domingo, 17 de septiembre de 2017

Laxeiro

Una amiga acaba de enviarme desde Santiago de Compostela el diseño de la papeleta para una hipotética consulta sobre la independencia de Galicia.

No he podido evitar acordarme de Laxeiro, pintor mágico de esas tierras de meigas, bosques como catedrales y maravillas de toda condición, y referente de mi adolescencia. Antes de marcharse a enseñar a los extraterrestres el secreto para poder follar ininterrumpidamente a lo largo de todo el recorrido del expreso Vigo-Madrid (me refiero a cuando el trayecto tardaba 14 horas y 25 minutos en completarse), me dejó una pequeña obra original suya que me gusta contemplar los días de otoño.

El secreto de Laxeiro, que me ha permitido convertirme en uno de los mejores y más solicitados amantes de todas las Españas, lo conozco solo yo y estoy dispuesto a escuchar ofertas. Me cansé de jugar con ventaja. Voy a poner en marcha un crowdfunding.

Laxeiro tenía su taller situado justo encima del Café Gijón y era un tipo tan solidario y buena gente que todos los artistas, aspirantes o simplemente crápulas con pretensiones pasaban por allí a pedir que el gallego les echara una mano. Salvo casos extremos de chantas que se veían a leguas, nadie salía de vacío.

Tarifa única: 1.000 pelas. Doy fe de que aquello, siempre que no fueras un borracho irredento o tuvieras vicios inconfesables out of your range, te permitía tirar unos días. Para empezar, un filete con ensalada y media de vino en El comunista salía en torno a 150 pesetas. Vamos, para un artista mil calas eran una fiesta.

El arte siempre ha sido una manera ideal de quemar fortunas, pero para ello hay que saber heredar. Y no cualquiera.

Cuando murió me pilló tocando precisamente en A Coruña. Esa noche bebimos a su salud. Inolvidable el viejo.

Laxeiro. Picnic. Óleo sobre tela. 1967

Bueno, he aquí la papeleta que me envía Maruxa.

¿Queres que Galiza sexa un estado independente?

1. Pode ser
2. Depende
3. Por qué o preguntas?
4. Malo será
5. E logo...?



No hay comentarios: