viernes, 1 de abril de 2011

Cráneos privilegiados

Tras la catástrofe de la central nuclear de Fukushima, en Japón, y el temor a la contaminación de los alimentos procedentes de dicho país, la Comisión Europea ha decido aumentar durante tres meses los valores límite de los materiales radioactivos presentes en los alimentos importados a la UE, informa el Süddeutsche Zeitung.

Así, la cantidad de cesio radioactivo 134 y 137 pasa de 370 Bq/kg para los lácteos y 600 Bq/kg para los demás productos, a 1.000 Bq/kg y 1.250 Bq/kg, respectivamente.

Para justificar su decisión, la Comisión ha desempolvado un reglamento de 1987 relativo a la protección sanitaria en caso de accidente nuclear, aprobado tras el accidente de Chernobil.

Si bien los expertos coinciden en que no existe diferencia para la salud entre 370 y 1.000 Bq/kg, los consumidores manifiestan su inquietud, apunta el diario bávaro: “Con la entrada en vigor del reglamento, se ha declarado de facto la emergencia nuclear en Europa”, explica así al diario un responsable de Foodwatch. Esta asociación de consumidores milita a favor de la prohibición de las importaciones alimentarias procedentes de Japón, que suponen el 0,1% de las importaciones europeas.

“Sin que sirva de precedente, Bruselas, a quien se recrimina habitualmente su lenta capacidad de reacción, ha sido objeto de reproches por haberse precipitado”.

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