Ya todo está en calma, el músculo duerme, la ambición descansa. Hoy fue un buen día. Jugué al fútbol con Pablo en el Retiro y por la tarde tocamos el piano juntos. También vimos una magnífica exposición sobre arquitectura en el Salón de Reinos (antiguo Museo del Ejército). Muy recomendable. En Madrid el clima es veraniego. Hace años que en el centro de la península sólo hay dos estaciones: del frío siberiano se salta directamente al verano de Mercurio (al de la cara expuesta al sol).
Vimos "La vuelta al mundo en 80 días" y leímos El Eternauta. Mi hijo duerme en su habitación. El mundo sigue andando. Mañana será otro día.
lunes, 11 de abril de 2011
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