Después de semanas de no verte, de no hablarte, de no saber de vos... vuelves a mí. ¿Por qué será que siempre tengo la impresión de volver a empezar de cero, como si no supiera manejarte, como si todo lo compartido jugara en mi contra?
Se van acumulando las cosas pendientes, entre versos, dibujos, partituras, proyectos de toda suerte y condición. Escribo en papelitos y después andá a encontrarlos. Aparecen cuando ya me olvidé por completo de lo que significan.
En mi fuero interno sabía que un día u otro regresarías. Por eso dejaba una luz encendida en la ventana de casa. Lo posponía, lo camuflaba con cientos de tareas más acuciantes pero ya no hay vuelta de hoja.
Y ahora nuevamente, frente a frente los dos, como un tango. La hora de la verdad. Siento tu calor.
¡Siento tu vapor!
sábado, 25 de noviembre de 2017
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