Acaban de publicar un maravilloso artículo de mi señor padre, Abel Rasskin, en El País.
Lo comparto con todos vosotros/ustedes a ambas orillas del Atlántico.
Mañana de lluvia, por Abel Rasskin.
Como comenté ayer, hoy es mi cumpleaños y me están llegando tantas muestras de afecto que empiezo a dudar de mí mismo. A ver si a fin de cuentas va a resultar que, en vez de ser un malevo feroz y despiadado, taciturno, tanguero, oscuro y con querencia por el combate, soy un buen tipo...
¡Decí por Dios Carlitos en qué me estoy equivocando!
Ver llorar a un oso siberiano no es un espectáculo edificante.
Advertidos quedáis.
jueves, 16 de noviembre de 2017
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