este mundo tiene que haber de todo.
martes, 15 de agosto de 2017
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