A vueltas con el estrés de nuestros queridos controladores aéreos, se publica en la prensa de hoy una carta de un médico español que habla sobre su trabajo y, aunque las comparaciones son odiosas...
ENRIQUE PUERTA GONZÁLEZ (Médico del SAMU de Benidorm, Alicante)
Soy médico del SAMU de la Comunidad Valenciana y trabajo en el Departamento de la Marina Baixa, la cual en verano triplica su población habitual superando el millón de habitantes.
Como funcionario que soy, me solidarizo con el cabreo de los controladores aéreos con la rebaja del sueldo (hay que levantar el país...), pero no me siento un trabajador de psique quebradiza ni bajo estado anímico y sigo trabajando, puteado injustamente, pero con ganas. No sé si mi nivel de estrés alcanzará al de un controlador aéreo, pero estoy seguro de que ellos no habrán visto morir a nadie en su trabajo, o a alguien que esté al borde de la muerte. Nosotros le ponemos recursos, imaginación y ganas al asunto para sacar los problemas adelante.
Solo me ofende que aunque los recortes sean para todo el funcionariado yo sigo ganando, después de rebajas, 2.400 euros al mes y mis compañeros controladores algo más (al parecer, más de 20.000 euros al mes...). Que peligre el tráfico aéreo o que ocurra un accidente aéreo es igual de inaceptable que el que una ambulancia medicalizada llegue a destiempo o vaya desmotivada a un aviso de emergencia, que podría ser la de un familiar de un controlador aéreo. Mi nivel de estrés y adrenalina me hacen mejor, ser más rápido al tomar decisiones, garantizar en lo posible la vida que tengo en mis manos e intentar superarme profesionalmente por encima de los recortes salariales, que por patéticos que sean no dejan de ser tonterías y temas entre Gobierno y sindicatos.
viernes, 23 de julio de 2010
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